En México, la concentración extrema de la riqueza ha disminuido desde 2018, según datos de la Comisión para América Latina y el Caribe (Cepal). De 4.5 por ciento del producto interno bruto (PIB) que acapararon los milmillonarios ese año, esta proporción se ha ido reduciendo hasta 3.3 por ciento en 2021, lo que se explica porque el patrimonio de esa cúpula creció a un ritmo menor que la riqueza de la población general.
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La desigualdad en el país, medida por el índice de Gini, se redujo de 0.464 en 2019 a 0.441 en 2022, lo que implica una reducción acumulada de 5 por ciento en cuatros años. Sin embargo el decil de mayores recursos, hasta los datos más recientes, acapara 57.4 por ciento de los ingresos y 78.7 por ciento de la riqueza.
En cuanto a la pobreza y pobreza extrema en el país, según datos de la Cepal, de 2021 a 2022 la primera cayó 4.4 por ciento para cerrar en 28.6 por ciento de la población, mientras la segunda lo hizo en 1.5 por ciento para cerrar en 6.2 por ciento, ambas por debajo de los niveles prepandemia.
De acuerdo con la Cepal, la disminución de la pobreza en el 2022 es consecuencia de un crecimiento real de los ingresos laborales, tanto asalariados como por cuenta propia; en el caso de México el ingreso del trabajo medido en múltiplos de las líneas de pobreza creció entre 6 y 8% en el 2022.
Los otros datos del Coneval
Entre 2018 y 2022, se ha observado un descenso en el porcentaje de población en situación de pobreza en México, según datos del informe de Medición de la Pobreza elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). El porcentaje de personas con un ingreso inferior a la Línea de Pobreza por Ingresos ha disminuido del 49.9% al 43.5%, lo que equivale a un descenso de 61.8 a 56.1 millones de personas afectadas.
El análisis del Coneval reveló que este declive ha sido constante durante este período: En 2018, el porcentaje era del 41.9%; en 2020, aumentó ligeramente a 43.9%; y para 2022, se produjo una marcada reducción a 36.3%
Además, reportó que el porcentaje de personas en situación de pobreza extrema también ha experimentado un decrecimiento, pasando del 14.0% en 2018 al 12.1% en 2022. Esto significa que alrededor de 15.5 millones de individuos carecen de los recursos necesarios para adquirir la Canasta Alimentaria básica.
La pobreza en Latinoamérica se redujo 1.2 puntos porcentuales respecto del 2019, sin embargo, hay 180 millones de personas pobres que no cuentan con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). La pobreza extrema se mantiene en un 11.2%, es decir, un total de 70 millones de personas, no tienen medios para adquirir una canasta básica de alimentos.
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"Las cifras de pobreza en 2022 son similares a las de principios y fines de la década pasada, lo que revela un avance insuficiente a nivel regional para alcanzar el objetivo de su erradicación. La situación es menos alentadora en el caso de la pobreza extrema, ya que las cifras más recientes superan en más de 20 millones de personas a las de 12 años atrás", de acuerdo con la Cepal en el Panorama Social de América Latina.
La realidad es que hasta ahora, 2023, no se prevén mejoras apreciables en las condiciones de vida de las personas de escasos recursos, y lo que es peor, en un contexto de bajo crecimiento económico, es de esperarse que las cifras de pobreza y pobreza extrema permanezcan prácticamente sin variaciones a nivel regional, aun cuando algunos países podrían presentar cambios mayores.
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La Cepal dijo que, de los 13 países con información disponible a 2022, 9 exhibieron caídas en la pobreza de al menos 1 punto
porcentual con respecto a 2021 (o 2020, en el caso de Chile y México). Brasil fue el país con la mayor reducción de pobreza en este período (-4,8 puntos porcentuales), al pasar del 24,4% al 19,6%. No obstante, este país había sido el único que registró un aumento de la pobreza en 2021, por lo que el nivel alcanzado está apenas por debajo del observado en 2019.
Destacó que México y Chile también se caracterizaron por una fuerte contracción de la pobreza (-4,4 y -2,9 puntos porcentuales por año, respectivamente), aunque en este caso la comparación se realiza con 2020, año en que la pandemia tuvo un mayor impacto. Estos países también fueron los que registraron las mayores disminuciones en la pobreza extrema.