PROTECCIÓN A CANDIDATOS

¿La protección de Xóchitl Gálvez es obligación del Estado?

¿Quién debe encargarse de la seguridad de los candidatos a la Presidencia de la República? Esa es una pregunta que muchos se hacen. | César Gutiérrez

Escrito en OPINIÓN el

¿Quién debe encargarse de la seguridad de los candidatos a la Presidencia de la República? Esa es una pregunta que muchos se hacen. Recordemos que desde este sexenio desapareció el Estado Mayor Presidencial, el cual era el encargado de la seguridad de los presidentes de México y de quienes aspiraban a tener ese puesto de elección popular. Pero al día de hoy ¿qué institución es la encargada de proteger a los candidatos a la Presidencia de la República?

De acuerdo al protocolo de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, cualquier candidato a nivel federal puede acercarse en este caso al INE (Instituto Nacional Electoral) a solicitar protección, derivado de posibles amenazas para poder realizar su campaña al puesto que busca para ser electo, en este caso el de Presidenta/e de la República. El INE realizará el análisis de acuerdo a la amenaza y posibilidad de sufrir un atentado y de esa forma asignar la protección necesaria al candidato/a

En el contexto actual no se cumplen los requisitos para que el estado mexicano designe protección a ningún de los precandidatos de ninguno de los partidos y coaliciones políticas, por qué simple y sencillamente ninguno cumple con el requisito de ley de ser candidato oficial al cargo de Presidenta/e de la República.

Los tiempos electorales se han adelantado meses a lo que establecen las leyes electorales, esto es aceptado por todas las fuerzas políticas que han criticado duramente las propuestas de los contrarios, pero que copian esto de adelantar los procesos electorales por así convenir a sus intereses, creando situaciones que no son contempladas por las leyes. La obligación del estado mexicano respecto a la seguridad de la figura de una de las precandidaturas sería poco probable y fuera de lugar. Sin embargo, sin lugar a dudas crea una gran interrogante que ha generado la perversión de varios actores políticos y de muchos sicarios de la prensa, porque la pregunta sería también ¿por qué no, en igualdad de circunstancias, debería hacerse lo mismo con la Dra. Claudia Sheimbaum, el Lic. Marcelo Ebrard, con el ex secretario de gobernación Adán Augusto, el Diputado Fernández Noroña, o el diputado Santiago Creel? La respuesta es la misma, porque hasta este momento ninguno de ellos cumple con la calidad específica de ser candidato/a a la Presidencia de la República.

Pero en caso de considerar que podría existir un riesgo a la integridad física de una persona en específico, por supuesto que podría solicitarse a la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana la protección para cualquier de estos actores políticos ya que legalmente procede dicha solicitud y análisis. El problema será quien lo pediría y por qué, lo que nos llevaría a un segundo tema: la reacción de la prensa a dicha petición y al hecho de que se autorizara. Lamentablemente nos encontramos con un ambiente político polarizado, donde todos lo que opinan lo contrario a la forma de pensar de cada grupo se le considera enemigo y por lo tanto habrá que atacarlo, situación peligrosa pero que se entiende cuando de política se habla. 

Pero ¿es necesario que el estado mexicano brinde protección a Xochitl Gálvez? La respuesta es sí, e incluso debería de ser con todos aquellos que están buscando la posibilidad de ser candidatos/as a la Presidencia de la República. Además de ser una obligación para cualquier ciudadano mexicano, es una precaución necesaria para evitar especulaciones perversas, como las que se han estado realizando. También se entendería que dichos personajes no la aceptaran, como pasó en las elecciones de 2018, recordemos que Ricardo Anaya contrato a su propia seguridad y Andrés Manuel López Obrador no aceptó la protección del extinto Estado Mayor Presidencial.

Por último, hay que apuntar que Xochitl Gálvez sí cuenta con protección personal, como lo pudimos ver con su hermano general del ejército mexicano a quien se le cuestionó por qué estaba armado cuando la Senadora fue a Palacio Nacional a intentar entrar por considerar se le debía dar derecho de réplica con una resolución de amparo. ¿Se imaginan que la única precandidata a la presidencia de la República tenga escoltas militares y todos los demás no? Es algo que no está lejos de suceder.