La ya de por sí controvertida elección de jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial, por parte de la ciudadanía, enfrenta una nueva crítica, luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador propusiera que, para delimitar el número de los aspirantes a ocupar un cargo de estos, puede usarse una tómbola y que “sea la suerte” quien decida.
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Este 9 de agosto, el primer mandatario retomó su propuesta de insacular a los aspirantes a jueces, magistrados y ministros, si es que se inscriben más de los que deben integrar cada una de las boletas: 30 para el caso de ministros y 6 para el caso de cada vacante de juez o magistrado de distrito.
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“Yo creo que sí van a ser bastantes los que se van a inscribir, pues que la comisión revise quiénes cumplen y a una insaculación. O sea, ya cumplieron y hay 100 para un cargo, pues a ver, que saquen en insaculación 10, 5 hombres y 5 mujeres, y de ahí uno o una abogada”, dijo AMLO este 9 de agosto.
Aunque la reforma constitucional en materia de justicia, mejor conocida como Reforma Judicial, no contempla ese escenario, sí que se podría llevar a cabo, pues tanto el Poder Ejecutivo como el Poder Judicial y el Ejecutivo deben postular al menos a 2 personas que cumplan con los requisitos establecidos en la Constitución para ser juez o magistrado.
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¿Cómo sería el proceso?
La elección de ministros, jueces y magistrados quedaría exactamente como lo perfila la Reforma Judicial: cada Poder de la Unión deberá postular 10 personas para la elección de ministro de la Suprema Corte y 2 para la elección de jueces y magistrados, luego de que un consejo de cada uno de esos Poderes determine si los inscritos cumplen con los siguientes criterios:
- Tener carrera judicial de al menos 10 años
- Tener 35 años cumplidos al día de la elección
- Estar titulados de la licenciatura en Derecho
El asunto de la tómbola entraría si se inscriben muchos más de esos 10 o 2 postulados por cada Poder de la Unión. Por ejemplo, si en el Senado se inscriben 50 personas para ser ministro y, de esas cumplen 45 con los requisitos, los senadores podrían armar una insaculación y sacar solo los 10 nombres que postularían ante el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC).
“¿A quién le va a deber ese juez su encargo? Al pueblo. No va a haber influyentismo, nada más que tiene que ser leal al pueblo. Va a estar interesante, eh, porque la gente va a votar”.
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Así que ese proceso de tómbola sería solamente interno en cada Poder de la Unión, para poder enviar al INEC —si es que se aprueba también la reforma en materia electoral que convierte al INE en INEC— y podría estar regulado solo en el reglamento interno de cada poder.