Cuando de compras se trata lo primero que esperas es que esa compra tenga la opción de meses sin intereses, pues muchos piensan que de esta manera no vas a golpear tan fuerte a tu bolsillo y sobre todo, en estos momentos donde la situación económica no está como para que gastes de más, sin embargo, a veces eso es imposible, pues con este método de pago no todo es color de rosa.
Pese a ello, los meses sin intereses se han convertido en una de las estrategias más usadas o el “gancho” por varias tiendas departamentales y bancos para que los usuarios de sus tarjetas de crédito se animen a comprar y por mayor.
Ya que, si deseas comprar algo de manera urgente porque no puedes esperar más, los meses sin intereses suelen aparentar ser una buena opción a la hora de comprar, pues te trae varios beneficios, entre ellos el que te da tiempo para pagar y sin pagar intereses, pero como toda deuda, si no te administras adecuadamente, con intereses o no, la deuda tarde o temprano te llegará hasta el cuello.
Así que, por más beneficioso que parezca esta estrategia o método de pago, lo cierto es que también es importante que consideres aspectos que te pueden crear un efecto negativo como cliente.
Advertencia: ¿Bueno o malo pagar con meses sin intereses?
Primero toma en cuenta que, los famosos y populares meses sin intereses representan un esquema de pago que permite a los clientes obtener un producto o servicio de manera inmediata con la oportunidad de pagarlo de manera diferida a través de diversos plazos fijos.
Lo más sobresaliente o característico de este método, es que los clientes con tarjetas de crédito, departamentales o de otro tipo, es que no tienen la obligación de pagar intereses y sólo se quedan en mensualidades fijas.
Hasta aquí todo parece ser buena noticia, pero antes de salir corriendo y usar tu tarjeta de crédito para llevar a cabo una compra bajo este esquema, considera lo siguiente:
- Tu capacidad de pago
A pesar de la gran oferta que se te presente, es importante que conozcas y tengas muy en cuenta tus ingresos y revises tu capacidad de pago para “aventarte un paquete” de esos bajo ese esquema, pues toda compra en la cual tengas que pagar intereses o no, si no pagas la deuda tarde o temprano te alcanza.
- Compara las diferencias de precios
En algunas ocasiones, existe una abismal diferencia si pagas un producto de contado que a meses sin intereses.
Por ello, es importante que calcules el costo real de los meses sin intereses para determinar si vale la pena pagar mucho más del precio original.
- ¿Es verdaderamente necesario ese producto o servicio?
Las promociones y descuentos son un papel importante para acaparar la atención de los clientes y si a eso le sumas los meses sin intereses, entonces la compra se vuelve más “irresistible”, pero eso no quita que ese producto o servicio pueda ser innecesario.
Entonces, recuerda que lo principal y más importante es determinar si de verdad necesitas ese producto o servicio.