Gilberto Mora no es sólo la promesa más brillante del futbol mexicano actual; también carga con la responsabilidad de la expectativa de lo que realice el equipo nacional Sub 20 en la inminente Copa del Mundo Chile 2025.
A los 16 años, el mediocampista de Xolos ya acumula un palmarés que pocos futbolistas nacionales logran en toda su carrera: campeón de la Copa Oro 2025 con la Selección Mayor y el jugador más valioso de su club, tasado en 4.5 millones de euros, según la evaluadora alemana Transfermarkt.
Sin embargo, la decisión del director técnico del Tri absoluto, Javier Aguirre, de enviarlo al certamen juvenil plantea interrogantes sobre la gestión del talento en el deporte profesional de México.
Te podría interesar
¿Es correcta esta estrategia o es una nueva evocación de los errores históricos que han llevado al fracaso a decenas de fugaces promesas mexicanas?
El dilema de Aguirre
Esta columna número 10 de Fan Pro en La Silla Rota se cierra el jueves 25 de septiembre de 2025, dos días antes del inicio del Mundial Sub 20 que concluirá el 19 de octubre. Como en cada nuevo comienzo, las expectativas resuenan en torno al nuevo protagonista de la esperanza tricolor.
El ‘Vasco’ Aguirre justificó su decisión al decir que Gilberto Mora tendrá la oportunidad de desarrollarse mejor en una máxima justa de categoría juvenil.
“Para su evolución lo mejor es que fuera a medirse con chicos de su edad y que siguiera en ese proceso de crecimiento porque es verdad que es un jugador diamante en bruto”, expuso el timonel luego de los cuestionamientos sobre el futuro del chiapaneco tras integrarlo como titular en el Tri que ganó la Copa Oro.
La idea contrasta con la presión mediática que exigía mantener a Mora en la Selección Mayor rumbo al Mundial de Norteamérica 2026. El técnico nacional reconoce que el jugador ‘adelantó’ pasos en ese proceso.
En un caso único e interesante, Glberto tiene la posibilidad única de disputar tres Mundiales en menos de un año: Sub 17, Sub-20 y el Mundial 2026. Esta oportunidad excepcional también representa un riesgo de sobreexposición sin objetivos estratégicos.
Promesas que se quedaron en eso
Sin pretender echarle sal a la herida, es ilustrativo revisar antecedentes de grandes prospectos de cracks que no florecieron.
Un caso lamentable. Martín Galván debutó en 2008 con el Cruz Azul a los 15 años, 8 meses y 25 días, el segundo debutante más joven en la historia de la Liga BBVA MX. El récord es de Víctor Mañón, quien se estrenó con el Pachuca en 2009 a los 15 años, 7 meses y 3 días. El tercero en la lista es Gilberto Mora irrumpiendo en 2024 a los 15 años, 10 meses y 4 días.
Galván llegó a ser llamado el ‘Messi mexicano’, pero su carrera se desplomó por indisciplina y falta de inteligencia emocional.
En octubre de 2009, Martín fue expulsado del Tricolor que disputó el Mundial Sub 17 de Nigeria debido a que metió mujeres al hotel donde se hospedó el equipo en León. Su acto tuvo consecuencias en su club, Cruz Azul, que lo mandó a entrenar con la Sub 20.
Pasó de ser una promesa histórica a valer apenas 25 mil euros, según Transfermarkt. Su historia ilustra cómo la falta de gestión integral puede destruir carreras prometedoras. Actualmente milita en divisiones menores españolas, lejos de los reflectores que una vez lo iluminaron.
Por cierto, Mañón tampoco destacó en el futbol profesional. Después de desempeñarse en divisiones menores de México, acabó en el Deportivo Achuapa de Guatemala.
Otra historia que no acabó como se esperaba fue la del delantero Santiago Fernández, quien a los 13 años de edad fue pretendido por el Bayern Munich, que jugó en el América y el Barcelona B.
Fracasó con el Tri Preolímpico de 2008 ante Haití, conocido como el fantasma de Carson y le costó el empleo de director técnico en jefe de las selecciones nacionales a Hugo Sánchez.
Pese a formar parte del Toluca Campeón del Apertura 2008, decidió retirarse a los 25 años tras una carrera plagada de oportunidades desperdiciadas.
El eterno escollo Sub 20
El futbol mexicano tuvo excelentes camadas de jugadores noveles Sub 17 y Sub 20, pero sin consolidar una continuidad de procesos. Aunque se coronó en la división de niños en Perú 2005 y México 2011, no se concretó una evolución en el paso a la siguiente categoría.
La Selección Mexicana acumula siete ausencias en Mundiales Sub 20, incluido el fracaso histórico más reciente de 2022, cuando fue eliminada por Guatemala en series de definición desde el manchón penal dentro de los Cuartos de Final del selectivo realizado en Honduras.
Así, esta generación tampoco clasificó a los Juegos Olímpicos París 2024 , cuya participación también estaba en juego, y toda una serie de elementos interesantes que daban la edad se quedaron en el limbo, incluyendo a Marcelo Flores, Santiago Muñoz y Eugenio Pizzuto. Fue parte de la racha funesta de las Selecciones Mexicanas que desembocó en una de las peores participaciones mundialistas de mayores en Qatar 2022.
Los máximos logros del Tri Sub 20 en Mundiales son el subcampeonato de la edición URSS 1977 y el tercer lugar de Colombia 2011.
¿Quién gestiona la marca de Gilberto Mora?
Gilberto Mora representa un activo financiero en constante apreciación. Su valor de mercado pasó de 1 millón de euros en agosto de 2024 a 4.5 millones en septiembre de 2025]. Esta revalorización del 350 por ciento en 13 meses refleja el impacto del momento que atraviesa.
La cotización de un jugador de futbol profesional depende del rendimiento, exposición mediática y gestión de marca. El economista deportivo Simon Chadwick de la Universidad de Skema explica que “los jóvenes talentos requieren estrategias de marca específicas que protejan su valor a largo plazo".
Es evidente que hay más riesgo de fracaso o depreciación de los jugadores muy jóvenes si hay ausencia de gestión o si se toman malas decisiones.
Quizás el modelo internacional de protección del talento es el de La Academia Barcelona: Desarrollo integral desde La Masía.
El club blaugrana desarrolló un modelo de formación que protege a sus jóvenes talentos mediante programas educativos, seguimiento psicológico y gestión mediática controlada. Lamine Yamal, de 16 años, es tratado como un crack juvenil, pero a la vez como una inversión a largo plazo con exposición gradual.
En Brasil, Endrick fue gestionado cuidadosamente desde los 16 años de edad. Su traspaso al Real Madrid en 2024 por 72 millones de euros incluye cláusulas de protección que limitan su exposición mediática.
Juni Calafat, jefe de scouteo del Madrid, el mismo que también fichó a Vinicius Júnior y Rodrygo cuando eran adolescentes, viajó personalmente para cerrar el acuerdo, demostrando la inversión que realizan los clubes europeos para proteger sus inversiones.
Cuando se navega a la deriva
México carece de programas sistemáticos de gestión de imagen para sus jóvenes promesas. Mientras las academias europeas incluyen cursos de media training y gestión digital, el futbol mexicano sigue enfocándose únicamente en el aspecto deportivo, y muchas veces no de la mejor manera.
La investigación de la Universidad de Valladolid sobre el Impacto de los jóvenes talentos en el mundo del futbol revela que 85% de las promesas juveniles no alcanzan su máximo potencial por deficiencias en programas de desarrollo. El estudio identifica cuatro etapas críticas: detección, identificación, desarrollo y selección.
En México se genera la percepción de no saber qué hacer al respecto, cuando ya hay algunos esfuerzos que deben depurarse en una línea ascendente.
La Federación Italiana firmó en 2022 un convenio con la Liga BBVA MX para monitorear jugadores desde los 13 años, evitando transacciones forzadas a los 18. Esta colaboración internacional representa un modelo replicable con otras federaciones europeas.
El Mundial Sub 20: ¿Oportunidad o trampa?
México regresa al Mundial Sub 20 tras seis años de ausencia. La Selección enfrentará a Brasil, España y Marruecos en el llamado ‘grupo de la muerte’. Eduardo Arce, director técnico del Tri Sub 20, tiene la responsabilidad de gestionar expectativas sin quemar a sus pupilos.
La participación de Gilberto Mora en este torneo debe funcionar como un ensayo de laboratorio de su capacidad para manejar presión internacional en un evento de máxima exigencia, no como examen definitivo de su proyección. El objetivo debe ser su desarrollo a mediano plazo, no resultados inmediatos que comprometan su futuro.
México necesita profesionalizar la gestión de sus promesas mediante programas de desarrollo que incluyan educación, seguimiento psicológico, gestión de marca y protección mediática para evitar que Gilberto Mora sea otro fruto malogrado caído del árbol de talentos desperdiciados.
