El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) otorgó, en abril pasado, la distinción de investigadora emérita vitalicia del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) a la científica Elena Roces Dorronsoro, madre de la titular del organismo María Elena Álvarez-Buylla.
A pesar de las inconformidades que el nombramiento generó entre académicos que pertenecen al SNI, por supuestas violaciones al reglamento interno y conflicto de interés, lo cierto es que la normativa interna no se pasó por alto: la cambiaron un año antes.
La noticia del nombramiento de Roces Dorronsoro como investigadora emérita encendió las alertas dentro del Conacyt desde marzo de 2022, cuando diversos académicos acusaron que la doctora y profesora de la Universidad de Colima no cumplía con los requisitos para recibir la distinción.
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A reportes publicados por distintos medios, que dieron cuenta de la supuesta irregularidad cometida por el Conacyt para beneficiar a la madre de su titular, el Consejo emitió un documento en el que negaba que hubiera conflicto de interés y violaciones al reglamento interno.
“El medio, sin investigar y citando las opiniones desinformadas del sociólogo Juan Pablo Pardo, de la Universidad de California, expresadas en Twitter, afirma que la Dra. Roces Dorronsoro ‘no cumple con los requisitos para SNI nivel III’”, señaló en referencia a la nota publicada por El Universal.
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Pero en el mismo documento el Conacyt admitió que la doctora “obtuvo la distinción SNI Nivel III en enero del 2018”.
“Esto es, en el sexenio pasado, diez meses antes de la toma de posesión en el cargo de la actual directora general del Conacyt”.
¿QUÉ REFORMÓ EL CONACYT?
En 2018, cuando Roces Dorronsoro obtuvo la distinción de nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores, el reglamento del mismo exigía que para ser considerado investigador emérito se debía contar con 15 años consecutivos en el nivel III.
Así estaba asentado en el artículo 49 del Reglamento del Sistema Nacional de Investigadores, pero en abril de 2021 ese artículo fue eliminado y solo se consideró el requisito de contar con el nivel III “con anterioridad al cierre de la convocatoria”.
En 2018, el reglamento del SNI decía:
A partir del 20 de abril de 2021 ese artículo no existe y los nuevos requisitos, asentados en el artículo 22, fracción quinta, dicen:
Con los cambios al reglamento, la doctora Elena Roces Dorronsoro no necesitó contar con 15 años como investigadora nacional del nivel III, le bastaron 4 para recibir la distinción vitalicia de investigadora emérita.
¿Y EL CARGO VITALICIO?
A pesar de las críticas al carácter vitalicio de la distinción de investigadora emérita hecha a la madre de la directora del Conacyt, esa particularidad siempre ha existido. Quienes solo duran un año en el cargo son los integrantes de la Comisión de Investigadores Eméritos.
Es esa comisión, conformada por 9 investigadores eméritos, la que decide los demás nombramientos de investigadores eméritos, todas las distinciones son vitalicias.
Roces Dorronsoro, de 88 años de edad, es profesora-investigadora de tiempo completo del Centro Universitario de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Colima y tiene más de 30 años de carrera profesional.
De acuerdo con la Universidad de Colima, Roces Dorronsoro es la primera investigadora de esta casa de estudios en recibir este reconocimiento y seguir en activo, los anteriores fueron su esposo y padre de la directora del Conacyt, Ramón Álvarez-Buylla de Aldana, quien falleció en 1999, así como el investigador José Antonio Sánchez Chapula, quien ya está jubilado.