TERCER DEBATE PRESIDENCIAL

El último debate

El último debate presidencial antes de las elecciones del 2 de junio en México se caracterizó por intensas discusiones entre los tres principales candidatos. | José Luis Castillejos

Escrito en OPINIÓN el

El último debate presidencial antes de las elecciones del 2 de junio en México se presentó como una arena de intensa discusión entre los tres principales candidatos. En este encuentro, Xóchitl Gálvez no logró dominar los temas clave y se centró en descalificar a Claudia Sheinbaum, mientras que Jorge Álvarez Maynez no pudo, como deseó, comunicar claramente su visión para el país.

Desde el principio, la economía capturó la atención principal del debate. Los candidatos delinearon sus estrategias para abordar dos de los problemas más apremiantes del país: la inflación y el desempleo. Xóchitl Gálvez propuso soluciones innovadoras basadas en tecnología y emprendimiento, intentando captar el interés de un electorado joven y progresista.

Sin embargo, fue Claudia Sheinbaum quien mostró una postura más segura y propuestas bien fundamentadas, especialmente en temas económicos, lo que pareció consolidar su credibilidad ante la audiencia. Su enfoque pragmático y detallado en las medidas para fomentar el empleo resonó con fuerza entre los votantes preocupados por la estabilidad económica.

El tema de la seguridad fue otro punto crítico en el debate. Jorge Álvarez Maynez sorprendió a muchos con su comprensión detallada del sistema judicial y las fuerzas de seguridad, presentando un plan bien estructurado para su reforma. Sin embargo, Claudia Sheinbaum integró eficazmente la seguridad con políticas sociales, proponiendo soluciones integrales que abordan la violencia y el crimen desde sus raíces.

En política social, los candidatos ofrecieron visiones contrastantes sobre cómo implementar programas efectivos sin comprometer las finanzas públicas. Aunque Álvarez Maynez demostró un conocimiento técnico impresionante, fue Sheinbaum quien articuló una visión clara y realizable que resonó más con las preocupaciones actuales de la población.

La corrupción, tema inevitable en cualquier debate político en México, fue abordada por todos los candidatos, quienes se comprometieron a combatirla con firmeza. Las propuestas de Claudia Sheinbaum, que incluían aumentar las penas y mejorar los sistemas de transparencia, se destacaron por su practicidad y estructura.

Aunque los temas de política exterior no dominaron el tiempo del debate, se tocaron aspectos importantes como las relaciones con Estados Unidos y la política migratoria. Aquí, las diferencias entre los candidatos fueron menos marcadas, aunque cada uno intentó imprimir su sello personal en las propuestas.

El estilo de cada candidato fue evidente a lo largo del debate. Claudia Sheinbaum se mantuvo coherente y firme, transmitiendo una imagen de liderazgo confiable. Xóchitl Gálvez adoptó un enfoque más agresivo y directo, mientras que Jorge Álvarez Maynez destacó por su habilidad para detallar técnicamente sus propuestas aunque el tiempo y formato limitaron su exposición.

En las interacciones con los moderadores, que exigían respuestas claras y concisas, Sheinbaum demostró estar bien preparada, evitando caer en provocaciones y manteniendo siempre el enfoque en sus propuestas. Su capacidad para comunicar de manera efectiva y comprensiva sus políticas fue un factor decisivo en su desempeño durante el debate.

Con el cierre del debate, aunque Jorge Álvarez Maynez tuvo momentos destacados en el manejo de ciertos temas, fue Claudia Sheinbaum quien se consolidó como la ganadora del último debate. Su combinación de carisma, claridad y contenido la posicionó como la candidata líder en la recta final hacia las elecciones, dejando una impresión duradera en los votantes.

José Luis Castillejos

@JLCastillejos