Un Porsche 911 RSR clásico de 1974, que alguna vez fue propiedad del notorio narcotraficante Pablo Escobar, aparentemente falló de nueva cuenta en hallar comprador en una subasta.
El auto fue originalmente conducido por la estrella de la Fórmula 1, Emerson Fittipaldi, quien corrió con el modelo 911 en la competencia estelar de la Carrera Internacional de Campeones (IROC por sus siglas en inglés) de 1974, antes de que fuera adquirido por Pablo Escobar.
El interior restaurado del Porsche 911 RSR cuenta con dos asientos tipo cubo y una barra antivuelco. (Collecting Cars/Zenger)
El automóvil estuvo a la venta en Collectingcars.com, donde se indicaba que el ganador tendría que recogerlo en Boca Raton, Florida. Es la segunda vez este año que el automóvil se encuentra en lote de subasta, según el sitio Motor Authority, que dijo que el vehículo se publicó en marzo en la plataforma de venta de automóviles de lujo DuPont Registry, con un precio inicial de 2.2 millones de dólares.
La última subasta se cerró el 8 de octubre sin una oferta exitosa. (Collectingcars.com no reveló una oferta mínima para el vehículo).
Un motor de 320 caballos de fuerza ocupa el compartimento trasero del Porsche 911 RSR. (Collecting Cars/Zenger)
El 911 es uno de los 15 vehículos de su tipo fabricados para el año inaugural de la serie de carreras, y viene con registros de propiedad que muestran que originalmente fue traído a Estados Unidos como propiedad de otra leyenda en los círculos de carreras, Roger Penske, quien después lo vendió al corredor John Tunstall. Este último lo vendió a Escobar a principios de la década de 1990.
A pesar de haber cambiado de manos tantas veces y de haber sido enviado de Estados Unidos a Colombia y de nueva cuenta a Estados Unidos, está en buenas condiciones. “No se conocen defectos en la carrocería y no hay daños ni óxido evidentes en los páneles”, decía el anuncio del sitio de subastas.
Pablo Emilio Escobar Gaviria es uno de los narcotraficantes más famosos del mundo, ya que fue el fundador y único líder del Cártel de Medellín, y se cree que fue el criminal más acaudalado de la historia.
El cártel de droga operó de 1972 a 1993, en países como Bolivia, Colombia, Perú, Centroamérica, Bahamas y Estados Unidos, y desde entonces ha sido inmortalizado en decenas de películas y series.
El cártel de Escobar monopolizó el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos durante su auge, lo que lo llevó a amasar una fortuna estimada en 30 mil millones de dólares antes de su muerte en 1993, durante un tiroteo con las autoridades colombianas en Medellín, a la edad de 44 años. Su caída marcó el fin del dominio del Cártel de Medellín sobre el tráfico de cocaína, y su rival, el Cártel de Cali, pasó a controlar gran parte de la cocaína que llegó a Estados Unidos durante la década de 1990.
Tablero del conductor en el Porsche 911 RSR, de cinco velocidades. El velocímetro alcanza una lectura máxima de 300 kph. (Collecting Cars/Zenger)
Durante su vida, Escobar gastó su inmensa riqueza en innumerables artículos de lujo, incluidas mansiones gigantes, animales exóticos y una flota de automóviles rápidos, incluido el 911. (No se sabe lo que pagó por el poderoso biplaza). Presuntamente, el capo participó en varias carreras con el coche.
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Traducción de Yerem Mújica; editado por Yerem Mújica y Melanie Slone