Indonesia, Tailandia, Malasia y Sri Lank declararon estado de emergencia y solicitaron asistencia internacional este sábado, luego de que casi 600 personas murieran por las inundaciones provocadas por lluvias torrenciales. Las autoridades de Indonesia confirmaron más de 300 fallecidos; en Tailandia, al menos 162; en Sri Lanka, 132; y en Malasia, dos.
En Indonesia, la provincia de Sumatra Septentrional es la más golpeada, con 166 muertos, seguida de Sumatra Occidental con 90 y Aceh, donde otras 47 personas perdieron la vida.
En Tailandia, el portavoz Siripong Angkasakulkiat informó que 162 personas murieron en siete provincias, más de 100 de ellas en Songkhla, donde el agua alcanzó hasta tres metros, en una de las peores inundaciones de la década. Las morgues fueron rebasadas, por lo que se habilitaron camiones frigoríficos para almacenar cuerpos.
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"El siguiente paso es evitar que la situación empeore", añadió el mandatario, al señalar que la limpieza del distrito se llevaría a cabo dos semanas.
El primer ministro Anutin Charnvirakul visitó un refugio en Hat Yai, pidió disculpas por “haber permitido” la tragedia y anunció apoyos económicos de hasta 62 mil dólares para algunos afectados. Además, dos funcionarios locales fueron suspendidos por presuntas irregularidades, en medio del creciente descontento social.
En Malasia, dos personas murieron en el estado de Perlis, mientras que en Sri Lanka las inundaciones y deslaves provocaron 132 fallecidos, 80 mil evacuados y 176 desaparecidos.
"Comemos cualquier cosa que esté al alcance": narran víctimas de las inundaciones
"El agua ha retrocedido en nuestra casa, pero todo está cubierto de barro", lamenta Novia, residente de Pidie, en Aceh. "Algunas de las cosas de la casa están dañadas o se han caído, pero no hemos podido limpiarlas aún".
Firda Yusra cuenta que tuvo que huir de su casa con mujer e hijo, para guarecerse en una mezquita cercana con otras mil personas. "Aquí comemos cualquier cosa que esté al alcance".
El monzón más letal en años
Contexto: Las autoridades informaron que, la temporada de monzones, que se extiende de junio a septiembre, suele dejar lluvias intensas y episodios trágicos en la región; sin embargo, este año una tormenta tropical empeoró significativamente el panorama, ya que Indonesia y Tailandia registran uno de sus balances más mortíferos por inundaciones en los últimos años.
Especialistas señalan que el calentamiento global, impulsado por la actividad humana, está aumentando la frecuencia y severidad de los eventos meteorológicos extremos.
Además, explican que por cada grado adicional de temperatura, la atmósfera puede retener hasta 7% más humedad, lo que se traduce en precipitaciones más intensas.
gph
