DERECHO A LA SALUD Y CONTROL BIOPOLÍTICO

Derecho a la salud y control biopolítico

El Derecho a la Salud tiene una historia muy particular en México y en el mundo, pero para que sea una realidad requiere que sea exigido por la población. | Mauricio Sarmiento

Escrito en OPINIÓN el

Cada uno de nuestros Derechos Humanos tiene una historia y una razón de ser. Nos gusta hablar en general, de los Derechos Humanos, pero no siempre reparamos en las profundas diferencias que existen entre cada uno. 

En el caso del Derecho a la Salud se ha recorrido un largo camino para llegar al lugar en el que nos encontramos. En México, este derecho se reconoció, de manera tardía, hasta el año 1983 (Chile, 1925; Uruguay, 1967). Después, pasó un periodo de tiempo bastante largo en donde se entendía a este derecho como un “derecho programático”, es decir, que no podían hacerse valer por medio de vías jurisdiccionales (como el juicio de Amparo) y estaba sujeto a los programas del gobierno y los presupuestos asignados. En palabras del doctor Juan Antonio Cruz Parcero: “la doctrina constitucional ofreció explicaciones de los derechos sociales constitucionales que los vaciaba de contenido normativo y los presentaba como normas programáticas o finalidades políticas sin que se concibieran como genuinos derechos”. (1)

Posteriormente, con el cambio de paradigma de nuestro sistema jurídico (2011), comenzaron a surgir resoluciones que transformaron la manera en que entendemos los Derechos Sociales en México. Un ejemplo, en la resolución al Amparo en Revisión 315/2010 (sesionado en el Pleno de la SCJN el 28 de marzo de 2011), se establecía la tutela del Derecho a la Salud a través del juicio de Amparo. Otra sentencia importante es la del AR 378/2014, conocida como “Pabellón 13”, en donde se hace un análisis pormenorizado del contenido y alcances del Derecho a la Salud. Nos tardamos mucho tiempo en poder hacer en nuestro país del Derecho a la Salud un verdadero derecho y conocer realmente cuál era su contenido y alcances. 

Llevamos un poco más de 15 años desde que realmente podemos decir que en México se nos reconoce el Derecho a la Salud. De nada sirve tener derechos en el papel si no contamos con las vías idóneas para hacerlos valer. Por lo que si bien el Derecho a la Salud está reconocido en la Constitución desde 1983, este no había sido una realidad hasta hace poco. 

Ya que hemos recorrido un poco la historia de este derecho en nuestro país, nos tenemos que preguntar: ¿Pará que nos sirve este Derecho?

Desde mi punto de vista, el autor que nos ha dado el mejor argumento en favor del Derecho a la Salud y su utilidad es Michel Foucault. En una de sus obras: “El nacimiento de la biopolítica” (que en realidad es el curso que impartió en 1978-1979 en Francia) nos habla de la biopolítica y la manera en que la sociedad se opone a este mecanismo de control. 

Foucault nunca nos da una definición de biopolítica, pero menciona que es un mecanismo de control social. En su obra establece que anteriormente, los soberanos tenían el poder de decidir sobre la vida y la muerte de sus súbditos; pero, con el paso del tiempo, este poder fue reemplazado por el de administrar los cuerpos humanos y manejar la vida humana y sus funciones. Así, el gobierno, al conocer las estadísticas vitales de sus gobernados, podía tomar decisiones para controlar a la población. El Estado recababa información sobre la vida útil de un trabajador, cuántos hijos tenía una mujer, a qué edad se embarazaba, cuantos años vivía una persona después de dejar su puesto de trabajo, etcétera. Este conocimiento hacía posible que se implementaran políticas para que las personas adecuaran sus funciones vitales y sus ciclos de vida a las necesidades del gobierno. A esto se le llama control biopolítico y la respuesta es el Derecho a la Salud

Con el Derecho a la Salud, la población tuvo la posibilidad de pelear en favor de su autonomía, libertad reproductiva y su derecho a que sus ciclos de vida no se vean supeditados a las necesidades del gobierno y del Estado. Por lo tanto, el derecho a la salud es un freno al poder del soberano; a través del cual la sociedad exige protección a su salud y autonomía. No sólo es que las personas estén “sanas”, sino que, además, el gobierno no intervenga en sus ciclos y funciones vitales. 

Por lo tanto, el derecho a la salud es una barrera que se pone al gobierno y a su poder sobre el individuo. No debemos olvidar que derivado del reconocimiento al Derecho a la Salud, en 1983, se integró el Sistema Nacional de Salud. Este Sistema fue creado para hacer realidad una parte fundamental del Derecho a la Salud: la atención en salud

El Sistema de Salud no es una dádiva o regalo de un soberano benevolente, es la materialización de un Derecho Humano, por lo que su adecuado y eficaz funcionamiento es una prioridad para la sociedad. 

Los gobiernos que descuidan la atención de la salud deben ser considerados autoritarios. A través de las instituciones de salud se evita que el gobierno controle a la población.

El Derecho a la Salud tiene una historia muy particular en México y en el mundo, pero para que sea una realidad requiere que sea exigido por la población. No podemos decir que contamos con Derecho a la Salud si no tenemos instituciones que lo hagan una realidad y las vías jurisdiccionales para hacerlo valer en caso de que el gobierno intente controlar nuestros ciclos y funciones vitales.

1. Cruz Parcero Juan A. (Coordinador): Los Derechos Sociales en México. p.22

Mauricio Sarmiento

@Sarmientomau