Una vez al mes, Doña Olivia Torres acude al banco a retirar el dinero que su hija le manda de Estados Unidos con la esperanza de que el dólar esté arriba de 20 pesos por billete verde. Dicha ilusión la tiene desde hace más de dos años, cuando se percató que las cajeras comenzaron a darle menos dinero por los dólares que su hija le deposita religiosamente cada inicio de mes.
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Millones de familias mexicanas, quienes dependen total o parcialmente de las remesas que les envían sus familiares en el extranjero, mantienen un anhelo parecido, pues el celebrado súperpeso les ha arrebatado alrededor del 15% de sus ingresos.
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Esto, a pesar de que los migrantes nunca antes habían enviado tanto dinero a México. Tan solo en 2023, los trabajadores mexicanos en el extranjero enviaron a sus familiares 63,313 millones de dólares, una cifra récord. Sin embargo, el fortalecimiento del peso ha provocado que esos dólares valgan menos.
“El dólar ha bajado demasiado y aquí todo está más caro. Mi hija normalmente me manda entre 150 y 200 dólares, que antes eran como 3,000 o 4,000 pesos, hoy por los mismos dólares solo me dan 2,000 o 3,000 pesos. Antes me rendía más el dinero y me alcanzaba para más cosas”, se queja Doña Olivia en entrevista con La Silla Rota.
Y es que, contra todo pronóstico, el peso mexicano suma ya dos años ganando terreno frente al dólar. De acuerdo con datos del Banco de México, en 2022, la divisa azteca se apreció 4.87%; mientras que, en 2023, el peso tuvo una apreciación récord de casi 13%.
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Esta apreciación del peso ha beneficiado a los importadores mexicanos; a millonarios como Carlos Slim –que recauda casi 40% de sus ingresos en pesos mexicanos– y al propio Estado Mexicano, que tan solo en enero de 2023 se ahorró más de 20,000 millones de pesos en el servicio de la deuda, tanto interna como externa.
Caso contrario, el llamado súper peso ha afectado a los exportadores mexicanos, pero en especial a los casi 5 millones de hogares que reciben remesas de sus familiares en el exterior.
“A veces me llegan noticias en mi teléfono y veo que el dólar está en 17 y en lugar de ir para arriba, va para abajo y me preocupa porque ya no me rinde. Imagínese, el precio del huevo para arriba y el dólar para abajo, yo prefiero que el dólar vaya para arriba y el precio de los huevos para abajo”, dice Doña Olivia, quien además de la apreciación de peso, tienen que lidiar con una inflación acumulada de más del 29.69% en los últimos 5 años.
Esto ha llevado a que las remesas sumen 15 meses consecutivos perdiendo poder adquisitivo –de noviembre de 2022 a enero de 2024–. “Nunca habían perdido poder adquisitivo tantos meses seguidos”, señala Gabriela Siller, directora de análisis económico en Grupo Financiero BASE.
Un ejemplo de esto es el que vive la señora Alicia, quien recibe 300 dólares al mes de su hijo Armando García desde hace 3 años, cuando el joven de entonces 22 años decidió emigrar a Estados Unidos en busca de una mejor vida.
En 2021, cuando Alicia recibió sus primeros 300 dólares, retiró del banco más de 6,200 pesos, ya que en ese entonces el tipo de cambio rondaba las 20.5 unidades por dólar estadounidense. Hoy por esos mismos 300 dólares recibe menos de 5,000.
Esos 5,000 pesos, dice Alicia a La Silla Rota, no le alcanzan ni para la mitad de lo que compraba en 2021 con los 6,200 que recibía. de los hogares receptores de remesas.