El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este 18 de diciembre de 2025 una orden ejecutiva que impulsó la reclasificación de la marihuana en la política federal de drogas. La decisión colocó al cannabis en un nivel regulatorio menos restrictivo.
Con la firma del documento, el gobierno federal aceleró el traslado de la marihuana de la Lista I a la Lista III. El cambio modificó su estatus dentro de la Ley de Sustancias Controladas.
La Lista I agrupa sustancias sin uso médico reconocido y con alto potencial de abuso. En ese nivel, el cannabis compartía clasificación con drogas como la heroína y el LSD.
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La nueva categoría incluye compuestos con aplicaciones médicas aceptadas y riesgos moderados. En la Lista III figuran sustancias como la ketamina y medicamentos con codeína.
La orden presidencial precisó que el ajuste no autorizó el consumo recreativo a nivel federal. El uso no médico del cannabis continuó prohibido bajo la legislación nacional.
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Impacto en investigación y salud
El principal objetivo del cambio regulatorio se centró en facilitar estudios científicos. La reclasificación redujo obstáculos para la investigación médica del cannabis.
La Administración de Alimentos y Medicamentos recibió mayores atribuciones para evaluar tratamientos derivados de la planta. El proceso buscó ampliar el análisis clínico y farmacéutico.
Autoridades federales señalaron que el ajuste permitió explorar aplicaciones terapéuticas con mayor alcance. El enfoque incluyó padecimientos atendidos en población adulta mayor y veteranos.
La orden también consideró incentivos económicos para la industria regulada del cannabis. Entre ellos figuraron ajustes fiscales vinculados a actividades productivas autorizadas.
Además, el documento instruyó la creación de un programa piloto. Dicho esquema contempló reembolsos de Medicare para productos elaborados con cannabidiol.
Postura de Trump en 2024
La decisión contrastó con declaraciones realizadas por Trump durante la campaña presidencial de 2024. En ese periodo, el entonces candidato priorizó la autonomía de los estados.
Trump expresó rechazo a una legalización recreativa federal. El argumento se centró en los riesgos del consumo de sustancias controladas con fines no médicos.
Al mismo tiempo, respaldó la despenalización de la posesión personal en entidades estatales. Esa posición buscó reducir detenciones por cantidades menores de marihuana.
En septiembre de 2024, Trump manifestó apoyo a la Enmienda 3 en Florida. La iniciativa pretendía autorizar el uso recreativo para adultos en ese estado.
El ahora presidente también criticó efectos visibles de la legalización en ciudades gobernadas por demócratas. En ese contexto, solicitó restricciones al consumo en espacios públicos.
Proceso legal y reacciones políticas
La orden ejecutiva instruyó a la fiscal general Pam Bondi a concluir el proceso administrativo de reclasificación. El trámite ya avanzaba desde la administración anterior.
Algunos senadores republicanos expresaron oposición al cambio. Legisladores argumentaron que el cannabis mantuvo riesgos relevantes para la salud pública.
La Ley de Sustancias Controladas de 1970 reguló históricamente la clasificación de drogas en Estados Unidos. Dicha norma estableció cinco listas según uso médico y potencial de abuso.
Con la reclasificación impulsada por Trump, el gobierno federal modificó uno de los criterios más restrictivos aplicados al cannabis. El proceso marcó un ajuste relevante en la política antidrogas vigente.
VGB