El 6 de octubre de 1993, el mundo del deporte se sorprendió cuando Michael Jordan, la figura y superestrella de la NBA anunció su primer retiro del baloncesto profesional. Con 30 años de edad, y en la cima de su carrera tras haber conseguido el primer "three-peat" (tres campeonatos consecutivos) con los Chicago Bulls.
La verdad detrás de su retiro
El histórico basquetbolista explicó en su conferencia de prensa que había perdido el deseo de seguir jugando y sentía que había llegado a la "cima de su carrera" sin tener "nada más que probar", hubo otros factores personales.
La razón más significativa fue la tragedia que vivió con el asesinato de su padre, James Jordan, quien fue asesinado a los 56 años mientras dormía en su coche a un lado de una carretera en Lumberton, Carolina del Norte. El vehículo, un Lexus de alta gama, había sido un regalo de su famoso hijo, y James estacionó para descansar, sin imaginar que moriría en un intento de asalto.
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Las apuestas también habrían sido un factor, estos escándalos explotaron en 1993, cuando se supo que Jordan había perdido casi $60,000 dólares con un corredor de apuestas que luego fue detenido por tráfico de drogas.
Michael Jordan dio el salto al beisbol
Tiempo después de retirarse, Jordan decidió iniciar una carrera en el béisbol profesional, un deporte que su padre había amado y que Michael había practicado de niño.
La estrella de la NBA inició su faceta en el béisbol como un nuevo desafío, y en febrero de 1994, Jordan firmó con la organización de los Chicago White Sox (cuyo propietario, Jerry Reinsdorf, también era dueño de los Bulls).
Su camino inició al ser asignado a la filial Doble-A, los Birmingham Barons, donde se convirtió en jardinero novato. Jordan demostró compromiso a pesar de tener 31 años y poca experiencia reciente en el deporte.
En su temporada con los Barons, Jordan jugó 127 encuentros. Sus estadísticas incluyeron un promedio de bateo de .202, con 88 hits, 17 dobles, un triple y tres jonrones.
Su regreso a la NBA
El paso de Jordan por el béisbol terminó a principios de 1995 debido a la huelga sindical entre propietarios y jugadores de la MLB, y Jordan decidió entrenar de nuevo con los Bulls.
El 18 de marzo de 1995, anunció con un fax de dos palabras: “I’m back” (He vuelto). Oficialmente regresó a la duela el 19 de marzo de 1995, en un partido contra los Indiana Pacers. Curiosamente en su regreso tuvo que usar el número 45, ya que el icónico 23 había sido retirado en su honor por los Bulls. Su primer juego fue difícil; anotó 19 puntos, fallando 21 de sus 28 tiros de campo, y los Bulls perdieron en tiempo extra.
Pero Jordan rápidamente se repuso y anotó 55 puntos contra los New York Knicks en el Madison Square Garden (el 'Double Nickel Game').
A partir de la temporada 1995-96, Jordan, vistiendo de nuevo el número 23, condujo a los Bulls a su segundo "three-peat", incluyendo la temporada récord de 72 victorias y 10 derrotas, consolidando aún más su legado como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
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