Muchos aficionados al futbol gustan de juegos espectaculares con muchos goles, con partidos llenos de errores en la defensa y portero. También por aciertos de la delantera rival; pero hay aficionados del futbol que gustan de los juegos cerrados, de ajedrez, donde marcadores con pocos goles o empates sin goles no necesariamente son partidos con equipos carentes de espectáculo o nervio en la tribuna.
Y cuando un equipo no recibe gol, habla de un esquema defensivo eficaz y que además tiene un portero que emana liderazgo y confianza a los jugadores de campo.
En España, un modesto club es el protagonista de esta historia. El Futbol Club Burgos, “Los hijos del frío”, con uno de los apodos más bellos de todo el futbol español, son la sensación de la Segunda División, de acuerdo con la revista especializada Panenka.
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El club Burgos, del centro del país ibérico, batió el récord del Racing de Santander que data de la temporada 1973-1973.
El Burgos suma 720 minutos sin recibir un gol, que ascienden a 900 si se añaden las dos últimas jornadas de la temporada pasada, la del regreso del club a Segunda División dos décadas después.
La del Burgos es una plantilla de jugadores humildes, muchos de ellos originarios de Segunda B, y sin grandes nombres: en Transfermarkt, su valor de la plantilla (12 millones)
Para Panenka, esta temporada el equipo ha sublimado y perfeccionado su estilo, basado en la solidez defensiva y el pragmatismo: el jugador del Burgos que más pases ha intentado hasta hoy es el portero, Caro, con 137 pases completados de 266 intentos.
El Burgos sufre en el área contraria porque no tiene mucho gol, pero más sufren sus contrarios en el área propia.
“Es un enigma indescifrable. ‘Los hijos del frío’ ya estuvieron 21 cursos ininterrumpidos en el futbol profesional, seis en Primera y 15 en Segunda, entre los principios de los 60 y principios de los 80, y ahora fantasean con consolidarse de nuevo en la élite”, remata Panenka.