DUELO

Hasta luego, Tía Chata

La Tía Chata fue para todos en la familia ejemplo de alegría y bondad. | Ivonne Ortega

Escrito en OPINIÓN el

En medio del cariño de toda la familia falleció mi tía Elsy María Pacheco Graniel, “Tía Chata”. Una mujer llena de ánimo y de ilusión, de alegría y muy original que nos dio a todos quienes le conocimos, un ejemplo de vida, de alegría por vivirla y por convivir con su familia. 

La Tía Chata fue para todos en la familia ejemplo de alegría y bondad.

Acudimos a su lado en momentos en que la edad y sus condiciones de salud le restaban fortaleza física, pero siempre mantuvo una buena disposición de ánimo y de espíritu. La Tía Chata perteneció a esa generación de personas hechas en el campo, que se crecieron a los retos de la vida y que siempre, siempre, compartían su sabiduría de vivirla.

No había que confundir su fragilidad física con una fragilidad emocional. Tía Chata era muy dueña de sus ideas y de su forma de ser, y sabía expresar su voluntad y su acuerdo o desacuerdo con lo que se hacía frente a ella. 

Siempre de una pieza, siempre referente de la familia, en especial después de la muerte de su hermana, mi mamá doña Ligia Isabel Pacheco Graniel. La Tía Chata es el referente para quienes le seguimos en el frente familiar, y sus lecciones de vida se quedan en todas y en todos.

Siempre tendré, siempre tendremos presente su amor por la vida y su forma de vivirla, la música que le gustaba, sus bromas y comentarios, su amor a la vida que en más de una ocasión hizo palidecer a su médico, con sus ocurrencias y comentarios.

Parecerá extraño, pero la ausencia de mi Tía Chata, más que un vacío, representa ahora más que nunca esa fortaleza tan suya para expresar sus ideas, nos hace tenerla presente, nos hace sonreír recordando sus ocurrencias, y también nos recuerda cada lección de vida que nos dio.

Sentadita en su sillón o en el sofá, incluso en su vejez (que nadie diga que lo dije). Tía Chata nunca pasaba desapercibida. 

Ahora seguramente está con todos los integrantes de la familia que se nos adelantaron, disfrutando de su compañía, velando por los que quedamos en este mundo, gozando de sus ocurrencias y criticando lo que hacemos mal.

Te vamos a extrañar, Tía Chata. Pero con ese sentimiento también vamos a atesorar el amor a la familia, a las tradiciones, la fortaleza por preservar lo que nos hace tan nosotras, tan nosotros, lo que nos distingue entre muchas personas.

Te has ido de este mundo, pero seguramente desde donde estés, no te has ido, y nos cuidas y vigilas, y te fijas y criticas, y aconsejas. Esos consejos tan tuyos que recuerdo a cada rato, que atesoro en la memoria y que nunca me dejarán, nunca nos dejarán.

La familia está incompleta hoy, pero aún así, sigues siendo nuestro referente para muchas cosas apreciadas, el amor a la familia, la sana diversión, el recuerdo de lo que somos a partir de lo que fuimos. 

Hoy ya estás con mi mamá y mis tías y tíos, mis abuelitos. Que todos ellos te acompañen y te cuiden que te guíen en la vía hacia la eternidad. Desde acá, las y los que quedamos, te recordaremos en cada canción, en cada bebida, en cada comida, en cada ambiente que nos lleve a ti.

Descansa en paz, Tía Chata. Aquí seguimos cuidando tu recuerdo y el de toda esa generación maravillosa que nos antecedió.

Dzemul, Yucatán, julio 25 de 2023.