ZAGREB.- El presidente de la UEFA, el esloveno Aleksandar Ceferin, dijo que la nueva Liga de Campeones es "el último clavo en el ataúd" de la "Superliga", y valoró que haber evitado que se fraguase esa competición alternativa es el mayor logro de su mandato.
"La clave de todo fue haber logrado impedir, en dos, tres días, esa idea loca de la llamada superliga, que habría significado una destrucción total del fútbol, el fin del modelo europeo del deporte", dijo Ceferin en una entrevista que la agencia eslovena STA publica hoy.
El abogado esloveno de 54 años confía en lograr otro mandato al frente de la UEFA en abril de 2023, en el que quiere seguir afirmando los valores de solidaridad, inclusión y apertura en el fútbol, y en contra de la discriminación y el populismo.
Explicó que la reforma de la Liga de Campeones, aprobada en el reciente congreso de la UEFA en Viena, supone el definitivo punto final al proyecto de la superliga.
"Eso ha sido el último clavo en el ataúd. El ataúd se preparó mucho antes, pero ahora tuvimos que cerrarlo por completo", comentó el máximo responsable de la EUFA.
En una rueda de prensa en Viena tras finalizar el congreso de la UEFA el pasado miércoles, Ceferin aseguró que la "Superliga" estaba "acabada de una vez por todas, por lo menos por 20 años".
La liga de Campeones a partir de la temporada 2024/25 tendrá 36 clubes, cuatro más que ahora. Jugarán ocho rondas según el llamado modelo suizo, lo que, en su opinión, contribuirá a que los partidos sean más interesantes.
"Los grandes equipos jugarán más partidos contra los grandes, pero también contra equipos modestos. Los modestos jugarán también con otros de su categoría y tendrán más posibilidad de avanzar", resumió en la entrevista.
Ese sistema será más interesante que el actual ya que tras la primera fase no estará todavía claro quién proseguirá, dijo.
Otro reto difícil que la UEFA ha tenido que encarar ha sido cómo proceder ante la agresión rusa contra Ucrania, según su presidente.
La expulsión de los clubes y la selección rusa de las competiciones de la UEFA representó una "necesaria suspensión de la neutralidad deportiva" para ejercer presión contra los que deciden sobre la guerra, explicó Ceferin.
Sin embargo, tampoco considera positivo que el fútbol castigue a jugadores, entrenadores y aficionados que no son responsables de la situación.
La idea que se escucha de que Rusia podría pasar a la confederación asiática proviene, en opinión de Ceferin, "de algún político y no de la federación de fútbol rusa, ya que eso significaría hacer retroceder al fútbol ruso 100 años".
(Luis Ramos)