En la historia del deporte femenil existe una icónica foto de una mujer que corre un maratón mientras es jaloneada por hombres que intentan sacarla de la competencia. La historia es de la corredora estadounidense Kathrine Switzer, la primera mujer que corrió y completó oficialmente un maratón de 42 kilómetros con un dorsal. En el marco del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, recordamos su historia.
En la historia del deporte, muchas mujeres tuvieron que alzar la voz y luchar por sus derechos, muchas de ellas se tuvieron que enfrentar al sistema para lograr romper las barreras, y poder competir aunque no les fuera permitido por el solo hecho de ser mujeres.
La historia de Kathrine Switzer sucedió en Boston el 19 de abril de 1967, la carrera estaba destinada exclusivamente para los hombres. Eso no impidió que la atleta decidiera situarse en la línea de salido para comenzar a correr una vez que inició la competencia.
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Pese a que varios hombres que organizaron el maratón, y la seguridad del evento, intentaron impedir que corriera, empujándola, jaloneándola y bloqueándole el paso, la deportista nacida en Alemania, pero nacionalizada estadounidense, consiguió acabar la prueba en 4 horas y 20 minutos.
Kathrine Switzer y su dorsal 261 se convirtieron en un referente para el deporte femenino, y para la mujer en general, como un símbolo de la lucha por la igualdad de género que hasta estos días es recordada. La atleta aún es celebrada por su lucha que permitió que muchas mujeres ya no fueron excluidas, y que pudieran competir con dorsal.
Con sólo 20 años, Kathrine quería demostrar que las mujeres podían completar la carrera y podían competir, por lo que su hazaña le dio la vuelta al mundo.
La hazaña de Kathrine Switzer
Para su inscripción al maratón, la corredora estadounidense decidió utilizar sus iniciales K.V. Switzer para que la organización no detectara que era mujer. Su astucia surtió efecto, así pudo tomar la salida junto a su pareja, su entrenador y varios corredores que la apoyaban.
Ellos también aparecen en las fotos, son quienes rodearon a Switzer para ayudarla, impidiendo que los organizadores le retiraran su dorsal.
A partir de ese maratón, Kathrine Switzer participó en muchos más maratones, conquistó el de Nueva York en 1974 y quedó segunda en el maratón de Boston de 1975, donde logró su mejor marca con un tiempo de 2 horas, 51 minutos y 37 segundos.
Pero lo más importante para ella es que su imagen “abrió el camino de las mujeres hacia la igualdad de participación en las pruebas de fondo”.
Así, Switzer se convirtió en la primera mujer en terminar un maratón con dorsal, ya que la primera mujer en completar una prueba de 42 kilómetros fue Roberta Gibb.
Ocurrió en la misma prueba pero fue un año antes, en 1966. Gibb participó de forma no oficial en el maratón más antiguo del mundo, corrió sin dorsal porque no le fue permitido, pero lo finalizó con un tiempo de 3 horas y 21 minutos.
Gibb buscaba lo mismo que Kathrine Switzer, que se aceptara la inscripción de mujeres en dicha carrera, no se consiguió en 1967 cuando Switzer corrió con dorsal, fue hasta 1972.