SEGURIDAD

Penales federales: 40 fallecen cada año en prisión

Las causas de muerte entre presos cambiaron en 10 años, la covid-19 disparó la cifra

La falta de capacitación e irregularidades han aumentado decesos
Penales federales.La falta de capacitación e irregularidades han aumentado decesosCréditos: Cuartoscuro
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En 10 años han fallecido 393 personas privadas de su libertad en al menos 21 penales federales. La diferencia entre la primera mitad de esa década y los años más recientes es, además del aumento en las muertes, las causas de estos decesos cambiaron.

Entre 2012 y 2016, las muertes eran mayoritariamente desencadenadas por enfermedades que padecían los presos, así como riñas o suicidios. Entre las causas mencionadas por la autoridad penitenciaria, en esos años, están ahorcamientos, puñaladas y traumatismo por golpes.

Pero a partir de 2020 la pandemia de covid-19 determinó un aumento considerable en las muertes, pues alcanzaron los mismos niveles que 10 años atrás: 40 en promedio, cada año. Las causas ahora reportadas son paro cardio-respiratorio, insuficiencia respiratoria y neumonía.

Esta información fue proporcionada por la Coordinación General de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) a La Silla Rota a través del sistema de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).

Donde más mueren

El Centro Federal de Rehabilitación Psicosocial (Ceferepsi), ubicado en Ayala, Morelos, es el que más muertes ha registrado en los 10 años documentados para este texto. Aunque cabe destacar que redujo los decesos a partir de 2017, año que también fue el de menor cifra a nivel nacional.

El Ceferepsi es conocido por haber albergado a presos como los exgobernadores de Quintana Roo Mario Villanueva y Roberto Borge, acusados de tener nexos con el crimen organizado. Ambos estuvieron ahí por padecer enfermedades crónicas que ponían en riesgo sus vidas.

Y es que el Ceferepsi se conoce como “el hospital de los internos”. Pues es un centro especializado en atender los padecimientos graves entre los presos por cometer delitos federales. En el centro hay quirófanos y zonas de recuperación.

En este centro ha habido, en total de los 10 años, 85 muertes. Es en el que más muertes se han registrado en toda la década, sin embargo, a partir de 2017 presentó una baja relevante, pues pasó de tener hasta 10 muertos por año a tener solo 2, en 2018.

Aquí puedes revisar las muertes por Cefereso por año:

El Ceferepsi se creó en 1993 y fue pensado para albergar a casi 500 internos con padecimientos físicos y mentales, en 102 mil metros cuadrados. De acuerdo con datos de la Secretaría de Gobernación (Segob), que han sido retomados por medios locales, cuenta con servicios médicos y de hospitalización como un nosocomio de tercer nivel.

Es por eso que el caso del Ceferepsi es especial, pues al ser un centro de atención hospitalaria para los presos por delitos del orden federal atiende a personas con enfermedades crónicas o mentales que mueren por esta causa o por suicidio, pero las cifras oficiales revelan como mayoría las primeras.

Imágenes del interior del Cefereso 13 en Miahutatlán de Porfirio Díaz, Morelos | Cuartoscuro

Falta de atención médica y negligencia

Los Centros Federales de Readaptación Social (Cefereso) de Veracruz y Nayarit lideran en la lista de estos centros con mayor número de muertes en una década, luego del Ceferepsi. Ambos registraron 34 muertes desde 2012.

El Cefereso que más muertes ha registrado en un año ha sido el de Villa Aldama, Veracruz. En 2020, este centro registró 10 muertes y en esa misma fecha la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación por un suicidio que al final resultó ser homicidio.

Fue el 27 de junio de 2019 cuando un grupo de internos alertó que uno de sus compañeros estaba sujetado del techo, por el cuello, con una sábana. Cuando llegaron los custodios le brindaron primeros auxilios, pero finalmente la persona falleció. La autoridad penitenciaria determinó muerte por ahorcamiento.

“Sin embargo, la necropsia practicada posteriormente concluyó que el deceso había sido producto de un homicidio (…) Por un lado, las autoridades penitenciarias no brindaron atención médica especializada e integral a la víctima; permitieron la manipulación indebida del cuerpo y no preservaron adecuadamente el lugar de los hechos”.

Así, el 28 de octubre de 2020, la CNDH determinó que la autoridad penitenciaria y la Fiscalía General de Justicia Veracruz cometieron “violaciones a los derechos humanos a la vida, seguridad jurídica, legalidad e integridad personal de la víctima”.

“La Fiscalía General del Estado omitió llevar a cabo las diligencias correspondientes que permitieran esclarecer los hechos e incurrió en prácticas dilatorias”, agregó la CNDH. En 2019, el Cefereso 5 Oriente reconoció 4 decesos en sus instalaciones.

Otro caso es precisamente el del Cefereso 4 Noroeste, en Nayarit, al que la CNDH también le emitió una recomendación, en junio de 2020, por no darle sus medicamentos a una persona con padecimientos mentales que trasladaron del Ceferepsi de Morelos.

Los hechos ocurrieron el 18 de marzo de 2019, con un interno al que se le diagnosticó probable daño orgánico cerebral por abusar del uso de drogas sintéticas. Éste fue trasladado tres años antes del Ceferepsi y falleció tras suicidarse, a decir de la necropsia, por la falta de suministro de sus medicamentos.

La CNDH investigó y desde el ingreso del interno, en 2016, hasta su muerte en 2019, “únicamente fue valorado en 7 ocasiones por el Servicio de Psiquiatría, además de que no le ministraban los medicamentos prescritos para tales padecimientos, lo que implicaba un grave riesgo para la salud mental del interno, lo que devino en la muerte de aquél al quitarse la vida”.

“El hecho de privar de libertad a una persona implica siempre el deber irrenunciable de proveer atención médica adecuada, la cual incluye medidas de prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades, obligación que no sólo recae en el personal de salud, sino que depende fundamentalmente de la administración penitenciaria y de aquellas autoridades responsables de diseñar las políticas de salud pública y de asignar los recursos necesarios para implementarlas”.

Irregularidades médicas

La CNDH demostró, en 2020, que en el penal federal de Nayarit entre 2 mil y mil 700 internos recibieron servicios de salud inadecuados y en las consultas y revisiones tuvieron deficiencias.

De acuerdo con la información obtenida vía transparencia y revisada por la médico general Ericka Abigail Guevara Rojas, verificadora de nuestro medio filial Su Médico, la autoridad penitenciaria repite causas de muerte en sus reportes y algunas no las registra como debe ser en el parte de fallecimientos.

Por ejemplo, la autoridad penitenciaria registra como causa de muerte la “insuficiencia venosa renal”, pero de acuerdo con la verificadora médica ese término no se utiliza y deja en la ambigüedad si se refiere a una trombosis venosa renal o a una insuficiencia renal aguda.

Entrada al Cefereso 9 en Ciudad Juarez, Chihuahua, donde estuvo "El Chapo" | Cuartoscuro

Además, en muchos de los casos presentan la “muerte natural” como una causa de deceso, sin embargo, la muerte natural no se encuentra definida dentro de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) y “es un término no utilizado en los certificados de defunción”.

Para la CNDH, esas irregularidades en el papeleo no es el problema de fondo, sino el desconocimiento y la falta de capacitación de los trabajadores de los Cefereso para la atención oportuna de varias situaciones que ponen en riesgo la vida de los internos, como el suicidio.

“Es deber de la autoridad penitenciaria mantener a las personas privadas de su libertad en condiciones de dignidad y seguridad, por tanto, las insuficiencias en el funcionamiento dentro de un establecimiento penitenciario pueden en definitiva representar un nexo causal entre una omisión administrativa y el fallecimiento del individuo”.

“Ya sea por no conocerse el estado psicológico de la persona interna, por la existencia de un grado de enfermedad que pudiera propiciar la necesidad de la adopción de medidas de vigilancia intensiva, por no haberle prestado un adecuado cuidado o por no haber adoptado las medidas de vigilancia precisas y otras deficiencias en la atención”.

Decesos de mujeres aumentaron

En la información obtenida por La Silla Rota destaca el caso del Centro Federal Femenil Noroeste, ubicado en Nayarit y cerrado en 2016. Este centro no reportó ninguna muerte por enfermedad, riña o suicidio en toda su administración, contrario al centro que se abrió en Morelos.

Trabajadores del Centro Femenil de Readaptación Social número 16 en una manifestación en 2019 | Cuartoscuro

Las mujeres presas de su libertad en el Centro Federal Femenil Noroeste fueron trasladadas al Centro Federal de Readaptación Social 16 Femenil en Morelos, ubicado en Coatlán del Río, Morelos. Éste sí ha notificado muertes de internas desde su instalación, en 2015.

Desde ese año se han reportado 12 muertes de mujeres privadas de su libertad. El año con más muertes fue, de nueva cuenta, 2020, la mayoría debido a complicaciones por contagios de covid-19.