Nos encontramos atorados entre dos versiones que han transitado profusamente entre los medios de comunicación relacionados con la detención de Ismael “El Mayo” Zambada. La narrativa de algunos, plagada de fuentes anónimas y con mucha imaginación (como ya nos tienen acostumbrados), sugiere tener pruebas irrefutables en ambas hipótesis, de sí Zambada negoció su entrega con las autoridades o de si fue engañado, de que si iba a ver un médico, un político, de si hubo una traición, concretamente por parte de Joaquín “El Güero” Guzmán, quien después de engañarlo y secuestrarlo, lo llevó en un avión para ser detenido en Estados Unidos, al final lo único que sabemos es que “El Mayo” fue trasladado, entregado y detenido por las autoridades americanas.
La verdad, por lo pronto, no la sabremos, algunos detalles tal vez. Hoy debemos concretarnos en que las partes están en una fase legal y judicial, donde las autoridades tienen la obligación de cuidar su acusación. No olvidemos que los fiscales americanos tienen sendos casos, desde lavado, extorsión, homicidio, tráfico de drogas que difícilmente lo pondrán en libertad; sin embargo, deberán reservarse cualquier dato que pueda ensuciar el proceso una detención ilegal, tortura, cualquier hecho que les pueda otorgar una ventaja. Hoy todo es estrategia, la intención de la defensa será buscar desestimar los cargos de los cuales ya se declaró inocente.
Sin embargo, ni los servicios de inteligencia o el gobierno de México deberían desestimar cualquiera de las versiones, puesto que esto resulta crucial para el tipo de contención en las zonas donde el grupo delincuencial se encuentra apostado. Naturalmente, este grupo entrará en un proceso de reacomodo y de disputa con fracciones internas y grupos delincuenciales diversos, como es el caso del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que buscará impactar dentro de estas localidades con el ánimo de consolidar una hegemonía. No olvidemos que algo que ha caracterizado a la organización delincuencial de Sinaloa es su pronta resiliencia.
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Mucho se ha vilipendiado al gobierno del presidente López Obrador por no tener conocimiento de la detención de Zambada. Es simple: son razones de Estado para los americanos. Para a nadie debe parecerle extraño que un objetivo de esta magnitud, y con esa oportunidad para su captura, deba contar con un operativo quirúrgico, secreto a cualquier filtración; dejar escapar cualquier detalle podría haber derivado en perder una de las poquísimas oportunidades de detener a uno de los objetivos delincuenciales más importantes de la historia del narcotráfico. Esto no es nuevo, por ejemplo el gobierno americano tampoco avisó al de Pakistán sobre el operativo militar para la captura de Osama Bin Laden.
Otro aspecto muy importante es la pregunta sobre quién tomará el control de la fracción de “El Mayo” Zambada. Recordemos que, tras la captura de “El Chapo” Guzmán, el grupo se fragmentó en cuatro: “Los Chapitos”, con el liderazgo de los hijos de Joaquín Guzmán Loera; el Cártel de Caborca, que tenía como jefe a Rafael “Caro” Quintero (hoy detenido); la fracción de “ El Guano” Aureliano Guzmán Loera (hermano de "El Chapo" Guzmán); y naturalmente, la de “El Mayo” Zambada, donde su sucesor será el hijo de “El Mayo” Zambada: Ismael Zambada Sicairos (“Mayito Flaco”).
Zambada Sicairos es el heredero de un imperio que se caracteriza por ser el grupo delincuencial predominante en el tráfico de fentanilo para Estados Unidos, como lo fue también de la heroína, cocaína y mariguana, en diversos momentos con prácticamente presencia en todo el país y un comercio millonario desde hace más de cuatro décadas. También es el principal comercializador de drogas de Estados Unidos que ha tenido como consecuencia una crisis con alrededor de 300 mil muertes por año.
Será muy importante el perfil que tengan las autoridades de Zambada Sicairos en la prospectiva. ¿Será un líder criminal negociador, político, creador de acuerdos y de bajo perfil como fue el de su padre, o se convertirá en un hombre pragmático, extrovertido como “Los Chapitos”, que dejará a su paso una estela de muertes por mantener el liderazgo de su fracción ante la embestida del poderoso “Guano”?
Estos supuestos generarán vulnerabilidades, traiciones y reacomodos que pueden ser bien aprovechados por las autoridades de ambas naciones. Si “El Mayo” Zambada señala a sus antagonistas como el “Guano”, en este momento las rutas, sus socios, métodos y formas se verán comprometidos, menguará a su adversario, pero también le dará una ventaja al “Mayito Flaco” para consolidarse.
Moneda en el aire
México hace lo correcto en tomar medidas, iniciar carpetas de investigación y mandar elementos del ejército para mitigar la violencia en las zonas que eran controladas por las fracciones de “El Mayo” Zambada. Tomará tiempo saber qué pasó. Hoy ninguna versión es creíble, pero la verdadera pregunta es si la detención de “El Mayo” causará una baja notable en el trasiego de estupefacientes o, como lo dijo al periodista Julio Scherer hace algunos años en la última entrevista hecha en su vida, donde postuló: "Si me atrapan o me matan... nada cambia".
Esta detención no deja de tener una importancia estratégica en la elección de Estados Unidos, limitará la narrativa del candidato republicano Donald Trump a las acciones de Biden en contra del narcotráfico, ¿un regalo a la campaña de Kamala Harris?