Las primeras pastelerías en la Ciudad de México surgieron durante el Virreinato, influenciadas por la repostería europea, especialmente la española y francesa. Estos establecimientos eran exclusivos y atendían principalmente a las élites. Con el tiempo, los saberes reposteros se popularizaron, y surgieron talleres que comenzaron a diversificar el gusto capitalino.
Durante el Porfiriato, la influencia francesa se consolidó con fuerza en la repostería, marcando un estilo elegante y refinado en pasteles y panecillos. Aparecieron locales emblemáticos en el Centro Histórico que ofrecían delicias como el milhojas o la tarta de frutas, convirtiéndose en referentes del buen gusto y sofisticación urbana.
En el siglo XX, las pastelerías se democratizaron y expandieron a distintos barrios, adaptándose a los gustos populares y a las nuevas dinámicas urbanas. Aunque muchas cerraron, algunas han resistido el paso del tiempo, manteniendo recetas tradicionales y siendo espacios de memoria, identidad y convivencia en la vida cotidiana de la ciudad; como ocurrió con este negocio de la Ciudad de México.
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¿Cuál es la historia de la panadería de la CDMX con más de 80 años de servicio?
Contexto: se trata de la Pastelería Madrid, uno de los establecimientos más importantes del Centro Histórico de la Ciudad de México. Fue fundada en 1939 en la calle 5 de febrero, por inmigrantes españoles, quienes se inspiraron en su país, tal como se relata en la galería de fotografías que se encuentra en el interior del negocio.
De hecho, comenzó como una bizcochería y una panadería, hasta que tras muchos años, decidieron incorporar una fuente de sodas y una sección de comida, las cuales se abrieron a finales de la década de los 60. Su logotipo representa la icónica Fuente de Cibeles, con la diosa griega de la fertilidad montada en un carro tirado por leones.
Desde entonces y hasta la fecha, la Pastelería Madrid ha estado en el mismo edificio desde hace más de 80 años, que de hecho, una década antes de su inauguración, albergó una tienda de discos y fonógrafos, así como una sombrerería. En 2007 y gracias a la fama, abrieron su segunda sucursal en República de Uruguay 81.
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Más de 80 años de panes, pasteles y comida en el Centro Histórico
Una vez que entras a la Pastelería Madrid, eres recibido por el aroma del pan recién horneado y por sus más de 80 tipos de productos que, junto con su barra de café tradicional, logran crear una atmósfera donde el color y el sabor de cada uno de los panes le da al comensal una experiencia inigualable.
Algunos de los panes que se pueden degustar dentro del local van desde las tradicionales conchas, orejas y cuernitos hasta incluso otros más elaborados como las tartas de durazno, panque de almendra y cubilete de queso; eso sí, los bolillos, teleras, pan español, panque, pan de caja, donas y hojaldres no pueden faltar.
Sin embargo, la especialidad de la Pastelería Madrid son los pasteles a un precio razonable; de igual manera y gracias a la popularidad del negocio fue como incorporaron otros platillos como las enchiladas verdes, tortas y tacos de guisado, siendo además una lonchería y una fuente de sodas.
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Ir a la Pastelería Madrid es más que comprar pan; es valorar una tradición panadera profunda y reconocer la resiliencia de este lugar casi centenario, que ha logrado mantenerse vigente en la Ciudad de México contemporánea, adaptándose al presente sin perder el vínculo con su historia y su identidad original.
