Pedro Duana, exjugador de futbol profesional, compartió un episodio clave de su juventud que marcó su trayectoria: aunque desde niño era ferviente aficionado del América, una mala experiencia durante una prueba con el club de Coapa lo llevó a tomar una decisión inesperada y firmar con Cruz Azul, equipo donde más adelante haría historia, aunque no pudo ser campeón.
Jugó con Cruz Azul principalmente en la década de 1980 y también vistió las playeras de Atlas, Santos y Pachuca, donde se retiró. Se le reconocía por ser tácticamente disciplinado, con gran claridad de pase y visión de juego, características que lo volvieron una pieza funcional en el esquema del equipo.
Con los de la Noria saldría subcampeón de liga en las temporadas 1986-87, 1988-89 y 1994-95, y de copa en la 1987-88.
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También fue seleccionado nacional. Debutó con el Tri el 2 de marzo de 1994 en un amistoso contra Colombia. Cuando estaba cerca de ser convocado para el Mundial de Estados Unidos, y con oferta para migrar a Europa en puerta, una lesión lo alejó de las canchas por alrededor de ocho meses.
Figuras como Luis Fernando Tena y periodistas deportivos como Paco Villa han hablado de Duana como un jugador “muy técnico, con cabeza para jugar”.
Probándose para el futbol profesional
Pedrito Duana, como lo conoce la gente del futbol mexicano y la afición de Cruz Azul compartió esta experiencia en el videopodcast del periodista David Medrano.
Duana, quien formaba parte del IMSS, fue observado por el entonces entrenador Antonio Munguía, de Cruz Azul, durante un partido en el que incluso le anotó un gol al equipo celeste. Munguía no solo lo invitó a una prueba, sino que le ofreció apoyo material y económico, incluyendo ropa, zapatos deportivos y algo de dinero, además de la promesa de una oportunidad real en Primera División.
Probándose con América... y anotándoles
Al mismo tiempo, Duana tuvo la oportunidad de probarse también con el América, en la categoría de reservas centrales, donde igualmente destacó con un gol. Pero la experiencia que había soñado toda su vida —vestir los colores azulcremas— se convirtió en un momento amargo.
“Desde niño era muy americanista”, recordó Duana.
Sin embargo, relató que durante su prueba recibió un trato muy feo por parte de sus compañeros, lo que describió como “un desprecio muy fuerte”.
La decisión que marcó su carrera
Lejos de sentirse parte del equipo de sus sueños, Duana se sintió como un "frijolito negro" y vivió la situación como una verdadera humillación. Esa experiencia, a pesar de su amor por el América, lo llevó a decidirse por Cruz Azul, donde encontró un entorno más humano y menos hostil.
"Preferí irme a donde me trataron bien", dejó claro.
Duana no es el único jugador que ha tenido que elegir entre el corazón y la oportunidad profesional, pero su historia resalta cómo el trato humano puede pesar más que la pasión por un escudo.
