Los Redskins se encuentran, desde hace un tiempo, en problemas institucionales y polémicas que han llevado a la directiva a estar en diversos medio y no precisamente por los triunfos del equipo.
Los ahora llamados Washington Commanders, a pesar de haberle quitado el invicto a los Philadelphia Eagles, no paran de encontrarse en medio de polémicas que no podrían creerse en la década de los 80 cuando contaban con una imagen distinta.
La última vez que jugaron la ronda divisional fue en 2005 (tras superar el juego de comodín) y, desde entonces, sus únicas apariciones en los 'playoffs' han sido cuatro derrotas en el 'wild card game' (2007, 2012, 2015 y 2020).
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Pese a esto, sí tiene mérito el papel de Ron Rivera, como líder del equipo, de haber sabido aislar a los jugadores de todas las polémicas que rodean a la institución para seguir compitiendo (actualmente son cuartos en el duro Este de la Nacional con 5-5).
Los pobres resultados deportivos no son los que cuestionan la gestión del actual propietario, Dan Snyder.
Actualmente se escriben más crónicas y artículos sobre el equipo en relación a lo que sucede en sus oficinas que de los partidos del FedEx Field.
La actual propiedad arrastra desde hace años reclamos de empleados, mayoritariamente mujeres, que denuncian un ambiente tóxico de trabajo.
A esto hay que sumarle varias denuncias hacia gestores de la institución por agresión sexual a trabajadoras, hasta el punto que la propia NFL impuso una multa a la institución de 10 millones de dólares acompañada de una investigación de la exfiscal Beth Wilkinson.
Por si eran pocos problemas, la semana pasada se conoció que la oficina del Fiscal General de Washington DC, Karl A. Racine, ha estado investigando a la franquicia por colusión y posibles irregularidades financieras.
La primera, y principal consecuencia, ha sido una denuncia dirigida a la franquicia, a su dueño, a la NFL y al comisionado de la liga (Roger Goodell).
"Los Commanders y Dan Snyder mintieron a los residentes de DC sobre lo que sabían, de unos hábitos tóxicos de acoso sexual en el ambiente laboral, y luego firmaron un acuerdo secreto con la NFL y el comisionado Goodell que ocultó la verdad, en un esfuerzo por proteger sus ganancias", comentó Racine.
Ante este panorama, la respuesta inicial de Commanders enfrentó aún más a la franquicia con las autoridades.
Un día antes de que se conociera la denuncia, criticaron a Racine que se esté centrando más en su última etapa de mandato en señalar al equipo en lugar de enfocarse en el peligro de las calles y la inseguridad de la ciudad.
Utilizaron como ejemplo el incidente sufrido en agosto por el corredor novato Brian Robinson Jr., atracado a punta de pistola y que terminó siendo intervenido de urgencia por recibir dos disparos.
Con semejante escenario, los rumores de venta de la franquicia se han disparado y han terminado por convertirse en un hecho una vez que ha transcendido que Snyder ya ha iniciado el proceso junto a Bank of America para considerar una venta potencial de la institución.
Ya aparecen nombres muy importantes vinculados con la compra del equipo como el de Jeff Bezos, fundador de Amazon.
"Simplemente tenemos que esperar y ver qué pasa", dijo Bezos recientemente a CNN.
Se habla también de Jay-Z como su 'compañero de viaje' en esta aventura.
Bezos es un gran aficionado al fútbol americano -lo practicó de niño en Texas- y Prime Video se ha hecho con los derechos de retransmisión de los partidos de los jueves por la noche de la NFL.
Otro famoso vinculado a una posible compra es el actor Matthew McConaughey, declarado seguidor de los Commanders y que ya forma parte del grupo propietario de Austin FC (MLS).
No parece que él en solitario pueda hacer frente a una operación así pero sí puede encabezar un grupo inversor.
Es una situación similar a la de Kevin Durant, que también es aficionado de los Commanders y ha invertido previamente en otras franquicias deportivas como Philadelphia Union (MLS).
Según la revista Forbes, los Commanders son el octavo equipo más valioso del mundo (empatado con los Golden State Warriors de la NBA) con 5.600 millones de dólares.
¿Pero quién iba a pensar hace unas décadas que comprar un gigante del deporte como los Commanders supondría adquirir también numerosos problemas? El nuevo dueño deberá aportar mucho trabajo para devolverle la grandeza a la institución, pero mientras tanto Snyder continúa su huida hacia adelante. EFE
CAO