Después de la contundente victoria de Claudia Sheinbaum en elección presidencial se ha desatado un debate público bastante irresponsable que inició con la acusación abierta de un fraude electoral y ahora va en la supuesta necesidad de cambiar o quitar los partidos políticos existentes porque supuestamente ya “no sirven” para representar a los ciudadanos. En ambos puntos no podría estar en mayor desacuerdo y lo explico:
- Para empezar no se puede hablar de un fraude electoral porque no se puede hablar de una acción determinada el día de la votación para cambiar el resultado. Se puede y se debe hablar de una elección de Estado, en donde la falta de equidad, la participación cínica del presidente de la República, el uso de programas sociales como bandera, la inseguridad, el crimen organizado y la utilización de estructuras del gobierno (servidores de la Nación y becarios que suman alrededor de 60 mil personas) hicieron un proceso totalmente inequitativo. Hablar de un fraude es decir que nuestros vecinos nos robaron o fueron engañados en la casilla y eso no creo que haya pasado.
- La acusación de que los partidos fallaron se puede aplicar en muchos aspectos de la historia de México, pero no en la elección pasada. Es más, lo único que funcionó de la oposición fueron las estructuras partidistas y se ve claramente en los eventos, en el trabajo de calle, en la propaganda, en la representación en las casillas, en la defensa legal y claro, en los resultados.
- La idea de que hay una pugna entre “ciudadanos” y “partidos” no sólo es falsa, es francamente absurda. Además, no es nueva, la hemos visto muchas veces. Los partidos políticos no están conformados por marcianos… decía don Rafael Preciado Hernández que un partido político es una organización de ciudadanos libres y eso es exactamente. Ciudadanos que eligen participar en el destino compartido de su sociedad y por eso se adhieren a un partido político.
- Algunos hablan de hacer nuevos partidos o de generar liderazgos “ciudadanos”. Todos los líderes de partidos políticos son ciudadanos y además son ciudadanos que se han puesto en la boleta electoral y que en mayor o menor grado han sido electos por su comunidad.
- Los países con democracias fuertes que no se caen o que si se caen se levantan rápido lo son porque tienen partidos políticos fuertes, o dicho de otro modo, si quieres caer en un autoritarismo debilita a los partidos políticos. Uruguay tienen partidos de más de 150 años y es el país más estable de América Latina, Francia e Inglaterra fueron los fundadores de la política de partidos como la conocemos y sus partidos son fuertes. Estados Unidos, es fuerte como democracia porque tiene partidos fuertes… y esto no exime de que alguien sin partido pueda llegar al poder (como Donald Trump).
- Incluso en movimientos tan importantes como el de la “marea rosa” que marcó los pasados años en nuestro país, se puede ver que, a la hora de la votación, fueron los partidos quienes pudieron encaminar mejor y la prueba es el resultado. Si el PAN perdió 1% de lo que ganó en 2018, el PRI se redujo mucho y el PRD desapareció ¿dónde están los votos de la “marea rosa”? La respuesta que me han dado a dicha pregunta es que votaron por el PAN pero en serio: ¿votaron por el PAN?, entonces ¿por qué el PAN ganó con más del 50% la gubernatura de Guanajuato y Xóchitl perdió el estado? Y así se podría analizar estado por estado, incluyendo Aguascalientes donde el resultado fue positivo para el PAN y para Xóchitl.
- En realidad, lo que está pasando es que toda esa sociedad civil organizada y los partidos políticos de oposición tienen la misma materia prima: los ciudadanos independientes, y todo es una gran caja de espejos en donde se repiten los mismos mensajes con distintos uniformes. Acosta Naranjo y Belauzaran, buenos amigos, hablan como experredistas desde fuera del PRD y lo mismo pasa con todos los organizadores de los movimientos. La inmensa mayoría de los “xochitlovers” eran expanistas o panistas que ya no participaban, Max Kaíser, con la gran influencia y éxito que ha logrado usa los mismos términos y causas que el PAN y en realidad le está hablando a panistas (o expanistas), su agenda se llama “escuela de ciudadanos”. Lo mismo pasa con Sociedad Civil Mx, con Unidos (aquí quizás un poco más hacia el PRI), Frente Cívico Nacional (más experredistas en su mayoría) y con los que asistieron a las marchas de defensa del INE y el Poder Judicial.
- No se necesitan nuevos partidos, bueno quizás uno de centro izquierda que sustituya al PRD si se confirma su disolución, se necesita hacer fuertes a los partidos que hay para que tengan mayor peso. Hoy se habla de abrir más los partidos… siempre han estado abiertos, puede que no sea fácil participar en una elección como candidato porque son estructuras con su vida, su formación, sus grupos y sus dinámicas, pero formar parte es tan fácil como inscribirse (en el PAN incluso se puede por internet).
- Hacer nuevos partidos (y sobre todo si son muchos) es el secreto para acabar democráticamente con la democracia… con la pulverización de la oposición. Ecuador tiene como 300 partidos, Colombia, que había sido una democracia relativamente estable, ya van más de 30, y así… si cada causa hace un partido es seguro que siempre serán mayoría quienes tienen el gobierno.
El secreto de cómo llegó México a la democracia y se cambió la famosa “dictadura perfecta” tiene que ver con que se consolidó un sistema de partidos fuertes. Un PRI que se convirtió en partido político (no sólo un brazo del gobierno), un PAN que luchó 60 años con sus causas y un PRD que logró aglutinar a la izquierda, siempre dispersa en muchos espacios. Ahora, se tiene que luchar porque Morena se haga partido político y deje de ser una oficina de gobierno con estructuras del gobierno, que el PAN crezca, siga en sus espacios y retome los espacios naturales que ha perdido, que el PRI se defina y crezca en el espectro donde se defina y que el PRD o algo similar, aglutine a la izquierda de verdad. Lo demás que tenemos (PVEM, PT, MC) no es símbolo de pluralidad o de ideas distintas, al menos hasta hoy es espacio de oportunismo y negocios.