EDUCACIÓN CÍVICA

Pensar una estrategia nacional de educación cívica de mayores alcances

Se debe pensar en una estrategia nacional de educación cívica que logre mayores alcances. | Fernando Díaz Naranjo

Escrito en OPINIÓN el

En un sistema democrático es esencial que las instituciones del Estado mexicano, desde sus respectivos ámbitos de competencia implementen diversos procesos de difusión e información a la ciudadanía sobre las políticas y programas que desarrollan y que les es benéfico en la sociedad en que se desarrollan para su pleno crecimiento.

Esto permite ir construyendo una ciudadanía informada y que la misma cuente con los elementos suficientes para su involucramiento y toma de decisiones.

Para el caso particular del Instituto Nacional Electoral (INE) en estas tareas, tiene la atribución de construir ciudadanía a través del conocimiento de la importancia de las elecciones, la renovación del poder público y su participación electoral a través de procesos formativos de educación cívica, así como conocer la importancia y alcances de valores propios de la democracia como la inclusividad, la equidad, la paridad, la participación, los derechos políticos electorales, entre otros.

En este sentido, el INE presentó el pasado 24 de julio la Estrategia Nacional de Educación Cívica (ENCÍVICA) para el periodo 2024-2025.

La ENCÍVICA tiene el propósito fundamental de impartir conocimientos, desarrollo de habilidades y aptitudes a través de ejercicios formativos que permitan hacer partícipe a la ciudadanía en los procesos electorales y en los ejercicios de participación ciudadana dispuestos en la ley.

La labor no es fácil si pensamos que más de 98 millones de ciudadanas y ciudadanos contaron con la posibilidad de ejercer su derecho al voto en la elección del 2 de junio pasado, pero sólo lo hizo el 61.04% cuando generalmente existe una participación importante cada que se renueva la presidencia de la República.

De hecho, entre 1994 y la elección de este año en que se ha renovado poder Ejecutivo Federal, la del año 2006 y ésta son las elecciones que menos participación de la ciudadanía han registrado con 58.6% y 61.04%, respectivamente.  En 1994 se registró una participación que alcanzó el 77.2%.

Por ello, será fundamental que el INE lleve a cabo diversas alianzas estratégicas para que la ciudadanía se involucre en estos ejercicios democráticos, fundamentales para la legitimidad no solo del sistema electoral o de nuestra democracia, también, para dotar de plena credibilidad a las autoridades que en cada elección resulten electas.

Entiendo que las alianzas consideradas abarcarían a los partidos políticos, a los institutos electorales de todo el país, la academia, organizaciones de la sociedad civil, autoridades educativas, medios de comunicación, comunidades indígenas y afromexicanas entre otras.  No estaría de más, que este tipo de alianzas tuviera los alcances suficientes para llegar a las y los mexicanos residentes en el extranjero no solo de los Estados Unidos, sino de otros países.

Ahora bien, la ENCÍVICA considera una población objetivo-determinada para su instrumentación de donde destacan, entre otras, las personas de 18 a 29 años (supongo por el registro histórico de que es el segmento de población que, históricamente menos participan), grupos discriminados, distritos electorales federales con los niveles más bajos de participación de hombres, etcétera.

Al respecto, debieron considerarse distritos que presentan diversas problemáticas, de comunicación, geográficas, por conflictos locales, presencia del narcotráfico que impide a la ciudadanía desplazarse y por lo mismo no participa en las elecciones.

Al respecto, el otrora Instituto Federal Electoral registró una tipología de los 300 distritos electorales que consideró la complejidad electoral.  No estaría demás, que el INE retomara esos trabajos, los actualizara, tome en cuenta otros indicadores como los que apunto y que también fueran considerados en su oportunidad, en la ENCÍVICA que corresponda.

Los alcances de la ENCÍVICA son dignos de reconocerse, pero en mi opinión, necesitan abrirse otras estrategias para alcanzar a la mayor población posible, lo que beneficiará, invariablemente, a nuestra democracia.

 

Fernando Díaz Naranjo

@fdodiaznaranjo