El ex boxeador mexicano Julio Cesar Chávez señaló que estuvo a punto de atentar contra su vida en un punto de su carrera que lo tenía todo: fama, dinero, mujeres y éxito. Mencionó que la forma en que pretendió quitarse la vida fue con un arma de fuego.
Julio Cesar, oriundo de Sonora, detalló que en el momento que quiso accionar el arma de fuego, ésta se trabó, por lo cual no pudo concluir su cometido, así lo declaró en entrevista con la revista TV Notas.
“Yo estuve a punto de matarme una vez con la pistola, nomás que se trabó”, mencionó el reconocido ex boxeador.
El ícono del box en México reveló que en aquella ocasión se encontraba con todos sus trabajadores, a quienes encerró en su casa y el se salió y fue ahí cuando estuvo a punto de matarse.
Al respecto, el ex boxeador refirió que Dios lo salvo porque antes de accionar el arma de fuego miró hacia arriba y apreció la figura de Dios, por lo cual reunió a sus empleados, quienes se hincaron debido a que aseguró que se vio la figura de Dios.
“Me salvó Dios porque cuando me iba a pegar el balazo volteé hacia arriba y miré la figura de Dios. Y mandé llamar a todos los muchachos, a mis trabajadores y se hincaron todos, se me apareció la figura de Dios arriba, en el cielo”, expresó.
Asimismo, Julio Cesar Chávez sostuvo que estuvo varias ocasiones al borde de la muerte, una de ellas fue cuando estuvo en la ciudad de Culiacán, Sinaloa. Ahí puntualizó que estuvo en el hospital por un problema de gastritis, por lo cual vomitó dos litros de sangre y se le hizo una fisura en el pecho, sin embargo, la herida se le cerró.
“Se me cerró no sé porque, por cosas del destino, pero me la vi (la muerte) cerquita”, sostuvo.
¿Porque decidió intentar suicidarse?
Además, asintió que debido a su consumo de drogas tuvo muchos problemas con Amalia, con Don King y hasta con Hacienda y agregó que se le vinieron encima todos sus problemas, por lo cual estuvo a punto de quitarse la vida con una pistola.
En tanto, subrayó que Miriam, la madre de su hijo Julio y éste último, lo notó muy desesperado, por lo cual buscó ayuda en Tijuana, sin embargo, en un principio su hijo consideró que quizá no era conveniente tenerlo en una clínica de rehabilitación. En este sentido, la figura del box mexicano dijo que lo ingresaron a rehabilitación dormido.
“En un inicio no querían meterme aquí a la clínica. Decían que era muy arriesgado tenerme aquí”, detalló.
Aunado a esto, Julio Cesar Chávez admitió que una vez dentro del centro de rehabilitación no encontró amigos sino una familia que le dio cariño a quienes consideró como hermanos.
“Aquí me dieron amor, me dieron cariño. Al principio, como todo interno que llega, pues uno no quiere estar. No queremos aceptar que estamos enfermos”, señaló.
No obstante aceptó que se fue adaptando al ambiente de rehabilitación y lo trataron muy bien y aprendió que sí se puede llevar calidad de vida limpia.
BV