El 13 de julio de 2024, ha sido un día que dominará el futuro previsible. El analista más cauto señala que la campaña de Trump saldrá fortalecida; muchos analistas arriesgan más y ante la imagen de un Trump herido, desafiante y con el puño en alto, vaticinan que la suerte está echada y que el republicano ganará sin duda las elecciones en noviembre.
La campaña de Biden, campaña ya desde antes en terapia intensiva, pagará un alto precio por no haber dado el ajuste final que demandaba el momento. Ahora, aún un cambio de candidato parece una respuesta a destiempo. Todo parece indicar que Biden se hundirá con una campaña que ya no flotaba. Biden, aún abandonando, será el capitán que se hundió con ese barco.
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¿Todo está escrito, la victoria de Trump es inminente?...en política no hay nada escrito, pero todas las señales, hoy por hoy, parecen vaticinarlo.
En realidad, Estados Unidos es el gran perdedor; un candidato con severas limitaciones impidió que su partido pudiera presentar una nueva cara, anunciar una reacción viable ante la amenaza que la regresión trumpiana significa.
Trump, quien ha sido declarado como delincuente según el juicio de sus pares, será investido mañana 15 de julio con la candidatura del Partido Republicano. La suerte está echada.
Al condenar, como es el deber de todos nosotros, la violencia; al condenar sin ambages un atentado, debemos de recordar que el mercado de armas en Estados Unidos es una puerta abierta a un pueblo que ha consagrado el acceso a la armas como una libertad encumbrada en su constitución: es difícil encontrar un rasgo libertario más potente y peligroso. El mercado abierto de las armas nos lastima a todos; los tiros de Pensilvania de ayer sábado son un escandaloso recuerdo de los tiempos peligrosos en los que vivimos. Una violencia que desgraciadamente, dolorosamente, no nos es ajena,
Desde hace meses México y el mundo se preparan para la eventualidad de un segundo mandato de Trump, nadie avizoraba que su victoria pudiera llegar a caballo de una escena épica hábilmente replicada miles de veces. Nadie puede culpar a los seguidores de Trump porque en las próximas semanas y meses nos abrumen con esas fotografías, con ese video; es parte de cualquier estrategia política, lamentablemente. El éxito de esta etapa de la campaña dará lugar a teorías conspiracionistas, no importa, el impacto ya está grabado de manera indeleble en la retina de los electores.
Juan Ramón de la Fuente señaló en entrevista que no teme a Trump. Tiene razón y ello es reconfortante, México necesitará la cabeza fría del próximo canciller y del hábil manejo político que le conocemos. Si Trump llega, vendrá una época llena de retos, el nuevo gobierno de México estará preparado. Al tiempo.