En México, el fútbol es más que un deporte: es una pasión nacional que despierta sueños en miles de jóvenes que ven en la Liga MX una oportunidad de gloria. Sin embargo, pese al talento que abunda en las canchas de barrios, escuelas y fuerzas básicas, la mayoría de los futbolistas no logran consolidarse en el máximo nivel de competencia profesional. Diversos factores explican por qué tantos proyectos de jugador se quedan en el camino, y por qué el salto de las divisiones inferiores al primer equipo sigue siendo una barrera difícil de romper en muchos clubes del país.
Uno de los obstáculos más frecuentes es la falta de continuidad y confianza en los jóvenes por parte de los cuerpos técnicos. Aunque muchos clubes tienen estructuras de formación bien establecidas, la transición del futbolista de las categorías menores al primer equipo depende de las decisiones de entrenadores que, presionados por los resultados inmediatos, prefieren apostar por jugadores experimentados o extranjeros ya consolidados. Esta dinámica limita las oportunidades reales de debut y desarrollo para los talentos emergentes.
En la Liga MX, existen equipos con contextos más propicios para dar cabida a nuevos talentos. Clubes como Pachuca, Santos Laguna o Atlas han demostrado, con hechos, una vocación formativa más sólida y consistente. En estos equipos, es común ver debuts de jugadores menores de 20 años que rápidamente ganan minutos y continuidad, lo que favorece su crecimiento deportivo. La razón principal de esta apertura está en los proyectos deportivos a largo plazo, la confianza institucional en sus canteras y la necesidad económica de formar y vender futbolistas como parte del modelo de negocio.
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Por otro lado, hay equipos donde el debut de jóvenes se vuelve mucho más complicado, ya sea por la presión de la afición, el perfil del club o la filosofía del cuerpo técnico. Conjuntos como Tigres, Monterrey o América, que regularmente invierten fuertes sumas en fichajes internacionales y cuentan con planteles amplios y de alta jerarquía, tienden a cerrar las puertas a los canteranos en el corto plazo.
¿Por qué algunos futbolistas no llegan a consolidarse en primera división?
Contexto: Otra de las razones por las que muchos futbolistas no llegan a consolidarse es la falta de preparación mental y emocional. El salto al profesionalismo exige mucho más que habilidad con el balón: requiere disciplina, compromiso, manejo de la presión y una madurez que no todos logran alcanzar a tiempo. A esto se suma el entorno familiar y social, que en muchos casos no está preparado para acompañar al joven atleta en un proceso de alto rendimiento. Tentaciones como el dinero fácil, la fama prematura o los malos hábitos pueden desviar carreras prometedoras en cuestión de meses.
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La infraestructura desigual en las fuerzas básicas también contribuye a que el talento no siempre se desarrolle de forma adecuada. Mientras algunos clubes cuentan con instalaciones de primer nivel, acceso a nutrición, psicología deportiva y entrenadores capacitados, otros apenas pueden sostener programas formativos sólidos. Esta disparidad hace que el desarrollo de jugadores sea inconsistente, y que solo unos cuantos logren destacarse lo suficiente como para llegar a la Liga MX.
Algo que no se debe perder de vista son las lesiones. Estos infortunios suelen alejar de las canchas a muchas estrellas ya consolidadas o en camino a la titularidad. Las tan temidas lesiones son eventos que en gran parte de los casos suelen llegar sin avisar y sin que el jugador pueda tener control sobre ellas; sin embargo, en otros casos estas son resultados de mala preparación, excesos en algunos aspectos como la mala alimentación, la sobrecarga muscular o la falta de preparación correcta antes de cualquier actividad física.
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¿Por qué es importante para los deportistas tener un "trabajo extra" más allá del deporte?
El promedio de vida deportiva termina entre los 30 y 35 años, dejando a muchos sin preparación profesional o ingresos estables. La falta de un plan de retiro para atletas obliga a que muchos busquen empleos paralelos desde el inicio de su carrera.
Tener un “plan B” ya no es opción sino una estrategia de supervivencia, esto sin importar si son deportistas de alto rendimiento, es decir de élite y por lo cual perciban muy buenos sueldos, ya que en caso de que tengan una mala administración, si fortuna se puede volver nada.
En ese sentido, diversos entrenadores alientan a sus atletas a estudiar y capacitarse, incluso si eso implica reducir su tiempo de entrenamiento. La resiliencia y adaptabilidad se vuelven habilidades clave más allá del rendimiento físico. A continuación te compartimos el caso de un ex jugador del Atlas que encontró el éxito fuera de las canchas y que hoy es una figura reconocida a nivel mundial.
De fracasar como futbolista en la Liga MX a brillar en Bélgica
¿Te suena el nombre de Alan Andreu? pues esta persona es un mexicano que debutó en uno de los escenarios más importantes de la música electrónica a nivel mundial: Tomorrowland, conocido en la escena como Alure, y el cual hizo vibrar al público del escenario Melodía, llevando su historia de transformación y resiliencia a un nuevo nivel.
La historia de Andreu no comenzó entre sintetizadores y consolas, sino en las canchas de fútbol. Exjugador del Atlas, Alan llegó a disputar encuentros en segunda división con la esperanza de alcanzar la élite del balompié nacional. Sin embargo, una serie de lesiones truncaron su carrera.
“Estuve más cerca de lo que se puede de la primera división, así que fue algo muy doloroso y difícil de asimilar. Llegué a un punto en que no sabía qué hacer con 19 o 20 años”, contó en entrevista para Contra.
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Fue entonces cuando, con el apoyo incondicional de sus padres, Andreu decidió dar un giro radical a su vida. Se fue a estudiar producción musical y adoptó el nombre artístico de Alure, impulsado por su pasión por la música electrónica que cultivó desde los 15 años.
Su nombre ya ha figurado en grandes carteles como el EDC y Corona Capital en México, pero su presentación en el Olimpo de los festivales de electrónica es, sin duda, el hito más importante de su carrera hasta ahora. Un logro que incluso llamó la atención del legendario Jorge Campos, quien se le acercó en una de sus presentaciones para pedirle una foto.
Con más de 600 DJ 's convocados en Tomorrowland, Alure se une a un selecto grupo de mexicanos que han pisado este escenario, como Mariana Bo, Tom & Collins y Mr Pig. Después de su presentación en Boom, Bélgica, el mexicano continuará con tres presentaciones en Madrid y una más en Almería, antes de tomar un merecido descanso con su familia en México.
AJA
