LOS DESAFÍOS DE MÉXICO

El desafío de México; la competencia de MORENA

¿Cuáles son las prioridades y desafíos del presente? | Teresa Incháustegui Romero

Escrito en OPINIÓN el

A un año y tres meses de que el relevo presidencial se produzca hay pocas dudas de que quién comande las riendas del país, será alguna de las Corcholatas que se disputan la llamada Coordinación nacional de defensa de la 4T. Lo que no sabemos es qué visión de país comparten, ya que, salvo Marcelo Ebrard, con su libro: “El camino de México”, el resto de los contendientes no ha dado a luz pública su lectura de las prioridades y desafíos del presente.

En espera de que comiencen a abrir sus cartas y se despejen un poco las incógnitas, adelanto algunas conjeturas. De entrada, los actuales aspirantes tienen que posicionarse en la tesitura de retomar la agenda del fundador de la 4T, Andrés Manuel López Obrador;  una agenda neo desarrollista con eje en grandes obras de infraestructura económica, puertos, ferrocarriles y parques industriales en zonas con rezagos económicos, el rescate del estado propulsor del desarrollo económico y social y, la reducción de la desigualdad social vía mejora salariales y transferencia directa de recursos a la población.   

De esta agenda están pendientes varios temas cruciales. Destaco dos fundamentales: la primera, garantizar una educación básica de calidad, fortalecer y ampliar las opciones de un sistema de formación técnica y tecnológica que catapulte la calidad de la mano de obra mexicana, para estar en condiciones de aprovechar de la mejor manera posible las ventajas del nearshoring.  Necesitamos que la escolaridad promedio de las y los mexicanos pase de 9.7 a 15 años, que corresponde al nivel técnico profesional y que según la CEPAL (2005) es el nivel de escolaridad que se requiere para que la población cruce todas las líneas de pobreza, con la dotación de capital humano necesario para superar los mecanismos de empobrecimiento que no se superan con las transferencias monetarias directas.  

Recordemos que los gobiernos neoliberales del PRI y el PAN basaron la competitividad de la mano de obra mexicana en el salario deprimido y la precarización de los empleos. La 4T está obligada a hacer que esta competitividad descanse en la mejora de la calidad de la formación y el bienestar.  

El segundo tema es por supuesto la salud. Los últimos cuarenta años han sido un desastre en materia de salud y no me refiero sólo a las cuestiones de la calidad y cobertura de atención de los sistemas de atención, que como se sabe se ocupan en realidad más de las enfermedades que de los enfermos, en vez de procurar una vida saludable

Con la precarización del empleo, la complejidad de la vida de las personas, el deterioro ambiental, los malos hábitos alimentarios y la comida chatarra –más accesible y barata que la comida sana–, las condiciones de salud de las y los mexicanos más jóvenes, se han deteriorado gravemente. Además de la obesidad mórbida de menores y adultos que nos coloca en el lastimoso segundo puesto entre los países con elevada presencia de personas con sobrepeso, tenemos la presencia de enfermedades degenerativas en población joven, enfermedades del riñón y vías urinarias, diabetes y enfermedades del corazón. La muerte materna, no ha logrado ser reducida y tenemos 25.8 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos. Casi 20% de estas muertes maternas derivan directamente de las hemorragias obstétricas, lo que indica una clara deficiencia en la atención de los partos. Según los informes epidemiológicos de la Secretaría de Salud  (www.gob.mx) 31.9 de estas muertes correspondía en 2022 a las que se dan en la Ciudad de México, con lo cual podemos inferir que en la propia capital del país que ocupa el sitio 14 entre las principales economías del mundo por el tamaño de su PIB, encontramos tasas de mortalidad materna por encima de países como El Salvador y Nicaragua. 

Algunos de estos factores como la desnutrición o la malnutrición de los que se origina la mala calidad de la salud, derivan ya sea de la pobreza alimentaria o de la pobreza laboral, es decir están directamente relacionados con las capacidades humanas de las personas. Pero otros factores de la morbilidad de los mexicanos derivan de la insuficiencia de atención de los sistemas públicos de salud, como la cobertura incompleta en la atención y, la vacunación incompleta. Otras son debidas a las malas condiciones de las viviendas, el hacinamiento, la mala disposición de las excretas por falta de drenaje, la mala calidad del agua y, de los entornos urbanos. Es decir, son directamente responsabilidad de las autoridades: gobiernos municipales y federales que por décadas dejaron a su suerte los poblamientos de las personas de escasos recursos.  Como resultado de este abandono las condiciones de salud que habían mejorado de finales de siglo XIX y hasta 1975, decayeron estrepitosamente (Soto-Estrada; Moreno-Altamirano y Pahua Díaz, 2016)

Estos dos temas que como se ve son complejos e involucran decisiones y medidas en varios planos y entidades de gobierno y diversos dominios de políticas públicas, son fundamentales para el desarrollo sostenible, incluyente y equitativo. Estaremos abordando otros aspectos en las próximas colaboraciones y valorando qué tanto los aspirantes de MORENA son competentes para abordar los problemas cruciales de la agenda del desarrollo humano, que son un desafío para México.