CRUELDAD CONTRA ANIMALES

Tribunal da amparo a asesino de perros pese a orden de SCJN

En 2021 Vicente N envenenó a Athos y Tango, perros de rescate en Querétaro; cuatro años después, el caso sigue sin sentencia; aunque la SCJN pidió considerar la crueldad como agravante, el tribunal no lo hizo y organizaciones pedirán reabrirlo

Tribunal da amparo a asesino de perros pese a orden de SCJNCréditos: Especial
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Los perros de rescate y apoyo emocional Athos y Tango, respectivamente, envenenados con salchichas el 13 de junio de 2021 por Vicente N, aún no obtienen justicia.

Pese a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió en octubre de 2024 que el Tribunal Colegiado del Vigésimo Segundo Circuito debía revisar la sentencia de 4 años que este último le impuso a Vicente N, y tomar en cuenta que no solo hubo crueldad animal en el caso, sino también la utilización de métodos crueles para acabar con la vida de Athos y Tango, apenas en octubre de este año el tribunal atendió la resolución.

Pero en lugar de que el tribunal acatara lo que le ordenó la SCJN, volvieron a amparar a Vicente N y le dejaron la sentencia de 4 años, que es la pena mínima y además le impusieron una multa de 10 mil pesos, con lo que puede salir libre.

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Ante eso, Mónica Huerta, la abogada del entrenador de los perros, que ha llevado el caso en contra de Vicente N, acusará a los magistrados del tribunal, Elsa Aguilera Araiza, Aloys Rütter Castro y Leslie Jhosemin Gómez González, de desacato. Además, organizaciones animalistas protestarán el próximo 10 de diciembre ante la SCJN por el caso.

“Promovimos nuevamente un amparo en revisión y solicitamos que la Suprema Corte lo atrajera y resolviera de plano, porque el tribunal colegiado parece no entender las reglas procesales, ni las resoluciones, ni que tiene que acatar las de la Suprema Corte y está emitiendo la misma sentencia, desacatando lo que ya se resolvió”, remarcó Huerta en entrevista con La Silla Rota.

Los tres magistrados forman parte del nuevo Poder Judicial federal. Aguilera Araiza ya era la secretaria del tribunal y participó en la elección judicial para convertirse en magistrada, lo que a la postre logró. Rutter Castro y Gómez González también participaron en la elección judicial y así llegaron a sus actuales cargos. 

Fue el atentado contra tres caninos

En 2021 Vicente N era el vecino del entrenador de los perros, Edgar Martínez. Un día se le acercó y le preguntó a Edgar qué comían los perros y él le respondió, sin sospechar las intenciones que había detrás. Le dijo que para premiarlos les daba salchichas cortadas, que eran como bocados.

Con esos datos, Vicente N días después y minutos antes del habitual paseo de los perros, salió con salchichas partidas y les hizo orificios con popotes, les puso pastillas alcaloides, las cubrió para ocultarlas y luego las esparció por el piso en varios sitios. Tango, Athos y el hijo de este, Balam, que por su entrenamiento salían sin correa, olfatearon las salchichas. Como estaban cubiertas de los orificios donde estaban las pastillas, no las percibieron. Cayeron en la trampa mortal al ingerir el alimento envenenado. Tango y Athos murieron, y Balam sobrevivió, aunque le costó estar tres días hospitalizado.

Pero no todas las salchichas fueron consumidas por los perros. Algunas a las que se les cayó el tapón que cubría las pastillas, fueron ignoradas por los caninos. Esos datos, y los antecedentes de Vicente N, que tenía una orden de restricción de otro vecino y acusaciones de acoso sexual de otras vecinas, sirvieron para mostrar que hubo saña e intención de su parte para matar a los perros.

Primero fue sentenciado a 10 años

Por el caso, en 2022 Vicente N recibió una condena dictada por la jueza Alicia Basurto de 10 años con 6 meses sin derecho a fianza y al pago de una indemnización de 2.4 millones de pesos y una multa de 115 mil pesos.

El acusado apeló, y el recurso fue atendido por una sala penal en Querétaro del Tribunal Superior de Justicia en Querétaro, que confirmó la sentencia en cada punto.

Ante esa resolución el sentenciado promovió un amparo directo del Tribunal Vigésimo, que resolvió ampararlo porque consideró que hubo un doble enjuiciamiento al haber sido condenado por crueldad animal y con un agravante de “utilización de métodos crueles” y le redujeron la sentencia a 4 años.

A la promoción de este juicio se adhirió el dueño de los perros, como parte ofendida en el proceso penal.  Huerta y organizaciones animalistas, así como el sentenciado interpusieron recursos de revisión ante la Primera Sala de la SCJN que fue resuelto el 30 de octubre de 2024. El alto tribunal reflexionó sobre las diferencias entre los delitos de maltrato y crueldad animal.

La Primera Sala concluyó que la imposición de una pena mayor en los delitos cometidos en contra de los animales, por la utilización de métodos crueles no implica una doble sanción para el autor del delito, pues al emplearlos se aumentó el sufrimiento físico y psicológico de Tango y Athos, y también se les degradó en su dignidad.

RESOLUCIÓN DE LA SCJN EN EL CASO TANGO Y ATHOS

La Sala revocó la sentencia impugnada y devolvió el asunto al tribunal colegiado para que a partir de lo ocurrido, dictara la determinación que proceda. Resolvió que no existió un doble enjuiciamiento y que se debían aplicar las agravantes por “utilización de métodos crueles”.

Eso además originó la primera jurisprudencia histórica en temas de delitos contra los animales, enfatizó Huerta.

El tribunal un año después emitió una nueva resolución en donde lo condenan o reducen la pena a 4 años quitando el agravante y le impusieron una multa de 10 mil pesos.

Lo que pretenden es que no pise la cárcel y que con 10 mil pesos se pueda ir a su casa como si nada hubiera pasado, criticó la abogada Mónica Huerta.

Perros únicos

Huerta explicó que Athos y Tango eran perros que formaban parte del equipo de rescate de la Cruz Roja de Querétaro. Athos tenía una edad de 4 años, de raza Border Collie, contaba con entrenamiento en búsqueda y rescate en zonas colapsadas y agrestes, y era el único perro capaz de encontrar cadáveres en cuerpos de agua. Colaboró en la búsqueda de personas luego del sismo del 19 de septiembre de 2017, así como en la búsqueda de cuerpos en el colapso de la Línea 12 del Metro, ocurrida del 3 de mayo de 2021.

Aún tenía años para prestar servicios de rescate. Fue el primero con credencial de miembro de la Cruz Roja. Sus hijos eran Balam y Orli.

Tango tenía tres años de edad. Llegó al equipo de Edgar porque se lo dejaron para entrenamiento normal, no regresaron por él y se formó como parte del equipo. Era un perro de acompañamiento y asistió a un niño con síndrome de Down y a uno con autismo para mejorar su desarrollo. Él y Athos asistieron a médicos en Acapulco luego de la pandemia de la covid19 para darles apoyo y contención con el trabajo que hubo.

Ambos perros estaban unidos. Tango era la rémora de Athos.

El día en que ambos fueron envenenados, Athos al ser el líder de la manada fue el primero en salir y comer las salchichas, mientras que Tango al ser más chico de tamaño tenía un carácter voraz para que no le ganaran y por eso comió bastantes salchichas. No llegó ni a la veterinaria.

Sin razón

Vicente N nunca dio una razón sobre por qué envenenó a los perros. Vecino junto con Edgar de una privada, le molestaba que los animales estuvieran sin correa, aunque eso era parte de su entrenamiento. Según los vecinos, ya había envenenado también con salchichas a gatos del vecindario. Además, había presuntamente acosado sexualmente a unas vecinas y a otra le quemó un árbol.

Dedicado al transporte, tenía camionetas y si alguien pasaba cerca de los vehículos, les reclamaba a gritos por hacerlo. En el juicio acudía como una persona de la tercera edad sin posesiones.

Contexto

México es tercer lugar en maltrato animal y 7 de cada 10 animales sufren maltrato en su vida. Solo 0.01% de casos son sancionados.

Querétaro no es ajeno a esta situación y uno de los casos más recientes fue el asesinato del perro Orejas, hallado sin vida en un canal, con huellas de cuchillazos.

VGB