ENTREVISTA

Violencia de género persiste en la UNAM, es un pendiente: Enrique Graue

El rector Enrique Graue habla de la sucesión presidencial, del presidente López Obrador y de los pendientes en la UNAM

Créditos: Foto: Jonatan Amador
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En el convulso 1968 mexicano, Enrique Graue Wiechers salió a las calles a protestar en contra del sistema que encabezaba Gustavo Díaz Ordaz, cuya mano dura se mostró con la matanza del 2 de octubre. Ahora, tras ocho años al frente de la Rectoría de la UNAM, Graue elude la confrontación ante el presidente Andrés Manuel López Obrador que desde la mañanera arremete contra su alma mater. “Es la opinión de un universitario distinguido”, y prácticamente le dice que él tiene otros datos.

El doctor Enrique Graue Wiechers está a un par de meses de dejar la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y reconoce que uno de los pendientes es erradicar la violencia de género, aunque resalta que se ha avanzado en que más mujeres ocupen espacios en diversos ámbitos de la Máxima Casa de Estudios.

Desde su oficina en Rectoría, con Sor Juana Inés de la Cruz a sus espaldas, el rector Enrique Graue describió orgulloso del crecimiento que ha tenido la UNAM en matrícula y en ranking con universidades de otros países y continentes durante los dos periodos que ha estado al frente de ella, todo pese a que el presupuesto siempre ha sido ralo.

Sobre la sucesión en la Rectoría, destacó la independencia de la Junta de Gobierno y que él no se meterá, ni permitirá que alguien interfiera, en el proceso interno. Sin embargo, señaló que prefiere que no acudan a Ciudad Universitaria las y los aspirantes a la Presidencia para que no agiten las aguas, por lo menos hasta que se haya elegido a su sucesor.

Respecto a la autonomía de la UNAM, que es el eje principal de la Máxima Casa de Estudios, el rector enfatizó que siempre hay riesgos, pero dijo sentirse confiado en que nadie se tratará de involucrar.

Hace unos días declaró que no le parecía buena idea ver en el campus a candidatas y candidatos presidenciales, pero ahora matiza: aún no hay candidatos y, cuando eso ocurra, “no quiere decir que en un futuro no puedan venir”.

Los 3 logros y los 3 pendientes en la UNAM

P: En 8 años como rector le tocaron muchos temas importantes, como la pandemia, ¿qué tan difícil fue para usted este periodo en la rectoría y qué balance hace de su gestión aquí en la UNAM?

R: Nunca me pregunté qué tan difíciles. Yo creo que todos los días se levanta uno, llega a la torre de Rectoría con la disposición de entregar lo mejor de uno, y con todo el entusiasmo, a la Universidad. Hay momentos difíciles, pero hay momentos de gran satisfacción. Hemos pasado episodios difíciles, no solamente en forma reciente, nos enfrentamos primero a unos ataques horribles aquí en la Universidad, al narcomenudeo que existía, que se han venido resolviendo ambos muy favorablemente, y nos enfrentamos al temblor del 2017 que cimbró aquí en Ciudad Universitaria. Fue muy importante, pero afortunadamente no tuvo mayores daños y sí pudimos colaborar con todos los damnificados.

Por supuesto, la pandemia ya lo decía usted, fue probablemente el evento más difícil al que tuve que enfrentarme yo y toda la comunidad universitaria en estos últimos años.

P: Doctor, tres cosas de las que usted se siente orgulloso de estos ocho años al frente de la Rectoría y tres cosas que diga “nos faltó ahí...”

R: De las que me siento orgulloso, y creo que la mayor satisfacción, ha sido ver a la Universidad crecer en todos los sentidos, en lo académico, en investigación, en la difusión de la cultura. Creo que se ha hecho muy bien crecer en matrícula, en lograr mejores posiciones y los rankings internacionales, entonces son meramente logros, no solamente míos, sino de todos.

Abundando en ese dato, hemos crecido en la matrícula casi 34,000 estudiantes en estos ocho años. Es una matrícula superior, lo que más de una decena de las universidades públicas estatales tiene a lo largo de los años. Y eso ha sido un esfuerzo de todos, de los directores que han recibido a más aspirantes. También que abrimos nuevas oportunidades de oferta educativa a través de licenciaturas y de nuevas escuelas, seis nuevas escuelas, nuevos planes y programas de estudio, 18 de ellos maestrías, veintitantas especializaciones. Todo esto ha propiciado que los jóvenes puedan tener una mayor oportunidad de educarse y desarrollarse.

Otra gran satisfacción es contar con el equipo que me ha acompañado a lo largo de estos años.

Y una tercera satisfacción es ver a los jóvenes solidarios y comprometidos con su universidad y con los logros que han obtenido.

P:  Claro, y de los tres pendientes no nos ha respondido…

R: Por supuesto que un pendiente, un primer pendiente que siempre será en los temas de violencia de género. Hemos procurado una serie de acciones. Primero, los protocolos contra la violencia, los cambios en la reglamentación para generar la paridad en el Tribunal Universitario, la ampliación de las funciones de la Defensoría de Derechos Universitarios para atender también la violencia de género. Pero todavía persiste, por supuesto. Es lacerante y tenemos que erradicarla por completo.

La educación siempre tiene un pendiente, es estar constantemente mejorando, actualizando planes y programas de estudio, en relacionarse más con los problemas nacionales, en el caso de la investigación, y en conectarse cada vez más con los públicos, en el caso de difusión cultural.

Otro pendiente que tenemos es seguir modernizándonos, indudablemente, en todo lo que es Tecnologías de la información. La inteligencia artificial, sin duda que ahora ya están involucrados en planes y programas de estudio. Hemos creado centros específicos para eso y que indudablemente repercutirá en futuro inmediato, irnos adaptando a las necesidades del mercado laboral, al tiempo que sí, ir creando jóvenes universales precisamente que sean capaces de discernir y reflexionar sobre todos los problemas, capaces de relacionarse con toda la comunidad.

P: El tema de la seguridad en Ciudad Universitaria y de los universitarios siempre es un tema que le preocupa a la comunidad, mencionaba que ha habido avances en este tema, en el combate del narcomenudeo, en la seguridad. ¿Cómo deja usted la UNAM en este aspecto?

R: Mejor. Yo creo que sí, en la universidad a mí me tocó vivir los actos de violencia de los primeros años y eso sea prácticamente ya no se han vivido. Pudimos eliminar estas fiestas que se hacían al fin de los estudios profesionales y que eran motivo de conflicto periódico. Se eliminaron. Se ha tenido una gran relación con la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de México y del Estado de México y se han detenido a más de 180 delincuentes sin que tengamos una fuerza de contención.

Simplemente viéndolos, identificándolos y comunicándoles lo que habían hecho con pruebas documentadas y permitiéndoles que sean arrestados fuera de las instalaciones universitarias. Así se ha logrado esto y se ha hecho muy bien, con ello han bajado estos espacios que tenían copados los narcomenudistas, se han desaparecido, no quiere decir que eventualmente no haya y que seguiremos combatiendo, por supuesto.

Y a pesar de ser una entidad abierta, si usted ve los índices de problemas delictivos en la comunidad universitaria y lo compara con el entorno, con Coyoacán, estamos muy por debajo de los índices de delincuencia. Pues sí, creo que en ese sentido se ha mejorado.

¿Adormecimiento de los universitarios?

P: Pareciera que hay un cierto adormecimiento de la comunidad. Hace algunos años venían secretarios de Estado, gobernadores, a discutir en los auditorios. Hoy no los veo. Me llamó mucho la atención la declaración que usted le dio la semana pasada a Joaquín López Dóriga, en el sentido de que hace un llamado a que los candidatos presidenciales a que no se presentaran en la universidad. ¿No hay que abrir la discusión?

R: A ver, déjenme explicarles. Primero, yo estoy totalmente a favor de que el estudiante y el personal académico y el personal administrativo participen activamente en la política nacional, es deseable. En esta gran diversidad a la que hacíamos mención, tiene que haber posturas de todos ánimos de parte de que algún partido político llegue al poder como tal.

Creo que la universidad está abierta a las ideas y los foros deben eventualmente hacerse con los proyectos y analizarse los proyectos de gobierno que cada quien tenga, de todos. En una sociedad polarizada, como está, y la universidad es un fiel reflejo de la sociedad, el que los candidatos vinieran pudiera polarizar a la sociedad.

La universidad, más particularmente en este momento que está viviendo en la Universidad de cambio de la Rectoría, creo que pudiera ser mal entendido, mal visto. Y yo no lo veo eso como algo deseable en este momento, no quiere decir que en un futuro no puedan venir.

Ya le tocará evaluarlo a quien siga (en la Rectoría a partir de noviembre de 2023). Siempre hay un riesgo cuando existen polarizaciones, de seguridad para los candidatos, y aquí no puede entrar nadie con armas (para cuidarlos). Y bueno, esto también hay que propiciar que no vaya a haber un problema mayor por una presentación.

Dormida, decía usted, yo no lo percibo así. O por lo menos aquí no se percibe así y no lo ha estado a lo largo de los años. Hemos tenido, por motivos diferentes, de violencia de género e insatisfacciones con el pago de profesores, alumnos que se sienten agredidos. En cierto sentido, vamos, actividad constante.

Cuando dicen que está dormida, yo me imagino que es en relación a este tema hoy que el tema de la sucesión presidencial, pero hay que aceptar, que aún no hay candidatos ni candidatas. Pronto habrá.

P: Y seguramente la universidad jugará un papel importante y seguramente vendrán los y las aspirantes…

R: No lo sé, espero que no me toque a mí, porque sí hay un temor siempre. Yo recuerdo inclusive cuando vino el ingeniero Cárdenas, lo atentos que estuvimos a que no hubiera una polarización, pero nunca puede uno asegurar.

P: ¿Qué le diría Enrique Graue a Andrés Manuel López Obrador si se lo topara en la calle después de que ha dicho que la universidad es neoliberal, conservadora?

R: Le agradecería a la última expresión que tuvo del compromiso de no involucrarse en el proceso de sucesión de la Rectoría.

P: ¿Nada más?

R: Bueno, ya lo he dicho varias veces. Yo creo que es la opinión de un universitario distinguido, más distinguido que el presidente está muy difícil. Claro que tienen toda la libertad de pensar lo que considere y acepto, entiendo esta preocupación, decirle que yo tengo los datos donde la universidad sí ha colaborado y estuvo en contra de ciertos aspectos de política económica durante esta etapa neoliberal. No comparto esa parte (de los dichos de AMLO). No hay una hegemonía, por supuesto, en nuestras escuelas y facultades a las que él se ha referido en relación a este tema, pero sí en esta diversidad se ha expresado desde quienes apoyaron en su momento a quienes estuvieron totalmente en contra.

P: Decía usted que la autonomía es el eje principal de la UNAM. ¿Cómo ve este aspecto de la UNAM actualmente? ¿Ve algunos riesgos?

R: Los riesgos siempre existen. Yo creo que estoy confiado que no sucederá, que no se involucrarán en nuestra autonomía, porque eso es fundamental para poder crecer como país y como nación y formar ciudadanos libres. La autonomía es la esencia de las universidades. Lo es. Ya empezó a describirse desde fines del siglo XIX en Latinoamérica, con sus particularidades, a partir de 1918 y va evolucionando constantemente.

No es un concepto estático, es algo que va fortaleciéndose y ejerciéndose día con día. Condiciones correctas, condiciones colegiadas en donde las gentes participan tomando la diversidad de ideas que tenemos.

P: En este proceso que está viviendo la UNAM de la sucesión en la Rectoría, ¿qué opina usted de la Junta de Gobierno? ¿Está viviendo una etapa, digamos, independiente ahorita? ¿Cree que habrá un piso parejo para este proceso?

R: Primero déjeme decirle que yo sí creo firmemente las bondades de la Junta de Gobierno en la total independencia de los miembros de la Junta de Gobierno, independencia inclusive del rector. No pienso influir en ninguna forma, ni hay, ni aceptaré ninguna influencia, ni tampoco se tendrá ninguna influencia externa la Junta en ese sentido, tiene una gran firmeza y una gran solidez. Creo firmemente en ella.

Y sí, piso parejo y se pidió a aquellos que se han señalado como aspirantes a ocupar el cargo de la Rectoría que no utilicen ningún recurso universitario, no lo han hecho y yo creo que esa es la principal base de piso parejo, porque el resto son cómo se discuten los proyectos, cómo perciben las comunidades.

P: Doctor, se la han preguntado 20,000 veces. Supongo que tiene ya la respuesta bien ensayada. Vemos cada vez más mujeres en posiciones preponderantes. ¿Cómo diría que es ahora el rol de la de la mujer, no sólo rumbo a la rectoría, sino en general en el ámbito de la gran UNAM, que tiene escuelas hasta en el extranjero?

R: Cada vez mucho más participativa, mucho más fuerte. Déjeme darle datos. Primero el estudiantado, ya un número cada vez mayor porcentaje. De hecho, más allá del 50% son mujeres, el 54%. Para este último ingreso. Entonces cada vez tenemos más estudiantes. De ahí la importancia de que en el combate a la violencia de género tengamos que seguir trabajando. En el personal, académicos, ahí varía de acuerdo a la escuela o facultad o al instituto correspondiente, pero cada vez es mayor la presencia de personal académico mujeres.

Para ello se creó la Coordinación de Igualdad de Género, que incide en las políticas generales de la universidad para ver que esto sea equitativo, que haya realmente una igualdad y a ello hay que aspirar. En las direcciones de los institutos de investigación el 50% son mujeres.

En los centros, que es un nivel más pequeño. Ahí sí todavía hay diferencias a favor de los hombres, pero en los institutos, que son los grandes, el 50% son mujeres. Tanto en la investigación científica como en humanidades, en las escuelas y facultades, como el 38% de ellos. Por ahí anda el porcentaje son mujeres. Hay que fortalecer.

Y en la Junta de Gobierno, que es el máximo órgano de representación. Ahí son ocho mujeres y siete hombres.

P: ¿O sea que puede ser también una mujer rectora?

R: Puede ser una mujer o puede ser un hombre. Eso porque yo creo que la Rectoría, y lo comentábamos hace unos días, pues no es una cuestión de género, es una cuestión de perfil, es una cuestión de proyecto. Pero todas las mujeres que participan son grandes mujeres, grandes académicas, las que tengo entendido que van a participar, como lo son también los hombres.

P:¿Qué va a hacer después, qué viene para usted?

R: A ver, yo quisiera, bueno, regresar, por supuesto, a la vida académica tengo una serie de proyectos que quisiera realizar. Hoy tengo que escribir más. Bueno, esto sí, la parte académica como tal. Ningún cargo público, por supuesto, de por medio. No es mi personalidad el serlo.  Luego ver a la familia un poco más porque también ha faltado en estos ocho años ha habido menos presencia con ellos.

MRV