El papa Francisco, que murió el pasado lunes 21 de abril a la edad de 88 años iba ser víctima de atentados, de acuerdo con versiones que él mismo dio a conocer en 2024. El pontífice desveló en 2024 que servicios secretos advirtieron sobre planes de ataque durante su visita de 2021 a la "patria de Abraham", relató el periodista argentino Mariano de Vedia, en su libro “Francisco, el papa del pueblo”.
Después de visitar Tailandia, Emiratos Árabes Unidos, Japón y Corea del Sur, en 2021 el pontífice recaló en Irak. El país es importante para el cristianismo, el judaísmo y el Islam, ya que en la región iraquí de Ur se cree que nació Abraham, considerado patriarca de las tres grandes religiones monoteístas.
Contexto: durante su histórica visita a Irak en marzo de 2021, el papa Francisco fue blanco de dos intentos de atentado suicida, según reveló en su autobiografía Spera (Esperanza), publicada en enero de 2025. Estos planes fueron frustrados gracias a la colaboración entre los servicios de inteligencia británicos y las fuerzas de seguridad iraquíes.
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El papa Francisco reveló en 2024 que durante su viaje de marzo de 2021 a Irak, un país que él mismo describió como la patria de Abraham y "una zona devastada por la violencia extremista y las profanaciones yihadistas", se lograron frustrar dos intentos de atentado dirigidos contra su persona. Esta significativa revelación fue hecha pública por el propio Pontífice tiempo después, según consta en su autobiografía titulada "Esperanza".
Advertencias de inteligencia sobre planes de ataque
Según el relato compartido por el papa, la policía iraquí transmitió a la Gendarmería vaticana información crítica proveniente de los servicios secretos ingleses. Estas advertencias detallaban dos amenazas concretas.
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Papa Francisco – Cobertura completa
Una de las alertas señalaba que una mujer-bomba, descrita como una joven kamikaze, se estaba dirigiendo hacia la ciudad de Mosul con la clara intención de inmolarse durante la presencia papal allí. La otra comunicación indicaba que una furgoneta había iniciado su marcha a gran velocidad, también con el propósito de llevar a cabo un ataque.
Estos planes de atentado fueron finalmente abortados. La policía iraquí logró interceptar y neutralizar a ambos atacantes antes de que pudieran llevar a cabo sus planes. Al día siguiente, al preguntar sobre el destino de los terroristas, un comandante de seguridad respondió lacónicamente: "Ya no están", indicando que habían sido eliminados .?
El papa describió la destrucción de Mosul, ciudad que había sido bastión del Estado Islámico, como una "herida en el corazón". Reflexionó sobre cómo el odio y la guerra generan frutos envenenados, como los intentos de atentado que enfrentó .?ACI Prensa+2
“Todo abuso es siempre una monstruosidad”
Desde 2013, el papa Jorge Bergoglio enfrentó temas espinosos como los escándalos de pedofilia en la Iglesia, la "tercera guerra mundial en pedacitos" y el drama de los refugiados, marcando su papado con viajes extensos y revelaciones significativas, incluyendo intentos de atentado en su contra.
El papado de Francisco se caracterizó, de acuerdo con el autor del libro, por abordar de frente algunos de los desafíos más urgentes y dolorosos tanto dentro de la Iglesia como en el escenario mundial. Desde el inicio de su pontificado, Jorge Bergoglio, el primer Papa latinoamericano, ha puesto énfasis en temas como la transparencia, la misericordia y la atención a los marginados, aunque también ha debido lidiar con escándalos heredados y crisis contemporáneas.
Sobre la pedofilia, Francisco profundizó la consigna de la "tolerancia cero" iniciada por su predecesor, Benedicto XVI. Anteriormente, este era un tema que la Iglesia "callaba". Francisco fue enfático al describir "todo abuso" como "una monstruosidad", afirmando que "la Justificada rabia de la gente, la Iglesia ve el reflejo de la ira de Dios".
El pontífice declaró tener el "deber de escuchar atentamente este grito silencioso" de las víctimas, con quienes ha reservado espacios para dialogar en varios de sus viajes. Un caso emblemático fue el de Chile, donde inicialmente expresó que hablaría "EI día que me traigan pruebas" contra el obispo Juan Barros, tildando las denuncias de "calumnia". Sin embargo, tras recibir un "informe exhaustivo de 2300 páginas con pruebas que antes le habían ocultado", admitió "graves errores", desplazó a Barros y otros dos obispos chilenos, y ordenó la expulsión del sacerdote Fernando Karadima, el caso de pederastia "más emblemático de la Iglesia chilena".
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Francisco incorporó la tipificación de la pedofilia como un delito contra "la vida, la dignidad y la libertad humana" en el Código de Derecho Canónico, castigando al clérigo culpable con penas que pueden incluir la expulsión del estado clerical.