Desde su diseño original, el PRI nunca fue una institución política de espacios para el diálogo y el debate interno. A la militancia tricolor no se le da oportunidad de plantear alternativas. El paso de Luis Donaldo Colosio Murrieta por la dirigencia nacional tiene un lugar en la historia de ese partido por esa razón, en aquella XIV Asamblea, opacada en la memoria por el atentado que le arrebató la vida en plena campaña presidencial.
Hoy al PRI ya no le quedan abismos a donde asomarse. Se ha despeñado de todos. En teoría, el PRI es uno de los antagonistas del gobernante Morena, a nivel nacional, y del Partido Verde, en San Luis Potosí. En los hechos, una buena parte de los políticos del PRI se han acogido dentro de Morena. A nivel local, militantes y alcaldes que operaban para el PRI, lo hacen ahora para el Verde, la franquicia del gobernador Ricardo Gallardo Cardona.
Para los priistas la decisión parece clara hace tiempo: si quieres tener algún futuro dentro de la clase política mexicana, hay que mudar de piel. Sin diálogo ni debate interno posibles, el priismo ha sido un modo de existencia de la política mexicana, el seguimiento sin preguntas a una serie de mecanismos y rituales legitimantes de lo que haya que ser. El reseteo político a todo lo que da, que las ideas son puro betún para engalanar pasteles.
Te podría interesar
El modus operandi tricolor para sobrevivir con el control del poder se fue a la oposición, una vez que el avance democrático permitió la alternancia. Risible, pero los hechos no permiten suponer otra cosa: el pragmatismo priista sse exportó a otras fuerzas políticas. No hay partidos con historial libre de fallos y mezquindades. La política no es una competición de moralidad y ya da igual para dónde mires.
De mala gana, porque no le quedaba de otra, el PRI postuló a Enrique Galindo Ceballos para un segundo periodo en la alcaldía de San Luis Potosí. La presidenta estatal, Sara Rocha Medina, hizo algunos esfuerzos para convencer a otros, sin resultados. Por lo menos se reconoce que privó al final un poco de sentido de la emergencia, de la urgencia, de la inteligencia: el PRI no tenía, y no tiene ahora, una carta competitiva como el hoy reelecto alcalde potosino.
Te podría interesar
Rocha Medina anunció que el mando nacional del PRI ha expulsado a Galindo, “por dividir al PRI”. El verdadero pecado del alcalde capitalino fue creer que su posición como el priista más destacado en la entidad le daba margen para plantear e impulsar una propuesta alternativa a la dirigencia estatal del partido. “Alito” Moreno se ofendió, doña Sara Rocha más, y no se lo perdonaron. Lo hicieron candidato, les consiguió votos para espacios plurinominales y hasta ahí.
En política cuando no se tiene futuro, se debe estar dispuesto a hacer de todo para prolongarse el presente. Lo más primario es la remoción de potenciales competidores cuando se les considera peligrosos o indeseables. Si el exdiputado local Edmundo Torrescano Medina pretendió competir contra Sara Rocha por la dirigencia, se le finca proceso de expulsión. Si el alcalde reelecto en la capital del estado tiene aspiraciones para el 27, expúlsalo y ciérrale toda posibilidad de conseguir el registro como candidato del cascarón tricolor.
De los partidos que llevaron a Galindo Ceballos a la alcaldía capitalina, el PRD es un cadáver y el PAN enfrenta hace tiempo una espiral de decadencia y pugnas internas por el control del partido. Este domingo, el Consejo Estatal panista elige dirigente, un proceso antecedido de acusaciones entre las dos candidatas, así como versiones de intromisión.
Por un lado, la dirigente actual y senadora con licencia Verónica Rodríguez Hernández, y del otro lado la secretaria general del partido, Lidia Argüello Acosta. A Verónica Rodríguez le acusan de representar las aspiraciones del alcalde capitalino a la gubernatura. La esposa de Galindo, Estela Arriaga, es la suplente en funciones de Verónica en el Senado.
No es el único patrocinio externo atribuido en esa contienda, Lidia Argüello achaca al partido del gobernador mando en el PAN y participación en el proceso interno. Una corriente más ve en los apoyos a Lidia Argüello el interés de abrir las puertas en el PAN al contratista de Pemex y aspirante morenista a gobernador Gerardo Sánchez Zumaya.
Socio del PRI en la pasada elección, el PAN potosino no ha resistido mucho a la tentación de congraciarse con el gobernador Gallardo y su partido Verde. El PRI lo hace a ojos vistas: imposible pedirle algo de agenda local, sólo se ocupa de criticar al lejano gobierno de Morena.
La bancada panista en el congreso local critica y se opone más al alcalde capitalino al que registró como candidato que al gobierno estatal. En una declaración insólita, la dirigente panista en funciones, Elia Korina Toro, se negó a emitir opinión alguna sobre la afiliación forzosa de burócratas que practica el Partido Verde porque no le daba el tiempo.
Los pronósticos para el alcalde Galindo, en caso de tener alguna aspiración política para el 27, se ven complicados por la vía de los veleidosos partidos que lo registraron. Fantasía personal, fobia abierta, certero análisis o don de toriles, ya le han cantado la despedida anticipada del circo que serán los comicios del 27.
Quién sabe. Los apocalipsis suelen defraudar a sus profetas.
ROLLOS SUELTOS
AGÁRRENSE. Que algunas alcaldías, en especial las que dependen del recurso federal, van a padecer los dos años siguientes y hasta darlos por perdidos. 2025 va a ser muy difícil para todo el sector público. Guanajuato se suma a los estados que regresan al cobro de tenencia para vehículos con valor por encima de los 400 mil pesos. Ya son una docena las entidades que sí cobran este impuesto.
EN AGENDA. Préstamos quirografarios para las finanzas estatales por más de 2 mil millones de pesos. Lo que se discute es si no sería mejor contratar deuda pública.
QUIETO, NO CONCLUIDO. El tema de quién sostiene a los bomberos va a regresar si no le dan solución de fondo. El mayor aporte a los bomberos metropolitanos lo hace el Ayuntamiento de San Luis Potosí, con 800 mil pesos por mes. Soledad aporta menos, pero no es compromiso. Santa María algo aporta. El resto de los municipios a donde presta servicios (Villa de Reyes, Mexquitic, Villa de Zaragoza, etc), nada.
TAMBIÉN. Los apagafuegos de Matehuala y Ciudad Valles reclaman también ayuda, suficiente y urgente. No se acaba de entender que son una fuerza de protección civil indispensable.
¿EXCLUSIVOS? Por lo menos en el caso de la alcaldía potosina, hay una oferta para municipalizar los Bomberos, para dar certeza al cuerpo. Resolvería la precariedad laboral, pero dejaría sin servicio al resto de la zona metropolitana y cercanías que no aportan nada.