CIUDAD DE MÉXICO

Por una mejor CDMX para 2026

En vísperas de entrar a un nuevo año quisiera invitar a los habitantes y usuarios de la CDMX a contribuir para hacer de ésta una mejor ciudad a partir de 2026. | Clara Jusidman

Escrito en OPINIÓN el

En vísperas de entrar a un nuevo año quisiera invitar a los habitantes y usuarios de la CDMX a contribuir para hacer de ésta una mejor ciudad a partir de 2026.

Algunas propuestas se me fueron ocurriendo después de visitar uno de esos enormes centros comerciales en donde entre luces y adornos de navidad los comercios, repletos de mercancías y con engañosas ofertas, nos invitan a gastar y endrogarnos.

Nos ofrecen toda una variedad de nuevos juguetes, miles de mercancías absolutamente prescindibles, horrorosos suéteres con grandes figuras de navidad, adornos inflables que en el exterior de nuestras viviendas se convierten en coloridos plásticos colgantes, sin aire.

Empiezo sugiriendo que deberíamos comprender que la gran cantidad de luces y series de foquitos que ponemos en los comercios, afuera de nuestras casas o en los árboles de navidad generan tal demanda adicional de energía que la CFE tendrá cada vez más dificultades para solventarla dada la nula inversión del gobierno, desde hace varios años, en los complejos sistemas de distribución de electricidad.

Al observar en ese centro comercial a tantas personas mayores y con discapacidad sería maravilloso que los desarrolladores inmobiliarios y el propio gobierno asumieran que es una ciudad que está envejeciendo y que deberían poner más bancas en el interior de los centros comerciales, en las calles, en los espacios públicos, así como en los lugares donde se hacen largas filas para acceder a algún servicio. 

A los automovilistas y operadores de vehículos les pediría se hicieran de paciencia y respetaran el derecho de los otros a transitar sin riesgo por la ciudad. Por ejemplo, esperar en las filas que les corresponde para entrar o salir de las vías rápidas; permitir y ceder el paso alternado de vehículos en los cruces; evitar pararse en doble fila y en lugares donde claramente obstaculizan el flujo vehicular.  

En una metrópoli tan extendida como el área metropolitana de la CDMX si no adoptamos una cultura respetuosa al transitar por la ciudad, habrá un mayor número de accidentes y la movilidad urbana será cada vez más pesada y estresante.

Es indudable que las autoridades tienen que cuidar y mantener la infraestructura de calles y avenidas, el alcantarillado, mejorar las señalizaciones y evitar que los policías manejen los semáforos, pero es imposible que puedan vigilar nuestro comportamiento personal al circular por la ciudad.

Una petición especial a los miles de motociclistas que ahora aparecen por todos lados: conduzcan con sensatez y respeten las reglas no sólo por sus propias vidas sino porque ponen en riesgo a quienes los acompañan, a los transeúntes y a otros conductores de vehículos. Una de las principales causas de muerte de personas jóvenes son los accidentes de tránsito y con frecuencia se debe a ese sentido de invulnerabilidad que acompaña a las juventudes.

Pero posiblemente mi más importante petición para el 2026 es que podamos reencontrarnos como habitantes de una ciudad única; que recuperemos el diálogo, la convivencia y la paz y abandonemos la confrontación, la polarización, el maltrato y la explotación de otros. 

Felices fiestas de fin de año.

 

Clara Jusidman

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