Uno de los sucesos más relevantes del 2024 fue la llegada de una mujer a la Presidencia de México.
Tras 203 años de su formación como una nación independiente, Claudia Sheinbaum Pardo llegó a la jefatura de Estado; física de formación que obtuvo la mayor cantidad de votos recibida por candidato alguno: 35 millones 924 mil 519 votos, equivalentes al 59.76 % del total de la votación.
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Campaña anticipada, inédita según el Tribunal Electoral
Aunque formalmente la campaña electoral arrancó en noviembre de 2023, Sheinbaum había iniciado sus actividades como candidata desde, al menos, 2022, con las llamadas “conferencias magistrales” que impartía en estados gobernados por Morena, en las que hablaba de las políticas que impulsó como jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
En esas actividades fue recibida por los gobernadores de Michoacán, Tamaulipas, Sinaloa, Baja California, Veracruz, Puebla, entre otros.
De hecho, el choque de dos trenes de la Línea 3 del Metro en el que murió una estudiante de la UNAM la sorprendió cuando se dirigía a una conferencia en Morelia en la que la esperaba la militancia de Morena, servidores públicos del estado y el gobernador.
En junio de 2023, renunció a la jefatura de Gobierno para competir con otros cinco personajes que perseguían la candidatura de Morena al gobierno de la República. Para darle vuelta a la ley que prohíbe los actos se evitó decir que era una contienda por la candidatura y se llamaría al ganador del proceso “coordinador de los comités para la defensa de la cuarta transformación”.
Ante los evidentes actos anticipados de proselitismo de Sheinbaum, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard, Gerardo Fernández y Manuel Velasco, se presentaron numerosas denuncias ante el Instituto Federal Electoral, que pidió al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que estableciera criterios.
El Tribunal validó los recorridos, mítines y promesas de campaña morenista al calificarlos como una campaña inédita e instruyó que se verificaran los gastos.
La aceptación de que se hiciera campaña fuera de los parámetros legales provocó críticas de los consejeros del INE. Por ejemplo, la consejera Claudia Zavala dijo en una sesión que “ni la Constitución, ni las leyes electorales prevén un periodo de algo así como pre-precampañas. Lo que el Tribunal Electoral nos ha ordenado en su reciente sentencia es: ‘emitir lineamientos que eviten que los actos que se realicen como parte del proceso político para definir a quienes podrían ostentar una precandidatura o candidatura, vulneren la equidad de la contienda, así como que garanticen la debida fiscalización de los recursos destinados para tal efecto”.
El mandato del tribunal, añadió, fue “normar una serie de actividades proselitistas en un periodo que simple y sencillamente no está contemplado ni en la Constitución, ni en la ley electoral. Eso de los procesos inéditos simplemente no existe. Lo que sí existe son procesos electorales que se llevan a cabo conforme a la ley o, por el contrario, fuera del marco de la ley”.
El programa, trazado por AMLO
Parte de la propaganda de la candidata se centró en su cercanía con el expresidente Andrés Manuel López Obrador. En varias ocasiones el exmandatario la elogió y le ayudó en los momentos más delicados de su administración, por ejemplo, cuando se derribó una parte de la Línea 12 del Metro, siniestro que causó la muerte de 25 personas y lesiones permanentes a varias más.
AMLO dijo en una de sus conferencias que toda la información relacionada con la tragedia la daría él y que se encargaría de negociar con Carlos Slim, propietario de la constructora, la indemnización a las víctimas y reparación de la obra.
Esta relación se hizo aún más evidente con el inicio de la campaña, ya que el 5 de febrero López Obrador presentó un plan de reformas que enviaría al Congreso, entre ellas estaba la desaparición de órganos con autonomía constitucional como el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información, el Instituto Federal de Telecomunicaciones, la Comisión Federal de Competencia, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social, entre otras.
También proponía una reforma electoral que sustituyera al INE por un organismo dependiente del gobierno y la reforma al Poder Judicial Federal para despedir a todos los jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y reemplazarlos por funcionarios electos en las urnas.
A ese paquete de reformas se le llamó El Plan C y Shienbaum lo adoptó de inmediato y con entusiasmo.
El gobierno envió las iniciativas a sabiendas de que no contaba con los votos para aprobarlas en el Congreso, ya que ni en la Cámara de Diputados ni en la de Senadores tenía la mayoría calificada para modificar la Constitución (dos terceras partes de los votos), pero con la confianza de que un triunfo arrollador le permitiría ponerlas en marcha con una nueva legislatura.
El 2 de junio, Sheinbaum arrasó en la votación y superó a su rival más cercana, Xóchitl Gálvez, por más de 30 puntos.
El 15 de agosto recibió la constancia de mayoría de votos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
La penúltima semana de agosto se aprobó en el INE que Morena obtuviera 236 diputados, Partido Verde 77, Partido del Trabajo 51; mientras que la oposición quedó conformada por 72 diputados para el PAN, 35 para el PRI, uno para el PRD, 27 para Movimiento Ciudadano y un diputado independiente.
El Senado de la República quedó conformado por 60 senadores para Morena, Partido Verde con 14, Partido del Trabajo con 9; mientras que en el bloque opositor en la Cámara Alta, el PAN obtuvo 22, el PRI 16, PRD 2 y Movimiento Ciudadano 5.
Comparado con la legislatura pasada, la integración de la Cámara de Diputados no dotaba al oficialismo de la mayoría, ya que Morena contaba con 200 diputados, al Partido del Trabajo con 33, el Verde Ecologista con 40; y la oposición estaba integrada por PAN con 112, PRI con 68, Movimiento Ciudadano con 29, PRD 12 y dos independientes.
Morena gana la mayoría con chapulines
En la elección Morena y aliados no obtuvieron la mayoría calificada en el Senado de la República, pues les faltaban tres senadores para realizar el Plan C y aprobar las reformas constitucionales.
Pocos días antes de que se instalara la Legislatura Morena sumó a José Sabino Herrera y Araceli Saucedo, quienes obtuvieron sus cargos bajo la bandera del PRD pero se sumaron gustosos a Morena.
Finalmente, con el voto de Miguel Ángel Yunes Márquez, de la bancada del PAN, se logró la mayoría calificada para Morena y sus aliados.
Semanas después se supo que una acusación por manejos irregulares de fondos contra Yunes, presentada por el gobierno morenista de Veracruz, se desechó en cuanto Yunes dio su voto para desmantelar al Poder Judicial.
Aprueban en menos de tres meses y medios reformas constitucionales
Con la mayoría legislativa que avalaron el Tribunal Electoral y el INE, Claudia Sheinbaum y su bloque de senadores y diputados han logrado aprobar todas las reformas constitucionales que el oficialismo ha enviado al Congreso.
Entre las reformas constitucionales están:
- Al Poder Judicial para elección de personas juzgadoras mediante voto popular.
- Reforma por la que la Guardia Nacional depende de la Secretaría de la Defensa Nacional.
- Reforma para que el uso de vías férreas como transporte de pasajeros.
- Reforma para que la Comisión Federal de Electricidad y Petróleos Mexicanos regresen a ser empresas públicas.
- Reforma que hace de los programas del bienestar un derecho constitucional.
- Desaparición de los órganos autónomos.
- Ampliación de la lista de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa.
- Prohibición de vapeadores y uso y comercio de fentanilo.
- Reforma en las que no procede la ley de amparo en casos de reformas constitucionales.
Este 1 de enero, Claudia Sheinbaum cumple tres meses en el poder.
(Con información de Fabián Evaristo)