En el gobierno de la Cuarta Transformación, la violencia y la inseguridad se han convertido en una “luz roja” para la gobernabilidad. En el equipo de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, los principales funcionarios que se encargarán de investigar y restablecer la ley y el orden en el territorio nacional, son Rosa Icela Rodríguez en la Secretaría de Gobernación y Omar García Harfuch en la Secretaría de Seguridad.
Estas son sus historias. Rodríguez, como señaló Sheinbaum, “es la primera mujer en la historia de México” en ejercer la jefatura de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y antes fue secretaria de Gobierno de la Ciudad de México (2018 – 2020). García Harfuch fue secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (2019 - 2023), antes de ser precandidato al gobierno de la capital de la República y posteriormente, ganar la elección al Senado.
La instrucción de la presidenta es clara: El fortalecimiento de la Guardia Nacional y trabajar por la seguridad en nuestro país, que “es una responsabilidad compartida y así la debemos asumir todos; trabajaremos en absoluta coordinación con los estados, con la Defensa, con la Marina”, afirmó García Harfuch.
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Cualquier semejanza en esta presentación con la serie televisiva de Dick Wolf es mera coincidencia, pero como ha dicho el detective Elliot Stabler : “Lo que necesita el mal para ganar, es que los buenos no hagan nada”. Y esto pareció ser la política de “abrazos y no balazos” del gobierno de López Obrador en cuyo sexenio, hasta junio pasado, se han registrado 190 mil asesinatos dolosos, un nuevo récord histórico de violencia homicida en el país.
Cinco estados –Chiapas, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Veracruz– concentraron la mitad de los actos de violencia relacionados con las recientes elecciones, según datos del informe ACLED (Armed Conflict Location and Event Data). La ONG internacional registró 540 incidentes de violencia contra actores políticos en México, ocurridos entre septiembre de 2023 y junio de 2024, de los cuales 330 ocurrieron en el periodo de campaña (marzo a junio), convirtiendo al pasado proceso electoral como el más violento en la historia del país.
La percepción de inseguridad, que hay en casi todo el territorio nacional, la vivió Sheinbaum durante su gira de campaña, cuando el 21 de abril fue interceptada por un grupo de encapuchados en la carretera que conduce a Motozintla, en la región de la sierra de Chiapas.
El principal objetivo del gobierno, de acuerdo con John Locke (1690), el padre del liberalismo, es “conseguir la paz, la seguridad y el bien de la población”, y ante los problemas de gobernabilidad, los politólogos han detectado por lo menos cuatro zonas en donde pueden encenderse luces “amarillas” o “rojas”, según el grado de una crisis.
Estas “zonas”, explica el sociólogo Antonio Camou (1995) corresponden a la acción del gobierno para mantener el orden y la ley; llevar adelante una gestión eficaz de la economía; promover el bienestar social y garantizar servicios sociales, además de controlar el orden político y la estabilidad institucional.
En este contexto, la ratificación de Ariadna Montiel en la Secretaría del Bienestar significa que, no sólo continuarán, sino que se fortalecerán los programas para combatir a la pobreza, fundamentales para la gobernabilidad, y podría explicar la designación de Mario Delgado como secretario de Educación –que a todos sorprendió, incluyendo al propio Mario–, para usar su experiencia como negociador político y “seguir muy de cerca el diálogo emprendido por el presidente (López Obrador) para resolver algunas agendas pendientes” con el magisterio, especialmente con los rebeldes de la CNTE.