PROTECCIÓN DE DATOS PERSONALES

La protección de datos personales en aplicaciones móviles

Tenemos que tener mayor conciencia del cuidado que requieren nuestros datos personales cuando usamos Apps | Julio César Bonilla*

Escrito en OPINIÓN el

Los tiempos en los que las personas accedíamos a Internet desde estorbosos monitores de escritorio y con el mero carácter de consumidores de datos, limitados a aquellos que nos ofrecían los proveedores de los servicios correspondientes, han quedado atrás. Hoy, desde la palma de la mano accedemos al espacio digital y consumimos, producimos, editamos, replicamos, difundimos y compartimos con el mundo todo tipo de información, incluidos nuestros datos personales.

Los desarrollos y avances de las últimas dos décadas en materia de tecnologías de la información y comunicación (TIC), han transformado vertiginosa y sustancialmente el modo en el que las usamos y han ampliado enormemente los fines para los que las aplicamos y nos son de utilidad en nuestra vida diaria.

En paralelo a tales desarrollos en cuanto a la programación como tal, en materia de dispositivos o “hardware” hemos visto una convergencia de estos elementos tecnológicos físicos hacia lo móvil o portátil. Así, los ordenadores de escritorio o “desktop” han sido sustituidos por “laptops” y esta últimas, cada vez más, por tabletas y teléfonos celulares que, en cuanto a sus capacidades operativas, velocidad, conectividad, aplicaciones y almacenamiento de información, superan a las primeras.

Las ventajas de tales transformaciones tecnológicas, las vivimos y aprovechamos a diario cientos de millones de personas en todo el mundo al utilizar los referidos dispositivos y los programas que les dan vida y utilidad en nuestras manos para todo tipo de interacciones, desde las más diversas actividades cotidianas o cumplir una amplísima gama de fines a través del espacio digital que en tal sentido cohabitamos, y, en específico, por medio de aplicaciones móviles (Apps).

Generalmente, cuando se trata de plataformas tecnológicas o entornos digitales accesibles por Apps con fines financieros, económicos, laborales o institucionales públicos, la revelación que como usuarios y usuarias debemos realizar de nuestros datos personales, suele ser mucho más cuidada, limitada y meticulosa en sus contenidos, extensión, tratamientos y medidas de seguridad correlativas. Ello, porque en gran medida, las aplicaciones correspondientes se encuentran vinculadas por los fines referidos que buscan cumplir la normativa que con sus contenidos y con independencia de la vía de acceso que usen las personas expresamente delimitan los aspectos ya mencionados, en razón de la certeza que debe darse a las interacciones y operaciones de las personas en tales ámbitos o áreas de actividad.

Sin embargo, tratándose de plataformas y redes sociales no es el caso, ya que son intensiva e incrementalmente utilizadas por personas de todas las edades y en las que muchas veces confluyen otras plataformas y redes que se interconectan con las principales con el objeto de ofrecer a las y los usuarios diversos servicios que se presentan ante las personas como integrados en la red social respectiva a la que se accedió.

Y es que estudios recientes, realizados en Estados Unidos sobre poblaciones jóvenes universitarias respecto del uso de este tipo de plataformas indican que las preocupaciones por la privacidad son superadas por el valor que las y los usuarios dan al acceso a las redes sociales y a las actividades que dentro de las mismas pueden desarrollarse. (Gross y Acquisti, 2005, https://doi.org/10.1145/1102199.1102214).

Asimismo, los resultados de tales investigaciones arrojan una correlación un tanto perversa o contraria a la privacidad de las personas y al cuidado debido que debe darse a sus datos personales. Lo anterior, en razón de que parece que el crecimiento, tamaño y éxito de las redes sociales, son mayores mientras menor sea el cuidado que las y los usuarios respectivos pongan a la revelación de su información personal o editen las preferencias de privacidad que tales plataformas usan por defecto. (Young y Quan-Haase, 2009, https://doi.org/10.1145/1556460.1556499).

En cualquiera de los casos, las personas debemos tener en cuenta que cuando hacemos uso de aplicaciones en nuestros dispositivos móviles o portátiles, la información personal que proporcionamos a través de ellas no solo tiene la función y el destino aparente que solemos atribuirles, sino que la misma se torna potencialmente accesible por redes o plataformas de terceros, por agentes con objetivos ilegales o por desarrollos tecnológicos que en forma de inteligencia artificial tratan, aprovechan, procesan y analizan esta información que es de nosotras y nosotros, al margen de nuestra voluntad y consentimiento.

En la medida que las personas cobremos mayor conciencia de lo anterior, estoy seguro que seremos más cuidadosas y cuidadosos con nuestra información personal y para así poder exigir, con mayor éxito, a los agentes digitales y a los gobiernos tomen las medidas necesarias y efectivas para que de ninguna forma se vulnere nuestra autodeterminación informativa. Tomemos en serio este tema porque nadie más lo hará.

* Mtro. Julio César Bonilla Gutiérrez, Comisionado Ciudadano del INFO CDMX