CÓNCLAVE

Inició el histórico cónclave: ¡fuera todos!

Tras la frase solemne "Extra omnes" ("todos fuera"), las personas ajenas al cónclave abandonaron de inmediato la Capilla Sixtina y en ese momento se cortaron las señales telefónicas al interior del Vaticano. | Fred Álvarez

Escrito en OPINIÓN el

"I singoli Cardinali elettori, secondo l’ordine di precedenza, prestano il giuramento con la seguente formula: Et ego N., Cardinális N., spóndeo, vóveo ac iuro. Sic me Deus ádiuvet et haec Sancta Dei Evangélia, quae manu mea tango". Esto dijo cada uno de los 133 cardenales electores poniendo la mano sobre los Evangelios.

A las 9:46 horas de México, una vez que juramentaron los 133 cardenales electores, las puertas de la Capilla Sixtina fueron cerradas por Diego Ravelli, maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias para el inicio del cónclave, lanzando la frase solemne "Extra omnes", es decir: "Todos fuera", luego de la cual todas las personas ajenas al cónclave abandonaron  de inmediato la Capilla Sixtina.

En ese momento se cortaron las señales telefónicas en el interior del Vaticano para aislar a los 133 cardenales, procedentes de 70 países, momento en el cual quedaron aislados del mundo exterior. No podrán comunicarse con nadie, salvo entre ellos, y lo que ellos hagan deben  guardarlo en secreto.

Dio inicio al histórico cónclave, ¡fuera todos!

En la primera votación no hubo acuerdo, es normal. Justo a las 13:02 horas, 30 mil personas vieron salir humo negro, pero hubo confusión al respecto. Sergio Rubín, enviado especial del periódico El Clarín, reportaba desde la terraza de un edificio cuando comenzó a ver un fuerte humo proveniente de otro edificio cercano, y ese humo resultó ser un incendio cercano al Vaticano que puso en alerta a todos los periodistas…

El humo negro comenzó a salir de la chimenea sobre la Capilla Sixtina a las 21.02 hora de Roma, 13:02 de México, poco más de tres horas después de que empezara formalmente el cónclave.

Exabrupto de Re, ¿pecado menor?

Horas antes, Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, se le olvidó mencionar el nombre del papa Francisco en la misa Pro eligendo Romano Pontífice, un pecado menor ya que Re sabe que en las misas de 2005 y 2013 sí se habló de Juan Pablo II, fallecido el 2 de abril de 2005 y de Benedicto XVI, quien había renunciado el 11 de febrero de 2013. Pero fue nota y generó enojo entre los seguidores de Francisco.

Otro dato fue el saludo efusivo a Pietro Parolin, en el momento del saludo de la paz no solo le dio un abrazo efusivo sino que  se inclinó hacia él y  le susurró una frase que, aunque fuera de micrófono, fue  audible, le dijo  “Auguri... doppi”, o “felicidades por partida doble”, en español.

En efecto, se trata de un reconocimiento del papel que desempeñará Parolin durante el cónclave, ya que, como Secretario de Estado y cardenal elector más antiguo le corresponde presidir las sesiones del cónclave; o sea no solo dirige el colegio sino que puede ser nombrado papa; histórico, si ocurre.

Nos dicen que se debe guardar el secreto del cónclave, e incluso está penado con la excomunión automática latae sententiae

Haciendo memoria recordamos que a las 12:06 horas del miércoles 13 de marzo de 2013 vimos salir humo blanco de la chimenea de la Capilla Sixtina. El repique de campanas en la Plaza de San Pedro confirmó el signo de la nube: habemus papam. El cardenal jesuita Jorge Mario Bergoglio se convirtió en el papa número 266, fue nominado en la sexta votación, en el segundo día del cónclave, por 85 de 115 cardenales presentes (faltaron dos).

¿Cómo fue la elección del papa Francisco?

En las reuniones previas al cónclave en marzo de 2013 cuando el cardenal Murphy-O'Connor, quien no participó en el cónclave por haber superado la edad de 80 años, pero que sí estuvo presente en las congregaciones generales previas, junto con otros cardenales europeos con mentalidad reformista comenzaron a impulsar la candidatura de Jorge Mario Bergoglio. En el libro “El gran reformador”, el biógrafo de Francisco, Austen Ivereigh,  relata una cena en el Colegio Norteamericano —el seminario de EU en Roma— el 5 de marzo de 2013 a la que fueron invitados Murphy-O’Connor y el cardenal australiano George Pell (RIP), en dicha ocasión el cardenal británico destacó las cualidades de un posible primer papa latinoamericano. “Organizó varias de estas cenas y creo que hubo algunos de ellos involucrados, algunos que se habían convencido de que Bergoglio era lo que la Iglesia necesitaba”, manifestó Ivereigh; finalmente lo consiguieron.

Precisó que el único que puede romper el secreto pontificio sin ser excomulgado es el papa, y quizá fue la fuente de Gerard O’Connell, corresponsal de la revista jesuita America Magazine, quien reconstruyó lo ocurrido la noche del 12 de marzo de 2013 en la casa Santa Marta.

En el libro "The election of Pope Francis" ("La elección del papa Francisco: un relato íntimo del cónclave que cambió la historia") del periodista irlandés, se reveló que Bergoglio alcanzó los 85 votos en la quinta votación, dejando atrás a Angelo Scola, con lo que consiguió en ese entonces el “Habemus Papam”. Comentó, citando fuentes internas, que también sonaron con fuerza en las primeras votaciones las candidaturas de quien fuera prefecto del Dicasterio para los Obispos, Marc Ouellet; y del presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, Cardenal Sean O’Malley.

El cónclave inició la tarde del martes 12, había 115 cardenales presentes y en la primera votación Scola obtuvo 30 y Bergoglio 26, le siguieron Marc Ouellet con 22; Sean O’Malley con 10 y  el brasileño Odilo Scherer 4. Leonardo Sandri obtuvo uno.

Esa noche, relata O’Connell, hubo reunión secreta en la residencia de Santa Marta y confabularon -se pusieron de acuerdo- algunos cardenales, lo cual rindió frutos; ya se habían celebrado reuniones pre cónclave. Al día siguiente, el miércoles 13 de marzo, la candidatura del jesuita se fue a los cielos. En en el segundo escrutinio superó a Scola (38) al obtener 45 votos, pero seguía en la pelea Ouellet. En el tercer escrutinio Francisco llegó a 56 y Scola a 42, en tanto Oullet bajó a 14. O'Connell comenta que  en algún momento de la votación, Ouellet dejó su candidatura y dio su apoyo a Bergoglio.

El autor del libro revela que después de esta votación, Scola le pidió al bloque de cardenales que lo apoyaban que se fueran a favor de Bergoglio, pero horas después vino la perversión. Algunos prelados que no querían al jesuita intentaron boicotear diciendo que sólo tenía un pulmón y plantearon una supuesta complicidad con la dictadura argentina.

Afortunadamente el hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga desmintió la versión. Bergoglio se retiró a orar y a dormir un poco, y en la cuarta elección de la tarde obtuvo 67 votos, Scola 32 y Ouellet obtuvo 13. En ese escrutinio la sorpresa fue la llegada de Vallini, entonces vicario de Roma. 

“¿Significaba que alguien a último minuto quería bloquear la trayectoria de Bergoglio hacia el papado? Cualquiera que fuera el motivo, fue una movida fútil”, escribe O’Connell.

Así llegó la quinta votación que quedó anulada porque la papeleta de un cardenal quedó pegada a otra, y finalmente Bergoglio fue electo en la sexta votación con 8 votos más que los necesarios, obtuvo 85. Aún así, Scola se quedó con 20, Ouellet con 8, y Vallini con 2.

O’Connell detalla en el libro que en medio del júbilo no todos estaban contentos por el nombramiento, pero ocurrió que cuando los aplausos terminaron, Bergoglio se levantó y fue a bendecir y darle un abrazo a su hermano Angelo Scola. Así se cerró el cónclave, y lo que siguió fue ver al cardenal protodiácono francés, Jean Louis Tauran, saliendo al balcón principal de la Basílica: “Annuntio vobis gaudium magnum. ¡Habemus Papam! Eminentissimum ac reverendissimum dominum”, y en latín indicó el nombre de Bergoglio.

En 2024, el periodista Javier Martínez Brocal publicó el libro "El sucesor", en el que Francisco sacó a la luz otros detalles, incluso del cónclave del 2005 en el fue elegido Benedicto XVI. Francisco comentó que en el cónclave del 2005, los cardenales electores usaron su nombre para “bloquear la elección de Ratzinger y después negociar un tercer candidato diferente”.

“Sucedió que yo llegué a tener cuarenta de los ciento quince votos en la Capilla Sixtina. Eran suficientes para frenar la candidatura del cardenal Joseph Ratzinger, porque si me hubieran seguido votando, él no habría podido alcanzar los dos tercios necesarios para ser elegido papa”, narró.

Comentó que lo quisieron usar y ya estaban pensando en proponer a otro cardenal. Para fortuna no estaban de acuerdo sobre quién, pero ya estaban a punto de lanzar un nombre”, incidió en el libro. En efecto, más allá de lo que se especuló en la película "Los dos papas", en la que también hubo cosas reales como la renuncia, siempre hay cardenales que hacen cabildeo a favor o en contra, y Bergoglio tuvo muchos que le ayudaron. En el fondo creo que fue el mismísimo Benedicto XVI quien le pagó aquel favor del cónclave de abril de 2005.

¿Por qué Benedicto XVI ayudó a Bergolio?

“Cuando se eligió a Joseph Ratzinger, el cónclave duró dos días; el duelo se dio entre Ratzinger y Bergoglio. En el primer escrutinio Ratzinger logró 47 votos frente a 10 de Bergoglio. Carlo María Martini tuvo nueve sufragios seguido por Camillo Ruini, con seis. Ángelo Sodano tuvo cuatro, y el hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga y el arzobispo de Milán, Dionigio Tettamanzi, tuvieron dos votos cada uno. En la segunda votación, Ratzinger obtuvo 65 votos y Bergoglio 35. En la tercera Ratzinger logró 72 frente a los 40 de Bergoglio. ¡Ahí quedó bloqueada la elección!

El “duelo” terminó cuando Bergoglio, con los ojos llenos de lágrimas, pidió que no lo votaran. Al retirarse (Bergoglio) de la contienda, Joseph Ratzinger habría ganado. Sin el retiro del argentino, Ratzinger no hubiera sido papa.

Así, se llegó a la cuarta votación. Ratzinger superó el quórum de los 77 votos; en la Sixtina hubo un momento de silencio, seguido de un largo aplauso. Benedicto XVI fue elegido con 84 votos, y 26 fueron para el arzobispo de Buenos Aires.

Ocho años después, Bergoglio fue nombrado papa y los agradecimientos con su predecesor, con Benedictus XVI fueron  hasta la muerte ocurrida el 31 de diciembre de 2022

¿Qué sigue?

Esta noche será el cabildeo, como ocurrió en 2013. Este jueves 8 de mayo están programados cuatro escrutinios, dos por la mañana y dos por la noche, si después de tres días completos de votaciones, no se han conseguido los 89 votos, los purpurados deberán tomar una jornada de reflexión y oración. ¿Quién será el nuevo papa? Confieso que no lo sé, pero seguramente habrá un acuerdo en menos de tres días.

Fred Álvarez

@fredalvarez