En algunas regiones de México la desigualdad social ha azotado a los pueblos y comunidades más apartadas, debido a que su aislamiento geográfico les impide obtener los mismos servicios y beneficios de las grandes urbes. En muchos casos la lejanía con la capital o con el centro municipal impide a los habitantes la cercanía de una escuela, e incluso a servicios básicos como el agua potable, drenaje y electricidad y ni qué decir de los servicios financieros.
Es en este contexto surgió el Túmin, un nuevo medio de cambio que surgió en 2010 en el norte de Veracruz, como parte de un proyecto social diseñado para dinamizar el comercio local y apoyar la economía de productores y consumidores.
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De acuerdo con Cristina Alvarado, abogada de YG Consultores, la idea del Túmin nació bajo la premisa de que el dinero se lo estaban llevando las grandes transnacionales, con el cobro de comisiones muchas veces excesivas, y el pueblo estaba siendo empobrecido por una práctica que los excluía, por lo que, crear una moneda alternativa significaba crear un alternativa para una población con riqueza cultural, social y ecológica.
“Aquí aceptamos Túmin”, se puede leer a las afueras de comercios locales en las regiones veracruzanas, chiapanecas, y ahora también en la capital mexicana donde productores de Xochimilco han comenzado a organizarse para hacer uso de este innovador medio de pago.
Túmin, es un término de origen totonaca empleado para hacer referencia al dinero, y que ha sido adoptado por distintos pueblos de diferentes estados del país, como por ejemplo:
- Veracruz
- Oaxaca
- Chiapas
- Puebla
- Morelos
- Estado de México
- CDMX
- Hidalgo
- Tabasco
- Baja California
Principales características del Túmin
El Túmin no es empleado como mercancía, sino como instrumento de intercambio que no genera interés
No es para hacer negocios, es para satisfacer las necesidades de los locales
No se basa en la competencia sino en la cooperación y ayuda mutua
No es para acumular riqueza, es para circular las ganancias
Entre sus rasgos distintivos se encuentran:
Equivalencia:
Un Túmin = un peso. Esto le ha permitido tener una alta aceptabilidad, al funcionar como moneda paralela al peso mexicano.
Moneda social:
Es dinero creado para fomentar el trabajo, el consumo local y empoderar a las comunidades.
Uso universal:
Puede ser usado para comprar y vender cualquier producto, desde una miel orgánica, hasta una Coca-Cola.
Válido al portador:
Cualquier persona puede usar el Túmin, no es necesario ser socio.
Principios:
Se rige por relaciones de confianza, solidaridad, ayuda mutua, autonomía, libertad responsable y cooperativismo internacional.
Diferente al peso:
No se trata de un medio público y oficial sino privado y ciudadano, es decir, es autónomo respecto a las instituciones de gobierno.
La moneda que desafío al Banxico
Cristina Alvarado, abogada de YG Consultores dio como referencia que en 2011, el Banco de México interpuso una denuncia en relación con la emisión de Túmin bajo lo estipulado en el Artículo 117 Constitucional en el que se establece que “Los Estados no pueden, en ningún caso… acuñar moneda o emitir papel moneda”.
Sin embargo, explicó, que los defensores de la moneda en todo momento negaron que se estuviera falsificando el peso, pues su objetivo como medio de cambio era totalmente distinto al de una moneda oficial. De este modo, el Túmin logró defender su propuesta basándose en el artículo segundo de la Constitución, donde se señala que los pueblos originarios pueden hacer uso de sus propios sistemas políticos, económicos y culturales.
"Banxico concluyó que al no ser aceptado de manera general y ser de fácil falsificación no podría sustituir las funciones del peso, ni mucho menos reemplazarlo, por lo que desistió la denuncia, y permitió su emisión y circulación entre los grupos que coordinaban su uso. Este evento generó algunas complicaciones para el Túmin, pero gracias al gran soporte que brindó la comunidad, se alcanzó un efecto contrario al esperado, pues el empleo de este billete empezó a expandirse por todo el país", dijo.
Actualmente, el Túmin ya se encuentra distribuido en 24 estados y en otros 10 países, sumando un total de 2,574 socios.