Es improbable que dos personas compartan el poder en la presidencia. Si la presidenta Sheinbaum desea asumir plenamente el control, deberá desmantelar los pilares que sostienen la influencia transexenal de López Obrador. Aplicando los principios de la Realpolitik, las siguientes acciones podrían ser necesarias:
Gabinete. Sustituir a los funcionarios que AMLO designó en posiciones clave, tanto en el gabinete como en las paraestatales, comenzando por la Secretaría de Gobernación. Una posible estrategia sería colocar en niveles inmediatos inferiores a personas leales a Sheinbaum, esperando el momento oportuno para reemplazarlos, como ante una tragedia mal manejada, similar al huracán John.
Militares. Retirarles las tareas civiles y redirigirlos al combate contra el crimen organizado, apelando a la emergencia de violencia y la recuperación de territorios bajo control delictivo, que ya podría abarcar más de un tercio del país. Se deberá asegurar el futuro económico de los militares para evitar que extrañen los presupuestos que manejan, dejando claro que su lealtad es hacia el presidente en funciones.
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Seguridad. Con la Guardia Nacional bajo control militar, el nuevo secretario de seguridad federal carecerá de una fuerza armada para operar. La coordinación será su única función, volviéndose irrelevante. Será necesario crear una policía civil para transferir la seguridad pública a manos de civiles, mientras que la seguridad nacional quedará con los militares.
MORENA. La presidenta no controla MORENA. Para consolidar su poder político, deberá formar un nuevo partido y restar militantes a MORENA, replicando lo que este partido hizo con el PRD y el PRI. El Verde, PT y MC apoyarán al partido en el poder, como siempre.
Presupuesto. Habrá que redirigir recursos a las nuevas prioridades, relegando los proyectos de AMLO. Las finanzas públicas están lo suficientemente frágiles como para que una crisis económica en 2025 permita justificar la toma de control de las finanzas públicas y reemplazar al Secretario de Hacienda. Con el control del presupuesto, será más fácil tomar el mando de otras áreas del gobierno.
T-MEC. La renegociación del T-MEC en 2026 podría ser una buena coyuntura para sacudirse a su adversario político, Ebrard, y poner a una persona de su confianza, o, si decide abandonar el tratado, dejar a Ebrard allí para que sea él quien le dé sepultura al Tratado.
Congreso. Podría comenzar a ganar aliados en el Congreso acudiendo al mercado de legisladores, donde siempre hay mercancía disponible. Para las elecciones intermedias, ya con un nuevo partido y una oposición débil, podría obtener el control del Poder Legislativo.
Poder Judicial. Urge crear su propia maquinaria política para influir en la elección de jueces, evitando que MORENA o el Congreso acaparen esos nombramientos.
Inteligencia. La presidenta deberá tomar control de las instituciones de inteligencia civil, como el Centro Nacional de Inteligencia, dirigido actualmente por militares, para proteger su proyecto. Esta institución, junto con la UIF, será clave para crear expedientes contra opositores políticos, como se hizo en el sexenio que termina.
Empresarios. Ganar el apoyo empresarial es más sencillo: una vez controlado el presupuesto, los empresarios seguirán la pista del dinero.
Delincuencia Organizada. Para controlar al crimen organizado, la presidenta debe tener control firme de las fuerzas de seguridad, imponiendo las reglas del juego y, de ser necesario, rompiendo compromisos previos para establecer nuevos pactos de convivencia.
As bajo la manga. Así como Zedillo encarceló al hermano de Salinas, Sheinbaum podría fortalecer investigaciones periodísticas sobre actos de corrupción de los hijos mayores de AMLO, creando expedientes judiciales y dejándolos como una espada de Damocles sobre la familia López.
El deslinde de la presidenta no será fácil si decide recorrer este camino, pero si desea gobernar y dejar un legado propio, deberá tomar medidas decisivas para asumir el control de su presidencia.
Esperamos que su gestión sea competente y libre de corrupción, y que traiga prosperidad, libertad, seguridad, unión, mejor educación y salud para los mexicanos. ¡Por el bien de México, le deseo éxito a la presidenta Sheinbaum!