La deuda pendiente que dejará el presidente Andrés Manuel López Obrador al término de su gobierno será sin duda con el sector salud.
La escasez de medicamentos, la deficiente e insuficiente infraestructura, la falta de una estrategia y políticas públicas bien articuladas, así como la reducción del presupuesto serán el lastre que llevará a cuestas la actual administración.
Y por si no fuera poco, todavía hay más: el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) tiene una deuda de cerca de mil 200 millones de pesos con el sector farmacéutico; una parte del monto está en revisión y los industriales trabajan a marchas forzadas para que estos recursos se cubran antes de que termine el sexenio.
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Hasta hace unos meses, la deuda llegó a 8 mil millones de pesos, lo que empezó a generar un riesgo de desabasto, con el consecuente impacto en el capital de trabajo.
A esto se suman poco más de 8 mil trámites rezagados, entre los que se incluyen permisos de importación, modificaciones a las condiciones de registros, estudios clínicos, entre otros. Para resolver este tema, hay intensas pláticas con las autoridades, a fin de darle salida a estos procesos.
Nos comentan que en unos días se llevarán a cabo diversas reuniones con integrantes del sector y con las autoridades a fin de buscar estrategias conjuntas que permitan mejorar la actuación gubernamental y ello permita atraer inversiones y mejorar el esquema regulatorio que registra un rezago y deterioro importante.
Otro de los pendientes es el aumento de medicamentos falsos que se colocan en el mercado y se venden principalmente en internet.
El crecimiento de este delito, nos cuentan, llegó a niveles alarmantes. Los principales medicamentos que se falsifican se relacionan con enfermedades graves como el cáncer, la malaria, el VIH, así como productos relacionados con el covid-19, tal es el caso de mascarillas quirúrgicas desechables, desinfectantes para manos, antivirales y los kits de detección del virus.
También hay copias en medicinas para perder peso o tratar la disfunción eréctil, así como productos sanitarios como lentes de contacto, preservativos, jeringas, instrumental quirúrgico, sillas de ruedas y aparatos de radioterapia.
Al ser internet el principal mercado negro para los fármacos apócrifos, la recomendación es no comprarlos en sitios web o a través de mercados desconocidos. Sólo hay que consumirlos con proveedores autorizados que pongan a la vista un certificado de autenticidad.
Nueva parada
La Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) está de manteles largos, ya que sus integrantes eligieron a Rogelio Arzate como su nuevo presidente ejecutivo.
Luego de un extenso proceso de selección, el Consejo Directivo determinó que el ingeniero industrial, con más de 25 años de experiencia en la materia, es la persona adecuada para encabezar a la Asociación.
En su nuevo encargo, el nuevo presidente de la ANPACT deberá construir puentes de diálogo con las autoridades en beneficio de la industria y uno de sus retos será promover la necesidad de renovar la flota de tractocamiones de carga, ya que tienen una antigüedad promedio de 19 años, por lo que muchas unidades constituyen un riesgo para el medio ambiente, para la seguridad vial y para la eficiencia de las empresas.
Arzate inició su carrera en General Motors, donde realizó labores de planeación estratégica y desarrollo de vehículos.
Así las cosas…