GOBIERNO DE MÉXICO

La incómoda relación de Andrés Manuel y Claudia

Para la continuidad del próximo gobierno, no hay lealtad hacia Claudia sino hacia AMLO. | Julio Castillo

Escrito en OPINIÓN el

El cambio de poder siempre es un reto. No son las elecciones o la continuidad, es la realidad de que un nuevo “jefe” llegará y que el anterior dejará de mandar. Para el que sale es un momento de tremenda dificultad, como bien lo relató en su novela "El primer día" Luis Spota; y para quien llega, tomar la rienda, hacer los cambios y empezar a “mandar” tampoco es fácil.

Cada transición tiene su historia. Desde las que son del mismo partido y el “golpe en la mesa” es más bien una demostración, como el famoso encarcelamiento de “la Quina” y hasta las que son de diferente partido y que conllevan una mayor demostración de “cambio de mando” como el Pacto por México, mismo que fue un ejemplo de civilidad política, o la cancelación del Aeropuerto de Texcoco que sólo fue un símbolo, uno de los más absurdos y costosos de la historia, por cierto. La transición que se viene podría no ser una transición del todo como aparenta, o podría convertirse en la transición más difícil de la historia. Algunos comentarios al respecto:

  • Para empezar, es justo decir que Claudia Sheinbaum fue una candidata que se reconoció como “la continuidad” e hizo toda su campaña bajo la premisa de que sería “el segundo piso” del gobierno actual. No buscó diferenciarse, fue disciplinada y obtuvo una victoria muy cómoda, sin necesidad siquiera de llamar la atención. Permitió (y ya lo reconoció la autoridad) que el presidente López Obrador fuera el porrista, coordinador y atacante de la oposición durante toda la elección; ella, se limitó a sumarse a sus opiniones. Nunca lo contradijo, nunca pidió que no se metiera (no le convenía) y nunca se diferenció. Eso hace entender que no habrá una división más adelante.

  • El nombramiento del gabinete confirma que será una continuidad total el nuevo gobierno, e incluso parece que eso será pronto un conflicto; o, ¿en realidad creen que Marcelo Ebrard pondrá a Claudia por encima de AMLO si llegan a querer cosas distintas? Este es el caso más obvio, pero prácticamente todo está así, de los secretarios a los directores no hay lealtad hacia Claudia, sino hacia AMLO.
  • A lo anterior se deben sumar escenas francamente tristes como cuando se le preguntó a López Obrador sobre el atentado contra Trump, mientras se ve a Claudia del otro lado de la camioneta sacando la cabeza para no interrumpir la declaración de AMLO, o las dos tomas de besos de muy mal gusto de AMLO hacia ClaudiaClaudia Sheinbaum es la presidenta electa de México y tiene que verse como tal, no la han dejado. Tampoco la dejaron ser una Jefa de Gobierno de la Ciudad de México que se viera como tal, igual que con todos los anteriores jefes de gobierno, incluyendo a AMLO.
  • La declaración que hizo López Obrador sobre que “recomendaría” mantener a ciertas personas en sus cargos era un dardo envenenado hacia el lado que se le quiera ver. Si Claudia decía “no” se interpretaría como ruptura, si decía “sí” (como dijo) era una declaración de sumisión y si decía algo como “veremos” era también un anuncio de ruptura. En realidad, no había forma de salir de eso sin que fuera peor y no creo que López Obrador se equivocase.
  • A lo anterior, se le pueden sumar declaraciones como “si me pide la presidenta que me quede, me quedo” o el triste video que sacó la “no” primera dama en donde avisa un distanciamiento del camino que elija AMLO.

Claudia Sheinbaum es presidenta electa, es doctora y fue jefa de gobierno de la CDMX. La gran pregunta es si será presidenta de la República o permitirá que la extraña relación que le impone López Obrador se mantendrá aun cuando ya no sea indispensable tener que aguantarla.

 

Julio Castillo

@JulioCastilloL