JUSTICIA LABORAL

La justicia laboral en la CDMX, un triciclo descompuesto

Ojalá la nueva jefa de gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, pueda resolver la enorme crisis que vive tanto la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, como el Centro de Conciliación y el Tribunal Laboral de la Ciudad de México. | Manuel Fuentes

Escrito en OPINIÓN el

Algunas tardes ando pateando el bote, allá por la colonia doctores de la Ciudad de México y por todos lados escucho quejas del estado lamentable de las instituciones laborales de la capital del país. No sé si los estrategas de esa política alcanzarán hueso o no, pero sería bueno que los mandaran al deshuesadero de vehículos para ver si saben armar algo, porque para descomponer son expertos.

Se propusieron arreglar un desorden y arguyeron que sería tan fácil como reparar un triciclo averiado y, en su lugar, después de muchas horas de trabajo, entregaron a sus mandos uno con la dirección rota y sin llantas para rodar. Así dejaron la justicia laboral, rota y descompuesta.

Me dicen quienes se hacen llamar estrategas laborales aquellos que se acercaron a la persona que manda para prometerle que harían de la justicia laboral de la Ciudad de México todo un paraíso. Que bastaba con quitarle presupuesto a ese viejo monstruo llamado Junta Local de Conciliación y Arbitraje, despedir conciliadores, actuarios, dictaminadores, mecanógrafas, secretarios de acuerdos, auxiliares de presidente, presidentes de Juntas Especiales y otros más especialistas para meter a su gente, y algunos hasta para ser sus auxiliares en horas de trabajo durante sus campañas de promoción personal.

Lo que hicieron fue retirar casi la mitad del presupuesto e instalaciones de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje para crear el Centro de Conciliación de la Ciudad de México. Pero esa decisión fue como una bomba de tiempo que ha puesto en un estado de grave crisis a ambas instituciones.

La capital del país debería ser un ejemplo de la mejor política laboral de México, pero ha ocurrido todo lo contrario. La mal habida Junta Local anda cargando más de 100 mil expedientes y su quehacer no solo es de lentitud sino de paralización de juicios laborales ante la falta de notificaciones a las partes. Las quejas se dan a toda hora y no hay quien responda.

El Centro de Conciliación padece una atrofia que hace sufrir a miles de trabajadores que buscan una cita conciliatoria, quienes llegan a esperar en largas filas para alcanzar una ficha y lograr ser atendidos. Ha tenido una carga de 112 mil 160 solicitudes admitidas, mientras que únicamente ha podido atender 56 mil 917, restando 55 mil 243 sin conciliar.

La falta de personal y espacio insuficiente del Centro de Conciliación de la Ciudad de México ha repercutido en la eficacia del Tribunal Laboral que únicamente cuenta con 9 jueces en materia individual y una sola jueza en asuntos colectivos.

Estos nueve jueces tienen a la fecha 20 mil 835 demandas individuales presentadas y 735 sentencias emitidas, lo que representa apenas el 3.52% de casos resueltos, esto se traduce en una de las tasas más bajas de eficacia de justicia laboral en todo el país.

La admisión de las demandas llega a tardar más de 6 meses, cuando teóricamente en los primeros 3 días deberían ser admitidas. Los expertos dicen que la situación de estos nuevos Juzgados Laborales es más crítica que la vivida antes de la reforma laboral, la cual sucumbió por dejar de tener celeridad en la atención de los juicios.

En estos días incluso por razones desconocidas no se puede acceder a la página electrónica del Poder Judicial de la Ciudad de México, y esto implica que no se permitan visualizar los expedientes en curso o acuerdos que se emitan. Lo que deja sin información a las partes en conflicto para conocer el estado de su caso. Las consultas presenciales ahora son un caos por las largas filas que se producen ante la falla técnica.

Lo que ha ocurrido es que quienes han tomado decisiones para atender la función de estas instituciones laborales han aplicado la medida de la austeridad extrema considerando que los temas de justicia no son prioritarios.

La justicia laboral no puede darse a cuentagotas como si fuera una limosna, es una deuda histórica que se tiene con miles de trabajadores, víctimas de injusticias laborales y que a la fecha se respira: mayor burocracia, dilación en la resolución de los asuntos laborales, falta de presupuesto y de personal, frustración de los trabajadores… Pero eso sí, un acentuado discurso político presumiendo la “modernización del sistema de justicia laboral en México” que nadie ve.

Existe la esperanza que la licenciada Clara Brugada, nueva jefa de gobierno de la Ciudad de México, pueda tener en su mesa de atención prioritaria el resolver la enorme crisis que vive tanto la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, el Centro de Conciliación y el Tribunal Laboral de la Ciudad de México.

Manuel Fuentes

@Manuel_FuentesM