La llegada de empresas, la creación de empleos y la expansión de la red de infraestructura nacional en términos de suministro de servicios básicos, transporte público y más, serían algunos de los beneficios del Nearshoring. Sin embargo, México enfrenta retos para aprovecharlos y garantizar que se atraiga la mayor cantidad de inversión, pero hay un factor en específico que podría suponer un riesgo todo esto
El Consejo de Empresas Globales advirtió, recientemente, que México podría incrementar su producto interno bruto (PIB) hasta 2.5% en los próximos seis años por el Nearshoring y alcanzar niveles de inversión extranjera directa (IED) de hasta 50,000 millones de dólares.
“El fenómeno de relocalización de inversiones o nearshoring es una gran oportunidad, pero con una fecha de caducidad. Según nuestras estimaciones, México tiene una ventana no mayor a seis años”, alertó el Ceeg.
En cuanto al costo de oportunidad, el presidente del Consejo, Alberto de la Fuente, consideró que el flujo de inversiones extranjeras podría superar el máximo nivel alcanzado por el país en 2018, con 35,000 millones de dólares.
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Indicadores socioeconómicos
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), factores como la vivienda, servicios básicos e infraestructura son básicos para impulsar o pretender que el Nearshoring sea exitoso.
Se toma en cuenta que la disponibilidad de vivienda y servicios de agua, electricidad y drenaje son necesarios para los trabajadores y representan ventajas para la localización de las empresas en una región.
En cuanto a los servicios de la vivienda, las entidades del norte del país presentan menores carencias de disponibilidad de agua entubada, energía eléctrica y drenaje en las viviendas particulares. Destacan los casos de Nuevo León y Coahuila, con las menores proporciones de viviendas particulares que carecen de servicios básicos, donde sólo el 1% o menos de las viviendas no dispone de agua entubada, a menos del 1% le hace falta energía eléctrica y a menos del 2% drenaje.
En contraste, en la zona sur del país hay entidades donde la falta de accesos a servicios básicos de la vivienda, como el drenaje o el agua entubada, afecta más del 10% de las viviendas particulares habitadas, como sucede en Oaxaca y Guerrero. Aunque la falta de energía eléctrica es un problema menor que el de la falta de agua o drenaje, afecta a alrededor del 2% de las viviendas en dichas entidades.
Infraestructura
En cuanto a este factor, el IMCO contempló la disponibilidad de transporte público, el precio de la energía eléctrica y la disponibilidad de agua. La disponibilidad de estos servicios e insumos es condición indispensable para la realización de actividades económicas y su gestión eficiente resulta atractiva para empresas y trabajadores en tanto que permite reducir costos e incrementar la productividad.
En materia de transporte público, los estados con mayor disponibilidad fueron Quintana Roo y la Ciudad de México, seguidos por Baja California y Aguascalientes. En contraste, Chihuahua, Estado de México y Durango tienen una menor disponibilidad de este tipo de infraestructura.
El IMCO advierte que el agua es otro insumo fundamental para las actividades productivas. La región sur del país alberga a las entidades con mayor disponibilidad de agua: Chiapas, Oaxaca y Tabasco. Durango y Nayarit también destacan por su mayor disponibilidad de recursos hídricos. Sin embargo, no toda el agua disponible puede ser utilizada en estas entidades debido a problemas como la contaminación, afectaciones en la red de distribución, la falta de infraestructura hídrica y la falta de control sobre las concesiones (particularmente en el sector agrícola).
Además, el suministro de energía eléctrica confiable y a precios competitivos es una de las garantías con que deben contar las empresas. La energía eléctrica se obtiene a precios más accesibles en entidades del norte y centro del país como Sonora, Chihuahua, San Luis Potosí y Aguascalientes. Esto hace que dichas regiones tengan una ventaja comparativa frente a las penínsulas de Baja California y Yucatán, donde el costo de la electricidad se eleva.
Foco rojo
Sin embargo, hay un elemento que pone en peligro la viabilidad y éxito del Nearshoring: De acuerdo con Ramsés Pech, experto en temas de competencia y energía:
"La mayor cantidad de productos de exportación de México son enviados por carretera. Hoy una infraestructura carretera deficiente, y una inseguridad en aumento".
Dio como referencia que existen alrededor de 6,000 empresas manufactureras de exportación por sector, y las cuales requieren energía eléctrica, y gas natural para sus procesos de producción. Siendo la de mayor número de empresas la de fabricación de equipo de transporte.
Inseguridad carretera
De acuerdo con la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), el robo al autotransporte de carga en las carreteras de México se elevó 10.8% durante el primer bimestre del 2023. Estas son las 10 entidades con la mayor incidencia delictiva tanto del fuero común como del fuero federal al primer bimestre.
- Estado de México
- Puebla
- Guanajuato
- Jalisco
- San Luis Potosí
- Michoacán
- Querétaro
- Hidalgo
- Veracruz
- Tlaxcala
De acuerdo con datos del secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la Canacar reveló que se registraron 2,209 delitos a los transportistas en las carreteras, incidencia que aumentó respecto al 2022 (cuando se reportó 1,993 robos), el 2021 (1,908 robos) y el 2020 (2,090 delitos) tanto del fuero común y fuero federal.
El 93.5% del total de los eventos se denunciaron en los 10 estados antes mencionados, en el que sobresale el Estado de México con el 34% de las denuncias de robos, seguido de Puebla con el 17.65%, y aunque en Tlaxcala sólo ocurren el 10% de los robos respecto al Edomex, es una de las zonas que preocupa a la industria por la inseguridad.