El consumo de las familias mexicanas va en caída y personas como Mario, quien percibe un sueldo quincenal, lo han resentido porque dejaron sus planes de ahorro para adquirir un carro y destinan ese dinero para un gasto como una consulta médica.
“Ahorré para un coche, y pues, por ejemplo, terminas usando temas de salud que, finalmente, aunque tenga servicios médicos, vas a la clínica, al hospital y te dicen: No hay. Hay desabasto de medicina… Las consultas médicas están carísimas, carísimas”, comenta.
Por otro lado, plática que el salario que recibe en ocasiones resulta insuficiente, pero hace todo lo posible para cubrir el pago de artículos necesarios para él y su familia.
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Durante un año, Banco Base señala que el consumo privado total en México solo ha registrado tres alzas: “julio y noviembre de 2024 (0.93% y 0.47%, respectivamente) y febrero de 2025 (1.40%)”, con esto concluye que “el consumo privado en México se mantiene débil”.
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Patricia, vendedora ambulante, notó que desde hace unos meses el trabajo ha disminuido, por ello sus “gastos indispensables” los ha tenido que dirigir en situaciones más importantes.
“Mi hija estudia gastronomía y es una carrera cara, al mes me gasto 2 mil pesos y a la semana son unos 500 pesos más para lo que ocupan en las clases”, platica.
Consumo privado cae 1.3% en marzo
Contexto: El gasto que realizan los hogares mexicanos presentó señales de debilitamiento en marzo de este año. De acuerdo con el Indicador Mensual del Consumo Privado (IMCP), elaborado por el Inegi, el consumo privado cayó 0.2% en términos reales respecto al mes anterior, mientras que en comparación anual retrocedió 1.3%.
Aunque el dato mensual parece moderado, la caída anual confirma una tendencia negativa acumulada: el consumo privado ha disminuido durante cuatro meses consecutivos, una racha que no se observaba desde el periodo de crisis sanitaria entre marzo de 2020 y febrero de 2021.
De acuerdo con la economista Gabriela Siller, esta contracción está relacionada con el deterioro del mercado laboral formal, el efecto de la alta tasa de interés y la pérdida de confianza en las expectativas económicas del país.
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Este indicador del Inegi permite medir el comportamiento del consumo de bienes y servicios tanto de origen nacional como importado, y es uno de los principales componentes del Producto Interno Bruto (PIB) por el lado de la demanda.
Mi único ahorro es para la escuela de mi hija
Patricia cuenta que el dinero le rinde menos y, en muchas ocasiones, ha dejado de comprar artículos personales como cremas o maquillajes para poder dar prioridad a los productos de consumo básico.
Al observar las cifras del Inegi, en el primer trimestre del año (enero-marzo), el consumo total cayó 0.6% respecto al mismo periodo de 2024.
Cuenta que su únicos ahorros eran para cubrir todo lo que involucra los estudios de su hija; sin embargo, en las últimas semanas, no ha podido apartar un poco más de dinero y va pagando “al día”.
De otro lado, Axel, quien vende tacos de canasta, ha tenido menores ingresos debido a las movilizaciones que ha realizado la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Reforma.
Por ello, sus ingresos se han visto afectados y ha dejado de ir a comer en la calle o “me mido un poco en los gastos”.
En este contexto, Banco Base señala que “México continúa enfrentando un entorno económico complejo” y, por esto recorta su “proyección de crecimiento del consumo de 2025 de 1.2% a 0.0%, luego de crecer 2.6% en 2024”.
Consumo de bienes nacionales retrocede, el importado resiste
Por tipo de origen, el consumo de bienes y servicios nacionales tuvo una contracción mensual de 0.5%, tanto en bienes como en servicios. En contraste, el consumo de bienes importados mostró una ligera recuperación mensual del 0.4%, según cifras del Inegi ajustadas por estacionalidad.
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Estas cifras reflejan un cambio importante en la dinámica del consumo: mientras los productos extranjeros comienzan a estabilizarse en el corto plazo, el consumo de bienes producidos en México enfrenta mayor presión, posiblemente por la pérdida de poder adquisitivo de los hogares ante el encarecimiento del crédito y los servicios.
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Sin embargo, el panorama anual es más severo para los productos del extranjero: el gasto en bienes importados se redujo 6.1% en comparación con marzo de 2024. En el mismo periodo, el consumo de bienes nacionales descendió 1.0%, aunque el de servicios mostró un leve crecimiento de 0.5%.
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Repunte en bienes duraderos, caída en no duraderos
Al observar las cifras originales acumuladas del primer trimestre del año (enero-marzo), el consumo total cayó 0.6% respecto al mismo periodo de 2024. No obstante, dentro de los bienes nacionales se reportaron aumentos en los segmentos de bienes duraderos (+5.9%) y semiduraderos (+1.7%), mientras que los no duraderos retrocedieron 0.6%.
En el caso de los bienes importados, la caída fue más marcada: el consumo total bajó 5.2%, destacando la contracción en bienes duraderos (-8.6%) y no duraderos (-5.4%).
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El próximo reporte del IMCP será publicado a inicios del mes de julio por el Inegi y podría reflejar si esta tendencia a la baja se mantiene o si el consumo logra recuperar impulso en el segundo trimestre del año. Aquí en el sitio de La Silla Rota te mantendremos informado al respecto.