Inspirado en el Black Friday de Estados Unidos que ofrece una gran cantidad de descuentos, el Buen Fin, que es la versión mexicana, se aleja mucho del esquema que maneja el país vecino.
En México, El Buen Fin no se traduce en descuentos superiores al 50% como en Estados Unidos, sino en facilidades de pago a meses sin intereses, lo que no se traduce en un ahorro real para el consumidor.
En la mayoría de los casos, los productos tienen precios similares, aunque se facilitaba el pago a plazos.
Este es un problema que ha tenido el programa desde el inicio. En 2012 un estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM encontró que 75% de las ofertas no correspondía a descuentos, sino a facilidades de pago; mientras que los descuentos alcanzan sólo el 12% en promedio.
Además, la percepción entre la población no es diferente. Tres de cada cuatro respondió que cree que las ofertas son falsas y sólo suben los precios. Más allá de impulsar las ventas de la temporada de fin de año, la falta de descuentos ha hecho que los consumidores sólo trasladen las compras de diciembre a noviembre.
¿En cuál conviene más comprar?
La principal ventaja que tiene el Buen Fin es justamente la duración, ya que el Viernes Negro es de solo un día, el 26 de noviembre y la edición del Buen Fin de este año fue de 7 días.
De acuerdo con un estudio hecho por Deloitte, las principales ventajas que los compradores encuentran en el Buen Fin son los descuentos y los meses sin intereses. Luego, los 2x1, los abonos a monederos electrónicos, el descuento en un segundo producto y el comenzar a pagar en los siguientes meses.
En el caso del Black Friday, es el día de los precios más bajos en el país del norte, tanto en tiendas físicas como en línea.
El tema es cómo quieres comprar, si a plazos o con un precio muy reducido al momento, hasta 80 por ciento de descuento. Otro punto interesante, es la venta en línea, en cualquiera de los casos este año se verá un incremento en ese sector.
¿Cuál es el origen del Black Friday?
Cuando se crearon los desfiles del Día de Acción de Gracias, en las primeras décadas del siglo XX, se volvió una tradición comenzar las compras navideñas después del festejo. Sin embargo, se dice que los comerciantes presionaron al entonces presidente Flanklin Roosevelt para que hubiera más días de venta antes del Thanksgiving. Así que, se recorrió una semana, pero la idea no funcionó y se regresó a la idea original.
Se nombró Black Friday, porque era el día en que las tiendas dejaban de tener números rojos y tenían mayores ganancias, es decir números negros.
cj