Los repartidores de aplicaciones como Uber Eats, Rappi o DiDi Food trabajan en la precariedad laboral, sin prestaciones ni seguridad social. Todo esto, a pesar de pagar impuestos y estar registrados ante el SAT.
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Las aplicaciones de entrega a domicilio llegaron a México en 2012 de la mano de Sin Delantal, empresa fundada por los españoles Diego Ballesteros y Evaristo Babé. 12 años después estas empresas emplean a más de 250 mil mexicanos que trabajan como repartidores y se prevé que para 2025 el número de personas que laboren en alguna plataforma llegue a 330 mil.
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Rogelio, de 53 años, trabaja en una de estas empresas de reparto desde hace 4 años y afirma que gana entre 30 y 50 pesos por pedido.
“Un día me corrieron de mi trabajo; agarré la bici y comencé a repartir, de algún lado tenía que sacar dinero para pagar la renta”, relata a La Silla Rota.
Actualmente en México operan al menos cuatro grandes empresas de entrega de comida a domicilio: Uber Eats, Didi Food, Rappi y Jokr. Sin embargo, ninguna de estas compañías ofrece condiciones laborales dignas para laborar, bajo el argumento de que los repartidores no son sus empleados, sino “trabajadores independientes”.
Así lo reveló Fairwork México en 2023 después de realizar una evaluación a 9 plataformas digitales que operan en México -entre ellas Uber Eats, Didi Food, Rappi y Jokr-. Las cuatro apps registraron una puntuación de 0 sobre 10 en la evaluación, ya que ninguna pudo demostrar que garantiza a sus empleados un salario justo, seguridad social ni contratos de trabajo claros y transparentes.
“Nos pagan cada semana dependiendo de las entregas que hayamos hecho, pero no nos dan eso del IMSS o vacaciones. Eso sí, si un cliente se queja, a nosotros nos descuentan”, se queja Rogelio, quien todos los días carga una pesada mochila con el logo Rappi. Son repartidores, pero también publicidad rodante.
Además de no reconocerlos como sus trabajadores ni ofrecerles un salario digno, las empresas tampoco se hacen responsables de los repartidores cuando sufren algún accidente laboral. Para lavarse las manos, las compañías contratan seguros externos que se activan solo si el repartidor sufre algún incidente mientras “está en ruta” y, en muchos casos, el repartidor termina pagando un deducible.
“Solamente cubren la atención médica inmediata, pero no cubren el periodo de recuperación y rehabilitación de los repartidores, ni hay ninguna compensación económica por el tiempo que dejan de trabajar. Además, solo te cubre si estás conectado entregando un pedido, si vas de regreso a tu casa nadie se hace responsable”, afirma Sergio Guerrero, secretario general de la Unión Nacional de Trabajadores por Aplicación (UNTA) en entrevista con La Silla Rota.
La UNTA es un sindicato que se creó en el año 2000 y tiene como objetivo representar y defender los derechos laborales de todos los trabajadores digitales, como repartidores de aplicaciones.
UNTA representa a al menos mil 200 trabajadores en el país.
Una de las principales demandas de la UNTA es que las empresas reconozcan a los repartidores como empleados y no solo como “socios” o “trabajadores independientes”, ya que, de esta forma las compañías se verían obligadas a registrar a los repartidores ante el IMSS y otorgarles seguridad médica y social.
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“La demanda más sentida e importante es el tema de la seguridad social. El trabajo de reparto y conducción es un trabajo de alto riesgo, estamos mucho tiempo en la calle expuestos al clima, a los accidentes de tránsito y a la violencia. Y si nos ocurre algo mientras repartimos no tenemos la posibilidad de atendernos en un seguro médico”
“Yo me gano la vida haciendo esto, aquí está mi sustento”, señala Sergio, quien vive de las aplicaciones digitales.
“La forma de tener seguridad social no es de otra forma más que teniendo derechos laborales y esto se consigue haciendo que las empresas nos reconozcan como trabajadores, porque hasta el momento solo somos considerados socios o trabajadores independientes que prestan servicios a las plataformas”, agrega.
El activista también desmiente el mito de que los repartidores no pagan impuestos y recuerda que el SAT incluso creó un régimen exclusivo para que los trabajadores de plataformas digitales paguen un impuesto llamado “Régimen de Actividades Empresariales con ingreso a través de las plataformas tecnológicas”.
“Es una gran mentira que no paguemos impuestos. De hecho, en términos fiscales nosotros tenemos un régimen específico para trabajadores de plataformas digitales. A nosotros nos retienen los impuestos directo de la aplicación (Uber, DiDi, entre otras) un porcentaje de cada viaje que se va a impuestos. Además de los impuestos que pagamos al comprar gasolina”.
“De que pagamos impuestos, pagamos impuestos, el problema es que no tenemos ninguna contraprestación. No tenemos seguridad social ni prestaciones laborales. Ese es el problema”, menciona.
¿Por qué no se ha regulado el trabajo de los repartidores en México?
Sergio Guerrero detalla a La Silla Rota que durante los últimos años varios legisladores, entre ellos las senadoras Xóchitl Gálvez y Patricia Mercado, han presentado propuestas para regular el trabajo de los repartidores en México; sin embargo, éstas se han quedado estancadas en comisiones del Congreso de la Unión en espera de que el gobierno federal presentará su propia iniciativa, una iniciativa que se quedó “en la banca” pues la administración del presidente López Obrador no la incluyó en su paquete de reformas prioritarias.
“Lo que pasó es que la Secretaría del Trabajo, en ese entonces liderada por Luisa María Alcalde, dijo que querían regular el trabajo de plataformas digitales. El problema es que desde que ella mencionó eso todo lo demás se pausó. Todos estaban esperando que el gobierno federal hiciera su propuesta para que las comisiones incluyeran las iniciativas que ya se había presentado en un solo dictamen”, detalla el activista.
“La propuesta nunca llegó y las comisiones tampoco discutieron las propuestas que ya estaban ingresadas. Creo que el Gobierno se dejó convencer por las empresas, quienes dieron información confusa y cruzada”, añade.
Ante este panorama, la UNTA ya trabajó en su propia iniciativa llamada “Iniciativa de Ley para Regular el Trabajo en Plataformas Digitales”, una propuesta que plantea el reconocimiento de los repartidores como trabajadores de las empresas, flexibilidad laboral, salario digno, prestaciones de ley y seguridad social.
La UNTA espera que esta iniciativa sea retomada por la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum y la nueva Legislatura, pues, dice Sergio Guerrero, la morenista intentó regular el trabajo de los repartidores en la Ciudad de México cuando ella fue jefa de Gobierno.
“Los primeros esfuerzos de intentar hacer una iniciativa de ley desde un gobierno fue desde el gobierno de la Ciudad de México en diciembre de 2021, pero en febrero de 2022 la absorbió la Secretaría del Trabajo Federal”, lamenta el líder del Sindicato.
¿Quiénes trabajan como repartidores en México?
De acuerdo a un diagnóstico realizado por el Colegio de México (Colmex) para el gobierno de la Ciudad de México, se encontró que los repartidores no son solo personas jóvenes ni estudiantes como normalmente se cree, pues solo 2 de cada 10 repartidores estudia mientras trabaja como repartidor.
También se constató que no son personas con baja escolaridad, ya que casi la mitad tiene un nivel de escolaridad de preparatoria completa o más.
Además de que los repartidores no ven este trabajo como algo ocasional o secundario, pues 8 de cada 10 solo se desempeña como repartidor y 5 de cada 10 realiza esta labor por tiempo indefinido.
Sobre el horario, se confirmó que los repartidores laboran jornadas prolongadas y el salario promedio esta´ un poco por debajo del salario base de cotización del IMSS.
“Hay disposición a sacrificar libertad para tener derechos y seguridad social”, concluye el estudio.