Tener una tarjeta de crédito tiene muchos beneficios, siempre y cuando la uses de manera responsable y cumplas en tiempo y forma con los pagos para evitar endeudarte de más y afectar tus finanzas, sin embargo, no siempre es así, ya que muchos olvidan que ese dinero es prestado y que tarde que temprano lo tienen que pagar.
En muchas ocasiones a los usuarios de tarjetas de crédito se les hace muy fácil pagar casi todo con ella y así evitan desembolsar dinero en efectivo, pues practicar este hábito hace sentir de momento que no gastaste en nada, pero a la larga es peor.
Por eso, es importante que sepas que pagar ciertos gastos con tu tarjeta de crédito no es recomendable, ya que puede provocar que tus deudas nunca terminen, por el contrario, estos pagos hacen que te endeudes de más e innecesariamente.
Te podría interesar
¿QUÉ NO DEBO PAGAR CON MI TARJETA DE CRÉDITO?
- La gasolina del auto: Seguramente cargas gasolina más de una vez a la quincena, dependiendo de tus actividades, y tal vez tienes la costumbre de pagar el combustible con tu tarjeta de crédito, pero este hábito se considera una deuda innecesaria. Pagar la gasolina con tu tarjeta de crédito es una deuda innecesaria, ya que al final de cuentas la cantidad que acumules por este gasto puede ser considerable.
- Comida: De igual forma, no se recomienda comprar alimentos con la tarjeta de crédito, ya que esto te llevaría a usarla a diario. Lo mejor es hacer un presupuesto de cuánto dinero puedes gastar en comida a la quincena o semana y si es necesario, prepararla en casa para evitar gastar de más.
- Retirar dinero de cajeros: Finalmente, tampoco se recomienda disponer del dinero de una tarjeta de crédito, ya que los intereses que te cobran son muy altos y la deuda podría volverse impagable.
Te podría interesar
¿QUÉ OTROS MALOS HÁBITOS CON TU TARJETA DE CRÉDITO TE AFECTAN?
Pagar tu tarjeta de crédito a tiempo evitará el pago de intereses, pero realizar los pagos en efectivo podría traerte problemas son el SAT, ya que la realización de transacciones utilizando medios de pago distintos al efectivo limita las posibilidades del contribuyente de evadir el cumplimento de sus obligaciones fiscales.
Y es que, para el Servicio de Administración Tributaria (SAT) es más difícil rastrear el origen del dinero en efectivo que utilizaste para pagar tus tarjetas de crédito, por lo que podría suponer que tienes más ingresos de los que declaraste.
Es por esto que si pagas tus tarjetas de crédito con dinero en efectivo el SAT podría iniciar un proceso de discrepancia fiscal en tu contra, basándose en que no tiene forma de saber si ya pagaste los impuestos correspondientes.