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Sopas instantáneas Maruchan o Nissin: crece su consumo pese a riesgos

El aporte nutricional de las sopas instantáneas es menor en comparación con otros alimentos

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Escrito en DINERO el

Por su bajo precio y su rápida preparación, estos productos son consumidos en tiendas, minisupers, puestos callejeros, cooperativas escolares e incluso en las zonas más apartadas y pobres del país, a donde llegan con las despensas de ayuda.

Así, las sopas instantáneas, que llegaron a México en 1988 para ser vendidas como una botana ocasional, se han instalado en la dieta básica de los mexicanos.

El consumo de sopas instantáneas en México creció 43% en sólo cuatro años, sin importar su alto contenido de grasas, grasas saturadas y sodio, de acuerdo con el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO).

“En 2015, en México se adquirieron 850 millones de unidades de fideos instantáneos. Para 2019, esa cifra creció a 1,220 millones, lo que significa un aumento de 43% en tan sólo cuatro años”, destacó.

La presentación más común de este producto es la de 65 gramos, aunque hoy en día hay una variedad en cantidades, precios, sabores y marcas. Los precios van desde 5 pesos en una presentación de 85 gramos hasta 15 pesos de 64 gramos.

México ocupa el número 15 en la compra de este alimento ultraprocesado; a nivel Latinoamérica ocupa el segundo lugar, apenas por debajo de Brasil, De acuerdo con la Asociación Mundial de Fideos Instantáneos.

De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) este tipo de sopas son uno de los alimentos procesados más comunes debido a su facilidad de almacenaje y practicidad, pero que no tienen ningún aporte nutricional y que su composición está basada en una serie de saborizantes artificiales que no son buenos para el organismo.

La ingesta diaria o recurrente de sopas instantáneas podría repercutir gravemente en tu salud, debido a que contiene índices de glutamato monosódico, un aditivo en los alimentos procesados que podría causar dolor de cabeza.

A pesar de ello, en 2018 se calculaba que en México se consumían al año más de 850 millones de porciones de sopa instantánea.

Los fideos instantáneos se venden en un bloque de fideos precocidos y secos, con saborizante en polvo y / o aceite condimentado. El aromatizante suele estar en un paquete separado, aunque en el caso de los fideos en taza, el aromatizante suele estar suelto en la taza. Algunos productos de fideos instantáneos se envasan sellados; estos se pueden recalentar o comer directamente del paquete. Los bloques de fideos secos se cocinan o se sumergen en agua hirviendo.

Con un aumento de un estilo de vida ocupado y agitado, el número de mujeres que trabajan, la creciente población de clase media, y la rápida urbanización, la demanda de productos alimenticios de calidad, como los fideos instantáneos es cada vez mayor. Los vendedores están introduciendo fideos instantáneos congelados con una mayor vida útil, envases innovadores, tiempo de preparación bajo, y la cocción por microondas. Esto dará lugar a la expansión del mercado mundial de los fideos instantáneos a una tasa compuesta anual de casi un 5% durante el período de pronóstico.

POR COVID, AUMENTA CONSUMO

Mexicanos aumentan consumo de sopa de pasta por covid-19, de acuerdo con Nielsen.

El país destaca a nivel mundial como el décimo segundo país que más pasta consume, con 8.7 kilos per cápita al año, según Statista.

Incluso, el consumo per cápita de frijol en México ha disminuido en los últimos años, ya que hay productos como las sopas instantáneas que han sustituido el laborioso proceso que conlleva cocinar una olla de frijoles, según Víctor Villalobos Arámbula, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

Dijo que entre los principales inconvenientes que le han ''pegado'' al consumo del frijol en México se encuentra la volatilidad de los precios del frijol derivado de condiciones climatológicas adversas y de los altos costos del gas, por lo que cocinar una sopa instantánea es más práctico y barato que guisar una olla de estas leguminosas.

CJ