Si de préstamos, compras a crédito, pagos chiquitos y deudas hablamos, Coppel siempre sale a relucir, pues es una de las tiendas departamentales favoritas de los consumidores mexicanos, aunque en muchas ocasiones algunos clientes incumplen con sus obligaciones financieras lo que puede derivar en algunos problemas con la compañía, tal como lo son los intereses y las amenazas de embargo.
Es un hecho que cuando no estás al corriente con tus pagos en la tarjeta departamental de Coppel empiezan a llegar las incomodas llamadas por parte del despacho de cobranza para eso, para cobrarte y pedirte que cumplas con tus obligaciones, al principio, esas llamadas son muy tranquilas y tal vez no les das importancia, pero con el tiempo se convierten en amenazas.
En caso de no ponerte al corriente con los pagos de tu tarjeta Coppel, las molestas llamadas seguirán y éstas empezarán a subir de tono hasta llegar a las amenazas de embargo, donde lo que buscan es espantarte y meterte presión para que pagues tu deuda.
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Y aunque estas amenazas de embargo pueden provocar intranquilidad y preocupación en los clientes por el riesgo de perder parte de sus bienes, la realidad es que existen varias cosas que puedes hacer ante una amenaza de embargo.
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¿QUÉ PUEDO HACER ANTE UNA AMENAZA DE EMBARGO?
En primer lugar, debes tener claro que Coppel y las diversas tiendas departamentales sí tienen derecho a embargar tus bienes ante la falta de pago, por lo que es fundamental mantenerte al corriente de tus pagos, cumpliendo en tiempo y forma.
No obstante, algunas situaciones extraordinarias como alguna enfermedad, accidente o falta de empleo pueden llevar a los consumidores a verse imposibilitados de cumplir con sus obligaciones financieras.
Lo anterior podría llevar a que Coppel recurra a un embargo, pero nunca deberá haber amenazas de por medio, ya que las amenazas de embargo son ilegales y están sancionadas con tres días a un año de prisión o de 180 a 360 días multa, según lo establecido en el artículo 282 del Código Penal Federal.
Sin embargo, si eres de los que sí ha recibido amenazas de este tipo puedes hacer lo siguiente:
- Negociar con Coppel, donde podrás explicar tu situación económica. Ahí podrán evaluar si te dan meses de moratoria o ajustan un plan de pagos que se adecue a tus necesidades.
- Si hay amenazas de embargo en las llamadas, puedes recurrir a las autoridades para denunciar que estás siendo víctima de amenazas de embargo por parte de alguna tienda departamental.
- También puedes presentar una queja en el Registro de Despachos de Cobranza (Redeco) de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), quien canalizará tu caso con la figura correspondiente.
¿DE QUÉ FORMA COPPEL SÍ PUEDE PROCEDER CON EL EMBARGO?
Antes de proceder con el embargo, deberán ocurrir una serie de situaciones:
- Coppel buscará la manera de facilitarte un esquema de pagos con el que podrás saldar tu deuda. Si después de un tiempo sigues sin cumplir con los pagos, tocará el turno de los cobradores, quienes realizarán visitas y llamadas, sin ningún tipo de insulto ni agresión para que pagues.
- En caso de que la situación siga igual y no atiendas los llamados ni las visitas a tu domicilio, entonces la compañía emprenderá acciones legales y para proceder con el embargo, se requiere de un notario y de presentar una demanda ante un juzgado.
- Posteriormente te llegará una notificación a tu domicilio con los detalles del procedimiento, y dará inicio un juicio ejecutivo en materia mercantil. En ese caso será el juez, quien indique si procede el embargo o no.
- En caso de recibir el visto bueno del juzgador se presentará a tu vivienda un actuario, debidamente identificado y será él quien realice la fiscalización y concrete el embargo.
Recuerda que los embargos no ocurren de la noche a la mañana, requieren de todo un largo proceso que inicia con la orden de un juez, además debes tener en tus manos un citatorio del juzgado mercantil diciendo que tienes una deuda sin pagar y también te deben brindar la oportunidad de presentar pruebas a tu favor.