ESTAFAS AMOROSAS

Las estafas amorosas en redes sociales

La estafa amorosa provoca un muy hondo sentimiento de abandono, una baja brutal en la autoestima. | María Teresa Priego

Escrito en OPINIÓN el

En 2016 escuché hablar de las estafas amorosas en redes, no estaba investigando nada, no sabía que existían, en dos grupos de mujeres me tocó escuchar testimonios que surgieron de manera espontánea. Me sorprendió la intensidad del daño aún en los casos de compañeras que no llegaron al punto de depositar el dinero que, pasado un tiempo, les pedían sus “enamorados”. La desilusión, la confianza traicionada. Los planes a futuro hechos humo. La rabia. Volví a escribir del tema en 2018 a partir de los testimonios que me escribieron mujeres de distintos países de habla hispana que leyeron ese primer artículo.

Testimonios de mujeres en distintos momentos del proceso emocional: quienes ya estaban seguras de haber sido estafadas y compartían su duelo, quienes comenzaban a sentirse seguras de estar ante una estafa y deseaban corroborarlo, quienes sospechaban de la estafa, pero aún se decían que no era posible, ¿quizá estaban desconfiando demasiado? ¿quizá les daba miedo el amor ante un hombre tan decidido? La primera constante es que, si bien se llega a aceptar –con mucho dolor– que ese hombre con nombre y apellido armó un paraíso de engaños para después solicitar depósitos bancarios, lo que es bastante más complejo es ir entendiendo que ese hombre nunca existió. No existe un “él” que facilite transitar el dolor y la ira.

Las fotos son robadas, el nombre es ficticio. La supuesta biografía del “enamorado” se repite –casi idéntica– de un perfil al otro. Es una estafa. Y sigue funcionando. Después de mucho tiempo recibí recientemente cuatro solicitudes de ese tipo, como Facebook muestra a las/os amigas/os en común, en tres de ellas me encontré con los nombres de mujeres que conozco y que los aceptaron en toda confianza, no es de extrañar, porque son de lo más corteses, hasta que dejan de serlo. Por eso regreso al punto. 

Mandan una solicitud de amistad sin más, o mandan una solicitud con un mensajito por inbox o en los comentarios a lo que subes (si el acceso a los comentarios no está protegido). Por ejemplo: “Hola bella y encantadora dama. Espero no molestar. Tienes un perfil muy interesante y espero formar parte de tus amigos. Te envié una solicitud de amistad pero no pude comunicarme contigo. Si no te importa, envía una solicitud de amistad. Seamos amigos, gracias por tu tiempo”. También puede llegar la versión en inglés: “Hello, how are you doing today? I notice that all the posts on your timeline are wonderful and beautiful and I like it. I kindly ask if we can be friends here and If that's okay with you, please send me a friend request or send a direct message. Thank you!”.

Las conversaciones tendrán lugar en inglés, quienes no lo hablan me han dicho que hacen uso del traductor, y serán por escrito. El supuesto señor X no podrá acceder a una llamada o videollamada porque está en zona de guerra, en una plataforma petrolera, en un submarino. Las comunicaciones “no funcionan nada bien”. Eso sí, enviará fotografías. La solicitud de “apoyo económico ante una emergencia” llegará relativamente pronto, pero con mucha frecuencia, no tanto como para que en cientos de casos sus interlocutoras no se sientan ya emocionalmente muy comprometidas. Para entonces, se habló de vivir juntos, de casarse. Él irá a verla a su país, quiere conocer a su familia. La ama. 

Los falsos perfiles de la estafa amorosa son bastante sencillos de detectar: los estafadores solo suben fotos, nunca comentan nada en su muro, y sus fotos tienen muy escasos likes o comentarios. Cuando la conversación en privado comienza, el farsante (la banda, en realidad), narra su historia, pero no responderá a ninguna pregunta directa. Dirá que está en Afganistán, o en Siria, pero no tiene ni idea de por dónde quedan. Vive “normalmente” en Londres, pero nunca ha oído hablar del British Museum, cosas así. Quien va dando información verdadera es la mujer que cree en “él” y le comparte su vida cotidiana, sus fotos y las de su familia. Sus datos personales. Hay ya mucha información por internet de cómo funciona la estafa que comenzó con bandas desde Nigeria y se ha esparcido con redes de imitadores por el mundo. 

También es posible tomar su fotografía de portada y buscarla por Google-images. Muchas de las fotos que siguen usándose ya han sido reportadas, las mismas fotos aparecen con nombres distintos. O con el nombre del verdadero propietario de la fotografía robada. No es que desconfiar sea la actividad más edificante, pero es importante que desconfiemos. Si lo aceptaste y la conversación te hace dudar: pídele una videollamada. Los likes que reciben, en general, son de mujeres. Si puedes avisarles a ellas a sus inbox de la estafa, por favor no te prives de hacerlo. 

Hay mujeres que les han depositado hasta el último peso de sus ahorros. Que se sienten demolidas emocionalmente cuando descubren que cuando no pueden depositar más, el “prometido” desaparece, muchas veces después de insultarlas. La estafa amorosa provoca un muy hondo sentimiento de abandono, una baja brutal en la autoestima. Mucho dolor innecesario que se puede evitar, si tan solo estamos alertas. Un desconocido transido de amor, que coincide en todo contigo, que vivió una vida durísima hasta que le llegó el milagro de encontrarte a ti, “la mujer de su vida”. Que se enciendan los focos de alarma.

María Teresa Priego

@Marteresapriego